martes, 28 de febrero de 2023

§ 2.962. Miedo a salir de noche (Eloy De La Iglesia, 1980)

 

Me la ha recomendado un tuitero y me ha motivado para verla. Tiene la gracia de las cintas de los años 80 en nuestro, pero con la acidez y la crítica de un director de los que no se mordía la lengua y que tuvo muchas trifulcas con la censura.
He visto varias cosas suyas, y la que más me ha gustado ha sido El Diputado, dos años antes que ésta.
La película tiene una mordacidad y una retranca verdaderamente inteligente. 
Toca todos los tópicos posibles en la época: el matrimonio burgués, la madres franquista, la sesentona picara y cachonda, el vecino comunista que fue encarcelado en otra época, los miedosos, la secretaria solterona. Y deja una crítica social muy evidente. Vista cuarenta y tantos años después sigue teniendo toda su vigencia.
No deja títere con cabeza. La voracidad de la banca, la mierda del chanchullo sindical, la desidia de la policía, el esperpento de la policía, el miedo a la libertad, los miedos colectivos -paro, inflación, delincuencia- y las esperanzas individuales. 
Me ha gustado mucho José Sacristán, como siempre. Y también tiene su gracia Tina Sáinz. Antonio Ferrandis en su papel de descocado mayorcete tiene su punto de verdad.
Es una cinta que sólo se explica y se comprende desde el mercado español.

lunes, 27 de febrero de 2023

§ 2.961. Almas de metal (Michael Crichton, 1973)

 

Mítica cinta de ciencia ficción que no parece haber envejecido nada mal. Un mundo idílico al servicio de las vacaciones de los más pudientes: ir de vacaciones al salvaje Oeste. Una idea en sí misma delirante, pero que da muchísimo juego al guión y al discurso cinematográfico.
Es una auténtica vacilada de cinta, con una imaginación prodigiosa y anticipándose muchos años a Matrix y otras cintas futuristas como "Cuando es destino nos alcance", de Fleischer. 
Es un entretenimiento más que divertido, que además permite reflexionar sobre algunas cosas: la realidad que nos vende el mundo consumista, los límites de la realidad y del entretenimiento y la diferencia entre el bien y el mal, que es, probablemente, el tema de nuestro tiempo.
Me ha gustado Yul Brynner, en un papel difícil para todo un vaquero, para un hombre de raza siempre especializado en papeles de hombre viril, duro y con un marcado carácter. A Richard Benjamin no lo tengo por un actor conocido, aunque sí tiene una buena cantidad de cintas y no le ha faltado trabajo. Mejor James Brolin, con una apostura y una guapura 'reventona' descomunal. Tenía que ser un hombre muy guapo, muy apuesto.

§ 2.960. Recuerdos (Woody Allen, 1980)

 

Dicen que es un remake de 8 ½ de Fellini. Me parece un comentario muy aventurado. Me parece del todo estúpida. No creo que ni siquiera pueda considerarse una cinta. Parece más un ensayo, una digresión, un relato deslavazado, impulsivo. Con ideas y recursos propios pero que no acaban de conseguir unirse cabalmente en algo parecido a una película organizada. 
No me ha gustado nada. Ni siquiera la reconozco como una cinta memorable. Le veo porque es de Allen, porque quiero ver todas las suyas, pero no me agrada.
Lega a ser pesada, esa superposición encadenada de 'imput' visuales sin demasiada conexión unos con otros para intentar construir un relato. No me ha gustado nada.

domingo, 26 de febrero de 2023

§ 2.959. Intemperie (Benito Zambrano, 2019)

 

