sábado, 31 de octubre de 2020

§ 2.070. El diablo viste de Prada (David Frankel, 2006)

 

   Una película de mucho recorrido. Retrata una realidad, quizá de manera paródica, bastante sucia: la ultracompetitividad del mundo de la moda. Seguro que es tan duro como el de los negocios o el de las finanzas.
  Una chica se emplea como secretaria de la editoria de la revista de moda más famosa de NY. Comedia alegre de situación con dos actrices magníficas, una consolidada como es Meryl Streep y otra emergente, bueno realidad pero recién llegada comparándola con el monstruo como es Anne Hathaway, muy en boga en los últimos años.
   Interesante, bien trazada y con mucha gracia. Me ha gustado verla.

§ 2.069. Érase una vez en... Hollywood (Quentin Tarantino, 2019)

 

   Bueno, está en Movistar + y la tarde bien turbia... Sigo muy preocupad por el ojo, y, la verdad, ya es mucho tiempo sin ver bien y sé que me falta tiempo para recuperarme. Por eso veo películas de forma conpulsiva. Es lo mejor para no moverme, para no mover la cabeza y estar quietecito.
   La vi en verano con Rodrigo en dvd y me quedé con ganas de volver a verla de nuevo. Es alegre, desenfadada, vitalista, un puntito frívola, aunque tiene su trasfondo, su mensaje, y su aquel. La verdad, todo pudo ser diferente si las cosas que pasaron no hubiera pasado. Aunque, es una realidad incontestable que pasó lo que pasó. Y también que el mundo nunca volvió a ser como fue. Hollywood pasó a la edad adulta, madura.
   En fin, problemas de la edad. La verdad es que la perspectiva de no curarme me aterra, me deja absolutamente inmóvil, sin capacidad de actuación. 

§ 2.068. El inocente (Luchino Visconti, 1976)

 

   La historia de una infidelidad en una sociedad decadente, decrépita. Giuliana Hermila vive un matrimonio de fachada con un hombre -Tullio Hermil- encantado de sí mismo dedicado por completo a sí mismo, obviamente con su amante, Teresa Raffo, una mujer tremendamente frívola dedicada a organizar cenas y convenciones, fiestas y eventos.

   Decidido a abandonarla sólo se vuelve a sentir atraído de nuevo por ella cuando esta decide tener un amante, un guapo y joven escritor llamado Filippo d’Arborio. La aristócrata se queda embarazada de su amante y el marido enloquece. No son celos lo que tiene realmente, es insatisfacción por verse mancillado en su posesión más primitiva. En realidad le da igual que su mujer tenga un amante, lo que no quiere es sentirse mal por ello. Un hombre que ya no existe. 

   Retrato de una sociedad que ya no volverá, de una Italia de finales del XIX o principios del XX hedonista y decrépita, sin ninguna sensibilidad social ni política. Una sociedad cerrada y pétrea, impermeable a otros que no sean ellos mismos. Duelos a espada, ofensas con la mirada, hombres superficiales y mujeres frívolas.

  La estática de la película es una preciosidad, cuidada y elegantes, ópera, cortinajes, vestidos, ropa, caballos, casas, muebles, sillas, mesas, joyas... elegancia, atildada y manierista, con una posición social (de cuna) que hay que defender y sostener...

  La tensión sexual perdida con la mujer y la pasión como el motor de la existencia propia. El deseo carnal como el elemento central de la vida, lo que mueve el interior de uno hacia su propia proyección. Tener una amante es algo más que disponer de alguien con quien dar rienda suelta a las pasiones, es proyectarse a sí mismo, completarse. Satisfacerse es triunfar.

   La cinta también puede verse como un estudio sobres la diferente forma de apreciar la sexualidad masculina y femenina. Para él tener un amante es algo natural, deseable, e incluso alabado. Para ella tener un amante es una afrenta, una mancha que evitar y limpiar. Por eso sufre de manera tal que le hace perder el equilibrio interior, no sólo por el componente moral del asunto, que también, sino, sobre todo, porque se derrumba su forma de vivir, que es lo que más le importa.

  La última película de un grande verdad. Algo más que un cineasta, un artista completo y total. Un hombre del renacimiento en pleno siglo XX. Si hubiera nacido 300 años antes hubiera pintado o escrito, pero ahora prefirió hacer cine y montar óperas. Todo un personaje de la cultura italiana y europea. Un referente en cuanto al gusto y el estilo.

  Los actores son Giancarlo Giannini en el papel de marido atormentado. Es un actor muy conocido, con una fisonomía singular y muy reconocible, guapo, elegante, delicado, fino y muy varonil.

   La novela sobre la que se basa la película es de Gabriele d'Annunzio, un autor imprescindibile en lengua italiana, santo y seña del decadentismo e ideólogo del fascismo. El guión es de una de las maestras del cine italiano, Suso Cecchi D'Amico, guionista excelente, a la que recurrieron multitud de cineastas: Luchino Visconti, Vittorio De Sica, Mario Monicelli, etc.

    Su mujer es Laura Antonelli, una actriz clásica del cine europeo. Su amante es Jennifer O'Neill, una actriz con menos recorrido y ya muy olvidada. Los demás actores son Marc Porel, Rina Morelli, Massimo Girotti, Didier Haudepin, Marie Dubois, Claude Mann.

    Es probable como se comenta que la idea inicial de Visconti era que los papeles principales fuesen interpretados por Alain Delon y Romy Schneider. Seguramente no hubiera cambiado mucho la cinta, quizá más éxito comercial.

§ 2.067. Los mercenarios de los diamantes (Val Guest, 1976)

 

   Película de entretenimiento, sin grandes pretensiones. Un par de actores con gancho, una historia más o menos efectista, un guión con cierta verosimilitud y una chica guapa. Ambiciones de riqueza.
   Del director he vista otra hace tiempo: Los hombres del bosque de Sherwood (1954), también de aventuras y diversión.
   Telly Savalas, Peter Fonda, Hugh O´Brian, Christopher Lee, O.J. Simpson, el luego célebre imputado, y posteriormente absuelto, por el homicidio de su mujer.
También participó Maud Adams, famosa modelo y actriz que intervino en una treinta películas y, sobre todo, por intervenir en tres películas de 007: The Man with the Golden Gun (1974), Octopussy (1983) y A View to a Kill (1985), aunque en esta último no está acreditada y es un mero extra.

viernes, 30 de octubre de 2020

§ 2.066. Perro blanco ( Samuel Fuller, 1982)

 

Una de las últimas de Fuller, con guión suyo y de Curtis Hanson [L. A. Confidencial (1997); Jóvenes prodigiosos (2000)]. La novela es de Romain Gary, escritor más que interesante, pues suyas son las novelas que más tarde dieron lugar a Las raíces del cielo, y El día más largo. Lutiano, conveniente en la IIGM por el ejército francés, prolífico y suicida.

