sábado, 30 de enero de 2021

§ 2.275. Sed de mal (Orson Welles, 1958)

Una indiscutible obra cumbre del cine negro. La he visto más de 4 ó 6 veces. En cada visionado me parece mejor cinta, más madura, hecha, cerrada, completa.
Cómo va mezclando las dos historias, y va desentrañando las malicias de la policía americana es magistral, el dominio del guión es descomunal, siendo un canon de la mistura entre el trabajo policial del protagonista y su vida personal.
Es impresionante el uso de la luz, sobre todo por las sombras que proyecta, jugando con el bien y el mal, lo iluminado y lo que queda oculto a la visión de las personas.
El debate sobre las formas diferentes de abordar el trabajo policial es el motor que mueve la cinta, el mensaje final, la moraleja. Y director lo plantea al revés de como usualmente se puede imaginar esta cuestión: los policías decentes son los mexicanos y los corruptos los americanos.
Me ha encantado Welles como actor, con una fuerza y potencia descomunales. Magnífico también es Akim Tamiroff, todo un personaje, toda una garantía de actuación.
Janet Leigh no funciona del todo, no la veo, parece la pieza más débil del engranaje. Charlton Heston impresiona con su templanza y con su carácter, llena la pantalla y planta cara al mismísimo Orson.
También intervienen, aunque con poquísimo metraje Marlene Dietrich, y Zsa Zsa Gabor. También, aunque brevísimamente, aparece Joseph Cotten. El resto del reparto es Joseph Calleia, Dennis Weaver, Ray Collins, y Mercedes McCambridge.

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