El libro de Jesús Carrasco no es que me gustase, es que me quedó absolutamente estupefacto. Una maravilla de narración, bien trillada, perfectamente ensambladas las historias y los personajes, con fondo moral y con una cierta estética de Western.
La película es fiel reflejo de la novela, pero no recuerdo que robase un reloj en la novela.
La película es muy buena. Un Western rural patrio, una historia dura y seca, en la que en ningún momento avizoras los motivos por los que el niño huye, aunque fácilmente te los puedes imaginar. 
La ternura como nueva sensación en el pastor es la piedra sobre la que gira toda la cinta. No había tenido nunca esa sensación y cuando la experimenta no quiere dejar de tenerla. 
La sensación de soledad y desarraigo está muy bien conseguida, así como la de huida y miedo. 
Los actores están magníficos: Luis Tosar como el pastor, tan magnífico como siempre, Jaime López como el niño, y Luis Callejo como el capataz, que da verdadero miedo y asco. Tres personajes muy bien logrados.
Las escenas de violencia son terribles, de una brutalidad salvaje, como en la novela. No se ahora la más mínima crueldad. Es claro que tiene un propósito muy definido. Y políticamente también tiene su lectura. Es evidente.
Me ha gustado mucho. 

§ 2.958. Relato criminal (Joseph H. Lewis, 1949)

Joseph H Lewis es un director más que interesante. Dominaba el oficio y eso se nota en sus cintas. Un clásico del cine negro, con dos o tres cosas que son todo un clásico.
Esta en concreto no la tengo por muy conocida. Es oscura, cerrada y algo asfixiante. Intenta, más o menos, adentrarse en las entretelas de la detención del contable de un mafioso. De una manera u otra es un remedo de la detención del mafioso más famoso de todos los tiempos, Al Capone. 
Un sobrio Glenn Ford acompañado de una guapa y también sobria y elegante Nina Foch dan vida al núcleo amoroso del policía de hacienda que va detrás del tema.
Es una cinta interesante, sin más.  Un poco plana, sin demasiado pulso.

sábado, 25 de febrero de 2023

§ 2.957. Autostop al infierno (Felix E. Feist, 1947)

Pues es una cinta estupenda. Me recuerda, inevitablemente, tanto a Detour de Ulmer y al Autoestopista de Ida Lupino.
Un planteamiento sencillo, incluso simple, un desarrollo convencional, pocos recursos técnicos pero un manejo solvente de los actores, del montaje y del tiempo.
El resultado es, sencillamente, estupendo. No tiene el 'punch' de las dos citadas, especialmente la primera, pero funciona de verdad. Un ritmo prodigioso, en el que no sobra un minuto y unos actores eficientes hacen el resto.
Del director sólo he visto una cosa y no me acuerdo de ella: La Ley de la fuerza (1952). Ni siquiera la tengo fichada en las diversas bases de datos que manejo.
Tengo que ver más cosas suyas.

 

§ 2.956 Depredador (John McTiernan, 1987)

 

Qué cosa más bizarra. La he visto varias veces, no menos de tres, quizá cuatro. Es una maravilla. Me encanta. No sé qué le pudo pasar a John Mc Tiernan, porque no se puede empezar con más fuerza en el mundo de cine como él. Ésta, La jungla de Cristal y La caza del Octubre Rojo. Vaya comienzo...!!!
Lo que me gusta de la cinta es lo bien que está montada. Más allá de los efectos especiales, que también son una verdadera maravilla, el montaje patrocina una tensión muy lograda, una sensación de peligro y emoción.
Los actores tienen esos clip del cine 'ochentero' que pasados los años queda un tanto pastoso. Pero funciona. La segunda parte no tiene nada que ver, es otra cosa. Mucho pero, pero no es del director.

jueves, 23 de febrero de 2023

§ 2.955. La gitana y el caballero (Joseph Losey, 1958)

 

Me gusta Losey, siempre me ha parecido un director la mar de interesante, pero esta cinta no la veo en su filmografía. Comienza como un melodrama, y si hubiera evolucionado hacia el retrato de una obsesión -que probablemente era la pretensión del director- hubiera tenido sentido. Peor queda a medio camino entre una novela costumbrista y un thriller erótico sexual de obsesiones incorregibles y ambiciones despiadadas. 
Ni siquiera la catalogaría como una cinta reconocible de Losey.
Interesante reparto con una Melina Mercouri espectacular, muy guapa.