El racismo en el día a día. Una historia muy inteligente, muy bien llevada. Un perro blanco educado para atacar a las personas de color, un perro de raza superior. Desde luego es una historia sugerente y entretenida.

La película no fue prácticamente exhibida, dos semanas escasas sin promoción ni publicidad. Fuller tuvo problemas con la Paramount por ello, y se negó a volver a rodar con  ellos, marchándose a vivir a Francia.

Por cierto en un escena se hace una crítica a François Truffaut demoledora cuando al rodar una escena el director artístico le comenta al director que el escenario artificial aunque funciona mal es arte como Truffaut.

Los actores: Kristy McNichol, actriz insustancial de muy poco recorrido que no ha hecho muchas cintas después de esta, prácticamente su primera intervención; Paul Winfield actor de color con cierta presencia en varias películas, y el gran Burl Ives, como siempre con una presencia física notable.

§ 2.065. El club social de Cheyenne (Gene Kelly, 1970)

   Director de 11 películas, ocho a su único nombre y tres famosísimas junto con Stanley Donen.
   Un vaquero (James Stewart) recibe una carta de un abogado indicándole que su hermano ha fallecido y que le ha dejado en herencia un prostíbulo con mucha clase en un pueblo de Cheyenne. Le acompaña su amigo (Henry Fonda). También trabaja Shirley Jones, Sue Ane Langdon, Eilane Devry, Robert Middleton, y Arch Johnson.
   Divertida comedia ambientada en el oeste de elogio de la amistad. Divertida, entretenida. Sin muchas pretensiones.
   Los protagonistas, James y Henry, juegan su papel de manera divertida, desenfadada, con humor. Situaciones absolutamente nuevas para él.
       Bien rodada, con mucho color.

jueves, 29 de octubre de 2020

§ 2.064. Jennie (William Dieterle, 1948)


    Dieterle es un director más que interesante. He visto ya varias cosas suyas y siempre me han gustado.
      En esta parece un sueño. Un pintor arruinado conoce a una niña en el parque, Jennie que le recomienda que dibuje personas y no paisajes o flores.
     Todo se encamina a una resurrección de la inspiración, una vuelta a la normalidad de la venta de cuadros. El pintor se queda con un paquete de la niña, envuelto en un periódico de 1910, cuando estamos en 1934. Algo raro hay en ese encuentro. La niña está vestida de manera antigua, habla de un espectáculo de hace años y dice que sus padres son actores de circo, cuando, en realidad, ese circo se clausuró hace mucho años. Parece un espectro del pasado que viene a fortalecer el carácter y la suerte del pintor. En los sucesivos encuentros la niña está cada vez más mayor. Él se enamora de ella perdidamente, acrecentando su capacidad para pintar retratos. Es una especie de sueño, de deseo de pretensión.
     Sobre una novela de Robert Nathan escriben el guión Paul Osborn, y Peter Berneis. Música de Dimitri Tiomkin, y con un reparto estelar: Jennifer Jones tan rotundamente guapa como siempre, Joseph Cotten en un papelazo (como todos los suyos), Ethel Barrymore en un papel precioso, y Cecil Kellaway. La producción es de David O. Selznick, un auténtico productor como ya no los hay, uno de los principies de Hollywood.

§ 2.063. El incendio de Roma (Guido Malatesta, 1965)

 

  Bueno, estas películas se comprara única y exclusivamente para verlas sin demasiada atención, simplemente para ver por ver. Un Peplum en toda regla, con atrezzo de cartón piedra, guión sin complicaciones ni dobleces y actores no excesivamente dotados para la actuación. Mediocridad que sirven para pasar el tiempo.
  El director es italiano, naturalmente. Ni siquiera viene en el Wikipedia española, he tenido que consultar la inglesa. Cuenta con una breve reseña y con la selección de cinco películas, entre las que no se encuentra esta.
  Los actores son: Lang Jeffries, Cristina Gaioni, Moira Orfei, Mario Feliciani, Luciano Marin, Evi Maltagliatim, Franco Fantasia, Massimo Carocci, Vladimir Medar, Anita Todesco. Excepto los dos primeros, que tienen algo de desarrollo cinematográfico. Parece que todos forman parte de la tropa que rodea a la industria cinematográfica italiana, muy prolífica en los años sesenta.
   No es que sea mala, es otra cosa. Es que no puede ser buena. Pero como producto de consumo en doble sesión una tarde invierno es está mal. Probablemente ni siquiera quiera una gran acogida. Pero seguro que se ha pasado por televisión varias veces. La traducción en buena, y la copia no se ve del todo mal. Además está rodada en Cinemascope, es decir, está rodada para ser proyectada en pantalla de cine, en pantalla grande. Tiene muchos extras, a veces unas cuantas decenas, muchos romanos bien vestidos (todos iguales) y una coherencia en los escenarios, etc. 
   Recuerda a "Quo Vadis" de Mervyn LeRoy, de 1951, especialmente en las relaciones de los nobles con el cristianismo y los ritos cristianos. Es probable que también, como aquella, se base en la novela de Henryk Sienkiewicz. La música también está cuidada, y las casas y palacios. Tiene, además un metraje corto, 80 minutos, lo que se agradece, porque la historia no da para mas.
    Aunque claro compara al que hace de Nerón en esta cinta con Peter Ustinov en aquella es ridículo, aunque es claramente el modelo: gordito, el pelo pelirrojo, histriónico, desmedido, histérico, etc. Del mismo modo no se puede comparar al que en esta hace de Marco Valerio con Robert Taylor..., Deborah Kerr  ni aparece...
    He visto peores películas. Y las he visto hasta el final.