miércoles, 22 de febrero de 2023

§ 2.954. Justicia para todos (Norman Jewison, 1979)

Drama judicial de buenos propósitos pero de resultado moderado. Con aíres "setenteros": nuevas ideas en las profesiones y oficios, libertades nuevas (de creación, de imagen, vestimenta, sexuales...) y también nuevos aires en el ejercicio de las profesiones, también de la abogacía.
Un buen Al Pacino, joven y con ganas da vida a un abogado con un punto idealista propio de aquellos años que se enfrenta a la defensa de un magistrado que en su vida se ha comportado con una estricta aplicación de la ley, incluso en supuestos fronterizos o límites.
Es cierto que parece un poco liosa a veces, demasiado 'simplona' otras, pero se deja ver. Me ha gustado ver a Lee Strasberg (en su última película para la pantalla grande, luego hizo varias cosas para la televisión), y a Jack Warden.
También muy interesante John Forsythe, varonil y con una apostura de la época: alto, con bigote, muy bien vestido.
Jewison es un director más que correcto, interesante y con buenas cosas. Tiene ese punto comercial que gusta a la industria. A veces con calidad y buen resultado, y otra no tanto, como pasa en ésta. Que no llega despuntar del todo. Además le sobre metraje.

martes, 21 de febrero de 2023

§ 2.953. Al este de Sumatra (Budd Boetticher, 1953)

 

Aventuras y Boetticher, buena combinación. Con un Jeff Chandler tan bien dotado para este género como para cualquier otro, un buen actor, sólido y eficaz, un grande. Se acompaña de Marilyn Maxwell, una actriz poco conocida para mi, y con el brutalmente honesto Anthony Quinn, verdaderamente uno de los más grandes. También actúa Suzan Ball, una actriz, por lo que he leído, con verdadera mala suerte, apagada su estrella y su vida con tan sólo veintiún años.
Ese año el director rodó cuatro películas, dos Western y dos de aventuras. Todas cortadas por el mismo patrón: bajo presupuesto, guión ágil y rápido, buenos secundarios, espacios abiertos, música bien trabajada y metraje contenido.
El guión parece inteligente, el propósito es más que interesante, pero el resultado no es especialmente brillante. He visto cosas mucho más brillantes de Boetticher.

§ 2.952. Raíces profundas (George Stevens, 1953)

La primera vez que la vi (sólo la he visto una vez) me pareció buena, incluso muy buena. Estaba equivocado. No es buena, es extraordinaria. 
No tengo a Stevens por un constructor de Western, ni mucho menos. Lo sitúo en el melodrama, en las películas de situación, pero no en espacios abiertos, en tiros y ganado y cercas. No sé ni siquiera si rodó otras del Oeste (no es un director que haya cultivado, más allá de los obvio) pero esta cinta le quedó absolutamente redonda.

lunes, 20 de febrero de 2023

§ 2.951. Sonrisa de una noche de verano (Ingmar Bergman, 1955)

 

Dese, pasión, enamoramiento, celos, tensión sexual no resuelta, y un tono legro de comedia que no suele ser la tónica habitual en Bergman. 
No llego a catalogarla en su filmografía. Es interesante, como todo lo suyo, pero me resulta poco interesante. Hay que situarla en su contexto, en su tiempo y lugar. Y eso quizá explica su dinámica.
La separación del sexo del afecto no parece un camino insensato para una narración dramática, pero está lejos de funcionar. Sobre todo en el estereotipo de hombre que cuenta.
No me ha gustado especialmente. No encajo en ese todo de comedia ligera que le da el director.
Parece una screwball americana, una comedia de situación, pero con circunstancias poco usuales, algo forzadas. No creo que sea el tono ideal para sus reflexiones.

domingo, 19 de febrero de 2023

§ 2.950. Juegos de verano (Ingmar Bergman, 1951)