§ 2.062. Gigantes del cielo (Lew Landers, 1938)

   Otra de Landers, un auténtico fiera: rodaba multitud de películas cada año. Filmaffinity precisa que rodó 111 películas.
   Otra con Joan Fontaine, que seguramente, como ocurre con el director, tendría un sueldo para la compañía, con independencia del volumen de películas que rodase. Condiciones muy duras que dificultaban la expresividad y ala singularidad del producto.
   Los actores principales son Chester Morris, y Harry Carey como  aviadores, instructores en este caso de un militar .
  Película claramente propagandística, con el propósito de elevar la moral de la población y patrocinar un espíritu de conquista del aire.
   Como la anterior suya que vi hace unos días, también sobre pilotos y aviones, en aquel caso médicos, aquí civiles, flojita.

§ 2.061. El secreto de Paula (Rudolph Maté, 1952)

 
    Drama médico. Una mujer pierde un hijo en el parto y le comentan que no va a poder tener más hijos. Parece haberlo encajado bien, pero algo turbio parece sobrevolar la relación con su marido, con las otras personas que la rodean, con su propio yo. Había tenido un embarazo anterior que también acabó mal.
   Con su marido interpreta el papel de mujer que ha superado la pérdida, pero con su marido interpreta un papel: la de mujer que ha superado el fracaso. El médico le aconseja que exteriorice adecuadamente sus sentimientos, pero ella no parece estar de acuerdo con él, prefiere reprimir sus sentimientos cuando él está delante. Cuándo él no está presente siempre está llorando, deprimida e infeliz.
   Loretta Young es la madre angustiada, y Kent Smith el marido abnegado -Decano de una Facultad- que mantiene el tipo y parece seguir con su vida con normalidad.
    Alexander Knox es el médico de la familia, que ayuda a la mujer a colocarse como "dama de gris", mujer que ayudaban a las enfermeras con los niños, los pacientes, etc.
   Pero atropella a un niño de un orfanato en un conflicto con un camión y el niño queda sin posibilidad de hablar. Ella se vuelca con él.
   Al parecer Loretta Young tuvo un hijo con Clark Gable en 1935, pero ella comentó en su autobiografía que fue fruto de un abuso. De hecho el niño fue "adoptado" con la propia Loretta una vez dado en adopción. Todo Hollywood conocía la historia. Lógicamente la temática de esta película ahondaba en el daño que tenía. Fue ganadora de un Oscar por "Un destino de mujer" de H. C. Potter de 1947.
     El niño es Tommy Rettig, conocido por Rio sin Retorno, de Preminger.
  El director, para mi siempre será el de "Con las horas contadas" (1950), que fue una película que me gustó mucho.

miércoles, 28 de octubre de 2020

§ 2.060. Wicker Man (Neil Labute, 2006)

 

Una película a medio camino entre una de policías y una fantástica. Hombre de mimbre es el título traducido.

Un policía que ha presenciado un accidente de coche cuando estaba atendiendo a una mujer y su hija en la carretera queda traumatizado por la experiencia vivida. Tiempo después recibe un recado de su antigua novia en la que le pide ayuda porque su hija ha desaparecido. Ella vive en una isla privada en el centro de (lo que se supone) un gran lago del norte de EE.UU., probablemente entre USA y Canadá. Se encuentra en el Estado de Washington.

Una comunidad bastante peculiar, algo enloquecida y bastante fanática. Se ven más mujeres que hombres. Es evidente que se esconde un misterio serio, algo que oculta esa forma de vivir. Relaciones distantes, difíciles, más que frías hieráticas, nada naturales, sin ningún tipo de afecto.

La mezcla es particularmente agobiante, pero la película no consigue transmitir ese estado con toda su inquietud. Alucinaciones del protagonista, búsquedas infructuosas, y la tradicional pose de Nicolas Cage en la que cabe todo tipo de actuaciones, a cual menos sutil que la anterior. Supongo que para esta tipo de películas que rozan la Serie C es un actor de cierto gancho. Pero después de las dos que he visto hoy, la verdad, empeora mucho más.

Director desconocido para mi que, sobre todo, ha hecho películas para la televisión. Probablemente este sea un proyecto de esa tipo. Claramente un actor venido a menos. En algunos momentos tuvo su oportunidad, la de ser un actor de cine, no de películas de consumo. Ultimamente he visto varias de él, a cual peor. 

§ 2.059. Barreras de orgullo (Henry Hathaway, 1956)

 

   Una de Hathaway siempre es una película buena. Para mi es el gran desconocido en la cinematografía clásica americana. Un director sólido, vital, muy patriota, con todo tipo de películas: Western, terror (suave), suspense, de guerra. Todo un artesano. Seguramente un hombre aquietado al presupuesto, a la exigencia de producción, al tiempo asignado para la película. Seguramente poco tiquismiquis con actores o actrices, 
   Esta en concreto es un drama entre hermanos, un ranchero que ha prosperado por matrimonio y su hermano que ha salido de la cárcel.
   Van Johnson es el presidiario, Joseph Cotten el ranchero, y la guapísima Ruth Roman la esposa. En un día de tormenta la familia se queda aislada en su rancho de Arizona. Allí se presenta el hermano recién evadido de la cárcel. Varias familias de vecinos se han reunido y pretenden pasarse la tormenta que dura varios días bebiendo y haciendo una juerga. Por tres días va a ser imposible cruzar el río, son los que necesita el fugitivo para organizar el viaje a méxico.
   El hermano mayor avisa a su mujer y sus amigos que no puede beber alcohol. Seguramente tuvo problemas en el pasado, que le llevaron a prisión. Alguna relación se avizora en ese sentido. 
   Hay algo de morboso en el galanteo que mantiene el expresidiario con la mujer de su hermano. Es lo más interesante de la película.
   En una escena se muestra un Mercedes-Benz coupé alas de gaviota. En otras se oye Blue Moon. Qué guapísima es Ruth Roman.

§ 2.058. El Doctor Arrowsmith (John Ford, 1931)

 

   Una de Ford de 1931. Con toda su carga Fordiana, esa épica tan suya, el hombre frente al mundo, frente a la sociedad, frente  a todos, frente a sí mismo.
   No hay en el Doctor la más mínima muestra de clasismo o de elitismo. Con ideas propias, aunque no sean precisamente las imperantes en la sociedad. El fracaso al que se enfrenta le forja en el carácter
   La historia es sencilla, no tiene efectos dramatúrgicos tan en boga en el cine actual. Martin Arrowsmith (Ronald Colman) es un joven e idealista doctor que aunque pretende dedicarse a la investigación con un prestigioso doctor decide ejercer la medicina para poder casarse con la enfermedad de la que está enamorado, la señorita Leora Tozer (Helen Hayes). La novela es del premio novel Sinclair Lewis, y el guión de  Sidney Howard. El estudio es Samuel Goldwyn Company y la música de Alfred Newman.
  Se instala en el campo y ejerce de médico, aunque en su tiempo libre se dedica a la investigación, abordando la fórmula para solventar una peligrosa enfermedad que está afectando al ganado.
   El 'veneno' de la investigación le vuelve a infectar tras oro una conferencia de un médico famoso. Un canto a los soldados médicos, a los héroes de la medicina. Como siempre en Ford es el hombre corriente que, sometido a una presión extraordinaria, se convierte, de forma natural, no forzada, en un hombre providencial, al que se estaba esperando. Pero su transformación no es traumática o forzada. Es natural e incluso esperada. Pero el hombre no pretende que se le agradezca lo que hace, es su trabajo, es su ser, su forma de vivir, su natural ubicación en el mundo. Su forma de ser es esa: podría ser un médico normal y corriente, incluso vulgar, o un gran investigador científico, pero siempre, siempre, sometidos a la normalidad de la vida. El hombre extraordinario se encuentra en  el hombre corriente, y esa es su grandeza. Las mujeres de Ford son fuertes y abnegadas, con carácter pero dúctiles, que tienen claro sus objetivos y que no renuncia a ellos. A mi parecen son mujeres muy femeninas, del mundo en el que les ha tocado vivir. Juegan en la subordinación al marido, al hermano. Su proyecto propio es ser parte del engranaje en el que se incrustan, sin pretensiones propias pero viviendo las del grupo, las del marido, aquellos para los fueron creadas. Lógicamente es una visión que puede ser sometida a crítica, naturalmente, pero no tienen un rol vicario o secundario. Son protagonistas de la historia, en su rol específico.
   Obviamente te tiene que gustar este tipo de historias, aquellas que surgen de la normalidad de la vida.

martes, 27 de octubre de 2020

§ 2.057. Medalla al valor (Sidney J Furie, 1984)

   Directo del que he visto tres películas, las tres bastante mediocres: Ipcress (1965), Los chicos de la compañía C (1978) y Los cuatro jinetes del Apocalipsis (2008), las dos últimas de guerra, la primera de espías.
   Amor en los tiempos de la guerra del Vietnam. Un médico soldado lucha para sobrevivir a sus demonios interiores en la guerra y, sobre todo, a la burocracia que le impide desarrollar correctamente su labor. Se enamora de una enfermera y pretende volver a la vida civil. Ken Wahl (Distrito apache: El Bronx, Daniel Petrie [1981], y Los Doce del Patíbulo: La próxima misión, de Andrew V. McLaglen [1985]) es el médico, y Cheryl Ladd la enfermera. Al actor le conozco muy poco, la actriz es una de las protagonistas de Los Ángeles de Charlie.
   La cinta no es especialmente brillante. Se puede ver, pero no más de una vez. Está bien ambientada y tiene todo el atrezo necesario para ubicarla en el tiempo correctamente. Además era la época en que todo Vietnam se consumía con profusión, una época en la que todo buen director tenía su propia visión sobre el conflicto bélico. Era como un canon que tenían que pagar para tener su independencia y su capacidad creativa.
   Es innegable que esta cinta se enmarca en la tradición creada por M.A.S.H. (Robert Altman, 1970), que tuvo una serie famosísima de 1972. 
  Para pasar el rato y el tiempo, ahora confinado con la convalecencia. Este tipo de películas tienen además un defecto: duran demasiado. Para contar lo que tiene que decir no hace falta hacerlo tan largo. 116 minutos es una exageración para contar lo que tiene que decir.

§ 2.056. La novia era él (Howard Hawks, 1949)

Una comedia ambientada en la postguerra, con un Cary Grant imponente y una Ann Sheridan absolutamente extraordinaria.

No es razonable que Grant no tuviera on Oscar. Es demencial, sobre todo porque la cantidad de películas extraordinarias en las que ha participado es superlativo.

Una misión común entre un oficial francés y una oficial americana por tres días es la excusa para continuar con una breve relación que había ocasionado algunos 'inconvenientes', típicas situaciones de comedia amorosa.

lunes, 26 de octubre de 2020

§ 2.055. Una fiesta sin fin (Harry Horner, 1956)

   Una película como otras cualquiera. Un exjugador de futbol americano venido a menos tiene problemas de dinero. Una vida arruinada por sus fiestas y su forma de vivir. Anthony Quinn como estrella rutilante y centro de atención de toda la cinta. 
   Unos personajes marginales que no son capaces de ordenar su vida, siempre pendientes de dinero y de la necesidad de buscarlo. No pretende ser un retrato de una forma de vivir, sino un análisis del comportamiento humano ante la situación de estres que genera el secuestro de un militar y su novia. La pretensión de pedir un secuestro no sale como esperaban. Cada personaje se comporta de manera diferente. Ese es el propósito de la obra
   Gran banda sonora de jazz en toda la película. La música es de Buddy Bregman, músico para mi desconocido pero que fue un gran productor de discos de jazz, desde Ben Webster hasta Anita O`Day, pasando por Bing Crosby.
    El director es Harry Horner, austríaco de origen judío emigrado a EE.UU. en la década de los treinta. Al parecer fue el escenógrafo galardonado con dos Oscar: La heredera y El buscavidas en la categoría de "Dirección artística en blanco y negro". La textura del blanco y negro ha quedado muy anticuada, no ha envejecido bien, quizá se nota que se emplearon medio no excesivamente lujosos. Penuria de medios que hacen que ahora la cinta sea irrecuperable para hacer copias de gran calidad.
  Tiene formato de gran obra, podría haber sido rodada por Garfield o por cualquier otro actor típico del cine negro americano.
   No es una gran película, pero sí es entretenida y se deja ver. Tiene algo de obra teatral, tanto por los diálogos como por los escenarios, siempre cerrados, ninguno al aire libre. 
   Es una película propicia para hacer un remake. Pero que sepa no la tiene. Al menos no figura como tal en Filmaffinity.