Una película más convencional que otras del director sueco. No tan cerrada y circular. Una trama más 'desarrollada', más lineal, menos pétrea. Y cuando narra de esta manera me gusta menos que cuando es más él. 
Pero esta cinta es de las más interesantes. El guión podría estar firmado por Turgeniev. El recuerdo del amor de verano, de las primeras emociones afectivas de ese juego, la virginidad de los afectos y las ilusiones de la vida. La apreciación retrospectiva de lo que fue quizá es más bonita, en realidad, que la propia experiencia vivida. Porque la infancia no siempre es ese lugar idílico que nos muestran las películas. Es cierto, sin embargo, que recordarlo, vivirlo de nuevo, tiene una potencia emocional reconfortante. 
Pero no es de las películas que más me han gustado de Bergman. De él espero otra cosa. La turbiedad de la locura, la esquizofrenia de las rupturas, el recuerdo de la culpa y la violencia del deseo. No una historia de amor juvenil y su edificante recuerdo. Siendo una cinta bonita no es lo que yo espero de él.
Tengo a esta etapa de Bergman como de aprendizaje del medio. Quizá sea Noche de circo (1953) su primera película 'distinta', donde comienza a explorar otra forma de narrar, de expresarse. Y a partir de hay comienzan lo que considero su mejor etapa, que dura treinta años...

sábado, 18 de febrero de 2023

§ 2.949. Pasión (Ingmar Bergman, 1969)

Sorprendente, como siempre. Relaciones maduras, adultas, sentimientos complejos, difíciles, emotividad abstracta. Complejidad frente a simplicidad. 
La conquista de la felicidad conyugal es una de las tramas profundas que subyacen en toda la obra de Bergman. Es más, es su tema. Más que otros siquiera. La complejidad de las relaciones del día a día. La armonía interior de la vida matrimonial. Las dificultades de la pasión, de la pulsión sexual, de las tensiones de poder y dominio. 
El fracaso de un matrimonio y la presencia de una mujer que ha sufrido un accidente y a la que ha abandonado su marido son los personajes con los que se encuentra el protagonista, un hombre recién divorciado  que vive en una isla solitaria, de esas que abundan en el báltico.
Max von Sydow, Liv Ullmann, Bibi Andersson, y Erland Josephson son los personajes de la trama.
Lo que me gusta de la forma de rodar de Bergman es la frialdad que muestra en la exposición de las imágenes, como si no tuviese intención de hacer algo cálido. Como si a propósito pretendiese ser frío, distante, alejado, fuera de la trama, no implicado. Como si no le interesase realmente lo que cuenta. Expone lo que es, porque está presente. Es un narrador omnisciente, lineal y desinteresado. No valorativo. Es el espectador quien debe dar corporeidad moral y ética al discurso, a la narración. Por eso he defendido siempre que las cintas de Bergman hay que verlas por la mañana, a primera hora, cuando tu cuerpo y tu mente están más despiertos, sin que hayan recibido muchos estímulos a los largo del día. Ver esta cinta por la mañana es una experiencia, verla por la tarde otra bien distinta, menos intensa y carnal. Algo parecido me ha pasado siempre cuando leo algún ensayo difícil, algún texto que se maneja en términos abstractos.
 

viernes, 17 de febrero de 2023

§ 2.948. La venganza del monstruo (Jack Arnold, 1955)

 
Me gustó mucho "La mujer y el monstruo", del año anterior. Esta es su secuela. Mismo personaje, misma temática, misma historia... te ahorras mucho en explicar cosas. Digna secuela, no obstante. Puro entretenimiento. Aquella fue la primera película que vi del director, ahora he visto muchas más. Entre ellas sus magníficos Western,  realmente notables.
Bajo presupuesto, mucha imaginación y cortos plazos de rodaje y montaje. Dobles sesiones de cine de los años 50 en el desarrollado EE.UU. No tiene la frescura ni la fuerza de la original cinta, la primera de una serie que conoce una tercera cinta, ya no rodada por Arnold. El hecho de que se desarrolle en un oceanográfico y no en la selva, como la original, le resta intensidad e incluso interés. Es algo tediosa en su segunda mitad, se pierde la intensidad y por momentos llega a aburrir. Además es tremendamente previsible.
He visto a 'tito' Clint (Eastwood) en un pequeño papel, muy secundario, pero con 'frases'. Es su segunda presencia en pantalla.