§ 2.054. Cinco minutos de gloria (Oliver Hirschbiegel, 2009)

   Irlanda, IRA, asesinados por unos chiquillos que pretende ser los guardianes de las esencias en un grupo revolucionario de jóvenes cachorros de la organización criminal terrorista. 
   No es que la película está mal, que no lo está, es que no me agrade demasiado la problemática, algo trillada y manida, sobada a más no poder. 
  Es una cuestión que me interesa muy poco. Además la redención que pretende el personaje no es propia de alguien que ha esperado 30 años para vengarse del asesinato de su hermano.
  Además una reconciliación pública, ante las cámaras de televisión, equiparando víctima y verdugo, asesino y asesinado, personal que causa dolor y persona que sufre es un experimento al que nunca le he encontrado la "gracia". No sé cuál es la utilidad de perdonar a quien te he hecho daño. ¿Cuál es la razón para perdonar?, ¿no es, de alguna manera, equiparar a ambos, como si el verdugo tuviera dolor por lo que ha hecho?
  Siempre me ha parecido una estupidez, algo que no sirve para nada y que de alguna manera blanquea al terrorista. Que un terrorista es, en esencial, un enfermo, no exige de la sociedad que lo trate con benevolencia. Qué lo ingresen en un frenopático...

§ 2.053. Noches peligrosas (Peter Godfrey, 1942)


Un rico heredero de un imperio automovilístico ingresa en la marina americana. Su tío pretende que vida la noche alguna vez, que tenga algún lío, alguna trastada, alguna picardía... ...y en estas en una noche de lío presencia un asesinato y pretenden eliminarle... pero se escapa accidentalmente.

Entretenimiento de sesión doble de un director para mi desconocido, con una 35 películas. De origen británico emigrado a EE.UU., nacido en 1899 y muerto en 1970.
Tiene toda la pinta de ser un hombre de estudio, de encargo y presupuesto, de sujetarse a la idea del productor y no perder el hilo.
Los actores: Richard Carlson que me suena de algunas películas, gran actor y muy prolífico; Jane Randolph (la mujer pantera y su regreso, y La brisa suicida), y Jane Darnell una de las inconfundibles mujeres Ford, que vi el otro día en Caravana de Paz.
No es especialmente buena, pero sirve para pasar estos ratos de obligado confinamiento por la convalecencia del desprendimiento de retina.

§ 2.052. El León en invierno (Anthony Harvey, 1968)

 

Una cinta muy mítica. Oscar para Katharine Hepburn (ex-aequo con Barbra Streisand por Funny Girl, de William Wyler) además de otras seis nominaciones, entre ellas actor (Peter O'tools), director y película.

No me ha parecido tan extraordinaria como parecía. Es una buena película, qué duda cabe, pero no me ha parecido de un calibre superlativo. Además las historias de los reinos ingleses no me llegan mucho. 1183 como si fuese ayer para alguien que conoce de historia puede ser muy conocido, pero para un español que sabe lo justito de historia inglesa es una época muy desconocida.

Me cuesta entrar en el escena y las relaciones de poder a diferencia de otros magos, como Orson Welles son demasiado sutiles como para provocar emociones potentes. En Orson, por ejemplo, hay algo de paródico que sirve de efecto dramático. En esa cinta los monólogos de los personales, auténticos soliloquios sobre el poder y la ambición son intensos y profundos, pero vacíos, apegados a la emoción del triunfo, pero que no llegan. Es el poder por el poder, la gloria para satisfacer la ambición, a veces momentánea, circunstancial y caprichosa.

Las enemistades entre los hijos son demasiados forzadas y la puesta boca arriba de las cartas desde el primer momento no es, desde luego, la estrategia más correcta y eficaz. 

En definitiva, una película mítica con grandes y correctas actuaciones y muy bien trabajada desde el guión y la trama. 

domingo, 25 de octubre de 2020

§ 2.051. Ocho sentencias de muerte (Robert Hamer, 1949)

 

   Una película entretenida. Una especie de asesino en serie del siglo XIX. Un pretendido duque planea asesinar a todos los parientes que gozan de mejor derecho que él para ostentar el ducado. Desde luego es un guión muy inteligente y trabajado.
   El director tuvo varias películas de cierta relevancia,  en Wikipedia (en inglés) se comenta que era muy apreciado por sus colegas, considerándole un director muy cualificado y talentoso. Murió muy joven, con 52 años solamente, y completamente alcoholizado, probablemente por su homosexualidad. En la época en que vivió la práctica homosexual continuaba siendo un delito.
  Entretenida, muy brithis, muy distinta y gozoble. Parece casi una obra de teatro, con un voz en off que va narrando qué va haciendo y cómo lo planea.
   Alec Guinness es el actor que encarna a todos los miembros asesinados, en un ejercicio actoral sólo al alcance de unos pocos, de los elegidos. Caracterizado como persona de edad, como joven, de varias edades, temperamentos, actitudes. Un señor de la escena, a la altura de los mejores. Una maravilla, de un actor de eso que da corporeidad a una película.
   El actor que interpreta al duque asesino es Dennis Price, para mi también un actor desconocido, pero que cuenta con una carrera absolutamente magnífica, larguísima, constante y sostenida en el tiempo. No tiene nada que ver con Vincent Price. Este es americano y el de esta película ingles. Es un apellido corriente y  natural.
   La película está considerada como una joya del cine británico, siempre en la lista de las mejores películas de su historia del cine. Un estilismo y una ironía 

§ 2.050. Nunca es tarde para enamorarse (Joel Hopkins, 2008)

 

Película de situación amorosa con dos grandes actores Dustin Hoffman y Emma Thompson.

Harvey Shine (Dustin Hoffman) es un neoyorquino maduro que compone música publicitaria. No se encuentra bien en lo personal, ni tampoco en lo profesional. En un desplazamiento a Londres para asistir a la boda de su hija conoce a Kate (Emma Thompson) una mujer soltera con poca vida social que trabaja en un aeropuerto. 

De una situación surge el conocimiento mutuo, y de aquí la posibilidad de tener un romance.

La vi hace muchos años en la tele y me encantó, por eso la compré y la vemos ahora, Rosa y yo, en una tarde de domingo lloviendo.


§ 2.049. El último asalto (Rod Lurie, 2007)


   Aunque parece de boxeo es unahistoria de periodismo. Un ambicioso periodista (J.R. Moehringer) se encuentra con un aspirante a los pesos pesados que vive en las calles y cree haber encontrado en esta historia una gran oportunidad para conseguir subir en el periódico, encontrar su historia que le permita llegar a los grandes periódicos. Era el hijo de una estrella de la radio deportiva (recientemente fallecido de cáncer de garganta) y esto siempre ha marcado su carrera. Las ganas de demostrar su valía le llevan a cometer un error grave, confundir la personalidad del boxeador.
   El vagabundo se hace llamar Bob Satterfield, toda una leyenda del deporte de las doce cuerdas. Nunca llegó a ser un grande grandísimo, no pudo pelear por el campeonato del mundo.
 Pero hay un problema el vagabundo no es quien dice ser. No es el boxeador que fue el número tres del mundo, claro hombre prominente de ese deporte. Es un impostor, que conoce la vida del conocido púgil, más que nada porque se enfrentó a él en la vida real. El periodista no fue diligente en la búsqueda de sus fuentes. Se deja engañar o es engañado, no queda del todo claro. Es más una historia de periodismo que de boxeo. Hubiera sido interesante que se continuase con la historia, que se comentase cómo fue posible el engaño, y que consecuencias tuvo para los protagonistas de la trama, el boxeador y el periodista. 
   El periodista recibió el premio Pulitzer de periodismo, y luego, más tarde, ayudó a escribir la autobiografía de Aggasi, el periodista, que pasa por ser una biografía muy bien hecha sobre el tenis y sobre el mercado del deporte. No se concreta cuándo es la historia, si antes de que le diera el premios o después.
   Basado en hechos reales, el periodista es Josh Hartnett, y el boxeador es Samuel L. Jackson. Algunas apariciones puntuales de Alan Alda y Peter Coyote. Me ha gustado mucho. Interesante y emotiva.

sábado, 24 de octubre de 2020

§ 2.048. No es país para viejos (Joel Coen, Ethan Coen, 2007)

   Me ha gustado mucho, más que la primera vez que la vi. Con un Josh Brolin interesante, con Tommy Lee Jones tan sobrio como siempre, y con un Javier Bardem para el recuerdo por su premio de la Academia.
    El argumento es enrevesado, complicado, pero se va aclarando con el paso del metraje. Policías, cocaína, asesinos psicópatas y toda una galería de descerebraos que hacen de la película una cosa muy interesante de ver. 
  La pretensión de que el cine de un autor sea reconocible, como lo es con los grandes de verdad: Bergman, Hitch, Preminger, Lang, Wyler, etc. no sé si se consigue con estos hermanos, pero queda claro que hacen un cine muy entretenido. Este es de las mejores de su colección, aunque hace años que les perdí la pista, desde que vi "propósito de Llewyn Davis" de 2013, que no me gustó nada.

viernes, 23 de octubre de 2020

§ 2.047. El Jinete Pálido (Clint Eastwood, 1985)

  No dudo de aquellos que dicen que esta cinta puede tener algún tipo de relación con Raíces Profundas (George Stevens, 1953): un hombre que aparece de la nada y solventa los problemas de una comunidad enfrentada a un matón exterior que quiere echarlos de la tierra. Pero me cuesta encontrar la conexión profunda. Claro que son del Oeste, que parece un hombre violento sin pasado que ayuda, pero ni el contexto, ni la pretensión trascedente tienen nada que ver. 
  De hecho son diferentes. Allí el tirador desaparece, en esta es que quizá nunca estuvo allí. El ente que aparece, el salvador tiene algo de predicador trascendente, con una clara pretensión de justicia social, frente al de Raíces, que era una pretensión individual. Allan Ladd es más sutil que Clint Eastwood, sin ninguna duda.
  La piedra aquí juega el papel que el árbol jugaba en aquella cinta. Es el elemento que entronca a la persona a la tierra, y que aglutina a todos los trabajadores con una idea: permanecer en una idea colectiva.
  Actores decentes, guión muy trabajado, puesta en escena muy cuidada y un resultado impresionante. Una gran película que cada vez que veo me gusta más. Me parece, además, tan buena como las mejores de Clint. Desde luego entre las 10 mejores de él.

§ 2.046. El hombre de Colorado (Henry Levin, 1949)

Una de tantas del Oeste, de finales de la Guerra de Secesión, con un Glen Ford al mando de un batallón del ejército confederado que se encuentra torturado por la guerra, por la sangres y el fuego, con el horror de la contienda. De hecho dispara contra unos sureños que habían arriado una bandera blanca... Un estudio sobre las consecuencias de la guerra en las persona, en su carácter, en su desarrollo civil tras la contienda.

El tratamiento de la enfermedad como consecuencias de la guerra: "La guerra afecta a cada hombre de forma diferente" dice un secundario al presenciar cómo mata a un sureño después de que este le acusase con una pistola de matar a los sureños a sangre fría.

Glen Ford es nombrado Juez y William Holden y las fricciones entre ambos no se hacen esperar, acrecentándose por la querencia de ambos por la misma mujer.

William Holden está jovencísimo, aunque tiene varias películas antes que esta. Una carrera que va desde 1938 hasta 1981, larguísima y muy prolífica, con inmemorables obras maestras. Muy interesante es el duelo interpretativo entre Glen y William, (más de cien películas cada uno) más que nada porque siempre pensé que Holden era muy superior a Ford. En la historia del cine, valorando en conjunto ambas carreras probablemente Holden sea más brillante, más regular, pero en un duelo directo Glen es mejor actor, aunque es cierto que era el punto álgido de la carrera de Ford y prácticamente el principio de la Holden. Muchas escenas juntos y meta gustado más la dramatización del personaje de Ford, sinceramente. Me gusta el Holden maduro, el mayor, el castigado por el alcohol, el insensible, el cínico y desencantado.

Ellen Drew es la chica con la que ambos pretenden casarse al finalizar la guerra. La he visto en alguna del Oeste de André de Toth, y alguna de Robert Robson, una actriz 'menor'.