§ 2.947. Arizona, prisión federal (Delmer Daves, 1958)

Alan Ladd y Ernest Borgnine. Qué puede salir mal. Nada. Es perfecto. Un buen guión, un metraje muy moderado, corto incluso, una escenografía clásica en un Western es igual a luna película bastante entretenida. 
Se dice que es un remake de La Jungla de asfalto (John Huston, 1950), pero no le veo la semejanza por ninguna parte. Pero por ninguna, ni desde el punto de vista estético, ni en el trasfondo, ni en el moral. Ni en nada. Allí era la planificación de un atraco y las vivencias para reclutar al personal. Aquí es una búsqueda de oro de un protagonista y de venganza de otro.
Me gusta Delmer Daves. Una mezcla de artesano y de cineasta de estudio, del sistema de producción en serie de películas de cine.

jueves, 16 de febrero de 2023

§ 2.946. Blue collar (Paul Schrader, 1978)

Primera película de Schrader y una de sus más recordadas obras. Cuenta bien la precariedad laboral de los operarios de la factoría, su desesperación, la búsqueda del dinero, sus necesidades. También lo aburrida que son sus vidas, su falta de futuro y la depresión que le provoca pensar en su futuro. Hasta cierto punto espanta un poco apreciar que el sueño americano de los coches se fraguaba sobre el sudor de unos trabajadores mal pagados y prácticamente explotados.
Es muy verosímil, incluso realista, con un formato muy directo, 'neorealista postmoderno' podríamos catalogarlo.
Tiene dos partes bien diferenciadas. La primera narra las vicisitudes de la vida de los operarios, mientras que en la segunda se estudia el golpe. Algo amateur, improvisado y movido únicamente por la necesidad. La sorpresa será tremenda.
Los tres actores están magníficos: Richard Pryor, que siempre le catalogo como 'gracioso sin gracia', un tipo de cómico que no me agrada; Harvey Keitel, tan duro como siempre, pétreo y animal; y Yaphet Kotto, que me ha sorprendido, pues le tenía como alguien muy menor pero que le un aire de autenticidad enorme.
Una buena película que no ha envejecido nada mal. Antes al contrario, se puede seguir viendo con perfecta actualidad.

miércoles, 15 de febrero de 2023

§ 2.945. Mil ojos tiene la noche (John Farrow, 1948)

 

Una mezcla de cine negro y fantástico. Las facultades telequinésicas estaban de moda en los cuarenta, siempre lo han estado, y explotar esa vía es interesante como recurso cinematográfico. En este caso es un mago de feria quien, después de años de embustes y mentiras, realmente comienza a tener premoniciones que se cumplen, indicios de que algo va a ocurrir, generalmente de naturaleza truculenta. Aunque también adivina números de la lotería o para hacer negocios en bolsa.
Los augurios en vez de ser una especie de bendición se convierten en una condena. Sabe lo que va a pasar pero no puede hacer nada.
Interesante Edward G. Robinson sobre el que pivota toda la cinta. 
Un metraje civilizado, un resultado imprevisible y una música de fondo machacona completan los elementos del teatro.
Atrás queda una historia de amor y otras cosas.
Un resultado interesante, no del todo redondo, pero ciertamente entretenido.

martes, 14 de febrero de 2023

§ 2.944. El vigilante de la diligencia (André De Toth, 1954)

 