Buena música, bien ambientada, con correcto guión y un correcto desarrollo

§ 2.045. El mundo de George Apley (Joseph L Mankiewicz, 1947)

Boston. Aristocracia y Boston. Interpretado por Ronald Colman, Peggy Cummins, Vanessa Brown, y Richard Haydn.

No la he visto en el mejor momento. No me ha agradado demasiado. No es que no me haya gustado, es que no la he entendido. La sutileza de los bostonianos, sus chistes y cotilleos no los entiendo. Las habladurías y comentarios de las personas egocéntricas me aburren y cansan. Es lo que tiene ser un descreído.

jueves, 22 de octubre de 2020

§ 2.044. Sangre sabia (El profeta del diablo) (John Huston, 1979)

 

Última de Huston que me quedaba por ver, en una filmografía brillante pero para ir en algunas ocasiones excesivamente pretenciosa, hay películas suyas que no me gustan nada. Otras que no entiendo, otras que me parecen sobrevaloradas por la crítica y por el público, de esas que dices que tienen que ser buenas porque mucha gente las ha visto. 

Las películas sobre el Sur rural americano me dejan indiferente, no llego a conectar con la historia, me parece muy provinciana, me gustan más las historias cosmopolitas, elegantes, con temática glamurosa, con vistosas mujeres y policías corruptos.

Lo del predicador que monta una religión para no se sabe qué, la verdad, me cansa y me aburre, bastante además. El actor principal es Brad Dourif, que para mi siempre el policía corrupto de Arde Mississippi. Me ha parecido bastante aburrida, sin demasiado sentido, marginal para mi en su filmografía. Un codazo.

La única que me quedo con ganas de volver a ver es Dublines, su último obra que vi en un momento que no había visto tanto cine y, por tanto, mi juicio no era tan bueno como debía ser.

El listado completo de sus obras, sin contar documentales es el siguiente:

El Halcón Maltés (1941); Como ella sola (1942); A través del Pacífico (1942); El tesoro de sierra madre (1948); Cayo Largo (1948); Éramos desconocidos (1949); La jungla de asfalto (1950); La reina de África (1951); Medalla roja al valor (1951); Moulin Rouge (1952); La burla del diablo (1953); Moby Dick (1956); Sólo Dios lo sabe (1957); Las raíces del cielo (1958); El Bárbaro y la Geisha (1958); Los que no perdonan (1960); Vidas rebeldes (1961); Freud, pasión secreta (1962); El último de la lista (1962); La noche de la iguana (1964); Reflejos en un ojo dorado (1966); La Biblia. En su principio (1966); Casino Royale (1967) [Kenneth Hughes, Val Guest, Robert Parrish, Joseph McGrath, Richard Talmadge]; Paseo por el amor y la muerte (1969); La horca puede esperar (1969); La carta del Kremlin (1970); Fat City, ciudad dorada (1972); El juez de la horca (1972); El hombre de Mackintosh (1973); El hombre que pudo reinar (1975); Sangre sabia (El profeta del diablo) (1979); Phobia (1980); Evasión o victoria (1981); Annie (1982); Bajo el volcán (1984); El honor de los Prizzi (1985); y Bublineses (1989).

§ 2.043. Paseo por el amor y la muerte (John Huston, 1969)

Fábula de amor medieval. Una de las pocas películas de Huston que me quedan por ver.

Rareza para mi en su filmografía, más acostumbrado a otro tipo de cintas. Es el debut de su hija: Anjelica Huston como protagonista (había hecho dos cosas antes no en un rol tan principal). Es jovencísima de verdad, 18 años, pues nació en 1951. Luego vendría una carrera maravillosa, con grande papeles y una notable influencia en el 'mundillo'. Abuelo, padre e hija tienen Oscar. Todavía me acuerdo de la biografía de John Huston que estaba leyendo cuando nació Rodrigo, por estos días hace trece años lo estaba leyendo.

El actor es Assi Dayan, para mi totalmente desconocido, con pocas películas (20). Es israelí y también ha dirigido algunas películas (3).

Un viaje de un chico desde París hacia el Mar (se supone que del norte), por el que pasa por las tierras de un noble con una hija de la que se enamora. Después de la matanza en el castillo del señor que le había dado comida y cobijo la noche anterior (el padre de la damisela) todo se complica. La muchacha está viva, al otro lado del valle: empieza la aventura.

No me ha gustado. Tampoco la he seguido con demasiada atención. Hay un tipo de películas que veo por verlas, por terminar un director, o finalizar una saga, etc. De Huston me quedaban dos por ver: esta y la de Sangre Sabia. Esta semana las acabo.

Estoy en casa, recluido, no tanto por el virus, que también, sino, sobre todo, por la convalecencia de la segunda operación de desprendimiento de retina. Intento no preocuparme demasiado, pero, la verdad, es una situación un poco preocupante. No me siento bien sin ver por el ojo, aunque me dijo el médico, por activa y por pasiva, que podía ver una película...

miércoles, 21 de octubre de 2020

§ 2.042. Barco a la deriva (John Ford, 1935)

 

Una costumbrista de Ford, con un actor que, al parecer era un fetiche del director: Will Rogers, con el que ya rodó otras dos películas y que murió rodando esta, cuando estaba ya prácticamente rodada. 

Ford no estaba muy contento con el trabajo de producción de la película. Según el libro de sus películas que leo para cada cinta que veo al parecer el productor corto partes de las escenas cómicas que había rodado que eran las que daban entidad y plasticidad a la trama, al desarrollo. 

No son estas películas costumbristas las que más me gustan de Ford. Las veo porque pretendo tener una cierta cultura cinematográfica, y porque forman el gusto la apreciación propia. No suelo sorprenderme, en el sentido de que no me conmueven, pero me he llevado alguna sorpresa: La patrulla perdida, Prisioneros del odio o el Joven Lincoln, que me pareciendo muy interesantes, más allá de otras de la época que, al menos para mi, son obras de arte magníficas: El delator, Corazones indomables o Huracán sobre la isla...

Luego vendría toda la concatenación de obras maestras desde La diligencia hasta... 7 mujeres.

§ 2.041. Un hospital en las nubes (Lew Landers, 1937)

 

Interpretada por John Beal y Joan Fontaine es una historia clásica, un melodrama. Cirujano que le gusta volar y que tiene un accidente volando. Conoce a una enfermera que le ayuda a superar sus miedos y a volar de nuevo, encontrándose a sí mismo.

Típica historia cinematográfica, hombre sometido a una culpa que se redime enfrentándose a ella.

Landers es, como se dice en Wikipedia, un director muy prolífico, típico hombre de estudio, de sueldo fijo por trabajar haciendo películas, sean estas dos o diez. En Filmaffinity dice que rodó 111, desde 1934 a 1963, treinta años de películas.

John Beal, para mi un auténtico desconocido, también rodó numerosas películas. Joan Fontaine, uno de los últimos mitos del cine, en una de sus primeras películas, la primera de protagonista.

§ 2.040. You're the One (Una historia de entonces) (José Luis Garci, 2000)


Intimista, recogida, delicada. Retrato de una época conocida para los españoles, finales de los 40. 

Julia sufre una depresión por el encarcelamiento de su novio, un destacado pintor antifranquista. Es la hija de una buena familia: culta, delicada, licenciada y con pretensiones de escritora, licenciada en Filosofía y Letras, participante de un teatro experimental. Una época, mujer de otra  la de ahora. 

Para superar la situación se refugia en una casa solariega que la familia tiene en Asturias, en un pueblecito pequeño llamado Cerralbos del Sella. Allí vivió los veranos de su infancia y se reencuentra con Clara la guardesa de la casa, con el maestro de escuela, con la nuera de la guardesa Pilara, con el cura, con una forma de vivir diferente.

Se aprecian los tópicos de la vida de entonces, los cines, los niños en la escuela, los cómics (El guerrero del antifaz), con la vida cerrada pero con la naturalidad de la vida sencilla.

Música, mar, tranquilidad y paz rodean a Julia, interpretada por Lydia Bosch de manera bastante potable, con credibilidad y sosiego, con pausa y naturalidad. La iconografía, los decorados de la iglesia, de la escuela (las fotos de Franco y José Antoni, con el crucifijo), el pelo y la ropa de todos los actores, incluyendo la protagonista, su pelo especialmente, el bar donde se proyecta "Sospecha", la ropa de los niños, sus carteras, zapatos y calcetines, todo muy bien del escorado. Y la música, como siempre, repetitiva y reiterativa en su filmografía. Suena recurrentemente una ópera, que es "Alfredo", quizá el nombre de su novio.

Las referencia al cine son muchas: Sospecha, una de Lubitsch de la que se ve el título, Tres lanceros Bengalíes, Si no amaneciera, con una referencia del cura a La Canción de Bernadette. El cine enseña cosas dice la Guardesa, en una conversación con el cura del pueblo en el café del pueblo.

Julia Gutiérrez Caba como la guardesa, Juan Diego como el cura, Ana Fernández es la nuera de la Guardesa, Iñaki Miramón hace maestro de cura, Manuel Lozano que debe ser el niño, Fernando Guillén que es el padre de Julia aunque interviene muy poco, Carlos Hipólito, Marisa de Leza que debe ser la madre de julia, Jesús Puente que sale un momento como psiquiatra.

martes, 20 de octubre de 2020

§ 2.039. El bazar de las sorpresas (Ernst Lubitsch, 1940)

Una comedia ligera de una grande de verdad. El auténtico Rey de la Comedia, aunque seguramente el nombre no sea el correcto. Por dos razones, porque lo que hace es mucho más comedia, y, en segundo lugar, porque probablemente al director no le gustaría que se emplease ese nombre.

Es una genialidad. De una modernidad absoluta. Con unos diálogos mordaces e ingeniosos. Trabajo, familia, miedo a lo que pueda pasar. Es una maravilla. La pareja romántica es la compuesta por James Stewart, Margaret Sullavan. Nada que decir de Stewart, que es uno de los actores favoritos de todos. Margaret Sullavan para mi es una desconocida. Casada con Henry Fonda y después con William Wyler, además de con otros dos hombres relacionados con el espectáculo de Hollywood.

A veces me cuesta ver las películas de Lubitsch, pero una vez que le cojes el tranquillo funcionan perfectamente. Da gusto ver este tipo de cintas, de una actualidad vital impresionante.

§ 2.038. La senda tenebrosa (Delmer Daves, 1947)

 
La vi la última vez en marzo de 2017. Me pareció una maravilla. Ahora me ha gustado más.
Es atrevidísimo comenzar una película sin que se vea el protagonista, pero en esta película se borda.
Humphrey Bogart, Lauren Bacall en estado de gloria.
Guión, personajes, trama y una forma de narrar lineal y sobria que hace que la película pase rápido. Son dos horas, pero se pasa rápido.
Para mi una de las películas míticas de cine negro.
Los golpes de suerte que tiene el protagonista a lo largo de su peripecia vital desde que sale de prisión hasta que encauza su actuación. No es razonable ni verosímil pero el cine trata, precisamente, de eso. De ficción, de cosas poco creíble que acontecen, una vida sustitutiva, una vida de repuesto, algo para ser mejor, para llevar la vida, para vivir mejor, para ser más feliz.  Con el cine la vida es mejor. Sencillamente.

lunes, 19 de octubre de 2020

§ 2.037. Shutter Island (Martin Scorsese, 2010)

Terror psicológico de un policía que pretende exorcizar la aterradora muerte de su mujer en un incendio buscando al que lo provocó en un centro psiquiátrico, una especie de penal en el que se realizan prácticas poco ortodoxas, una especie de mezcla entre medicina farmacológica y lavado de cerebro. 

El policía, además, sirvió en el ejercito de EE.UU. y liberó un campo de concentración, por lo que recurrentemente se le aparecen visiones de los judios exterminados por el frío y por lo campos de la muerte.

Una historia un tanto rocambolesca, poco lineal y sujeta a interpretaciones varias que no consiguen el resultado pretendido, al menos desde mi punto de vista. Es una buena película, pero no de las mejores del director. Sueños, pensamientos, miedos, alucinaciones, drogas del cerebro, pensamientos paranoicos y autodestructivos, cuyo resultado es una cinta de resultado mediocre.


§ 3.378. Los ojos de la noche (Jesús Franco, 1970)

  Algo hay que reconocerle a Jesús Franco, la capacidad de montar proyectos, películas, y lanzarlas al mercado. Le tengo fichadas 156 pelícu...