Historia de una venganza. Muy bien rodada, en paisajes naturales, con travelin y recursos fílmicos más que oportunos. Un gran color y una música muy propia. Una más del Oeste, de esas de doble sesión que pro metraje ponían antes de la película 'estrella' del sábado tarde en los cines de medio mundo.
Me gusta De Toth, es un director sólido, sabe hacer las cosas, no se va por las ramas y siempre tiene argumentos. No se desperdicia ni un minuto de la trama. Me gusta mucho la voz en off, que sirve para explicar cosas que necesitarían más metraje para ser expuestas.
Después de exponer muy bien la trama, en menos de 10 minutos, se detiene, quizá innecesariamente, en aspectos poco trascendentes.
Puede leerse como un estudio sobre la (mala) fama, los prejuicios y la manera en que en un sitio cerrado los bulos, las medias mentiras y las insinuaciones interesadas se propagan de manera rápida. A veces es más fácil creer que comprobar, dejarte llevar por los perjuicios a analizar la realidad de lo acontecido. 
No es exactamente Sólo ante el peligro, de dos años antes, pero tiene algunos puntos en común. Es peor cinta, menos dramática y con un estudio del personaje principal menos desarrollada, pero puede alojarse en el mismos casillero.

lunes, 13 de febrero de 2023

§ 2.943. Horizontes del Oeste (Budd Boetticher, 1952)

 

Otra más del Oeste de Boetticher, y me quedan muy pocas para acabar con toda su filmografía del género. He visto, creo, sus principales aportaciones. Un grande del género. Un grande del cine.
Aquí sin Randolph Scott, que ya es decir. Un color muy acentuado, supongo que rodada con gran presupuesto y actores muy cotizados: Robert Ryan, tan eficaz como siempre; Rock Hudson,  guapo a rabiar, varonil y tremendamente eficaz; y Julie Adams, guapa actriz reconocida en otras obras (La mujer y el monstruo, Jack Arnold 1954, y Horizontes Lejanos, Anthony Mann, 1952) aunque de las especialmente conocidas. También está Raymond Burr un actor muy de la época, siempre en papeles de persona dura y con poco escrúpulos.
Un relato de desengaño, de ambiciones, de hermanos enfrentados, de dinero fácil y de sueños rotos. Modos diferentes de afrontar el pasado tras la guerra de secesión.
Eficaz cinta, bien narrada la historia, como en todas las del director con un metraje muy contenido, una música cuidada y un color muy vivo, muy elevado. Resultado decente.

domingo, 12 de febrero de 2023

§ 2.942. Cría cuervos (Carlos Saura, 1976)

 

Celebérrima cinta de Saura. Probablemente la más recordada junto con La caza (1966). Un cine muy visual, reconocido por nuestros ojos. Tranquilo en su discurso pero firme en sus postulados. Duro y con temas escabrosos. Las dos que he visto suyas: La caza y Deprisa, deprisa (1981) me han parecido magníficas, especialmente la primera, auténtica obra de arte del cine español. Bueno, obra de arte del cine, sin más. Sin restricciones. 
No es difícil apreciar que la discordancia de la niña, que aprecia una realidad distinta a la que es, puede leerse en la clave política que vivía España en aquellos años de la transición. Un régimen que agonizaba pero no fenecía y una nueva sociedad que todavía no había eclosionado del todo.
Tampoco es complicado apreciar una crítica a esa verdad tan asumida en nuestras vidas de que la infancia es la mejor etapa de la vida, un lugar seguro, un refugio contra las inclemencias de la vida. Coincido bastante con esa visión de la infancia. No creo que la mía fuera especialmente satisfactoria. No la recuerdo mala, ni traumática, ni nada parecido, sí la recuerdo tranquila, protegida y arropada. Pero, como dice la protagonista, era una época de incertidumbre, de miedos y de no saber. Pasaba el tiempo, sin más. Y tú en él. Y tú con él.
La cinta no me ha gustado tanto como las otras dos citadas. Es una historia que se explica muy bien en el momento en que fuer rodada, pero que quizá no ha envejecido tan bien como otras suyas, perfectamente visitables en la actualidad. Tiene, además, esa lentitud cansina, que se hace más acusada al manejarse con niños. No me suelen gustar las cintas rodadas con niños. Me cuesta entrar en ese mundo suyo tan singular, en su forma de ver las cosas. En esta cinta además de esas dificultades se suman las disociaciones de la niña y sus alucinaciones. 
Me ha gustado mucho el relato de mujer rota de Geraldine Chaplin, y la frescura en el garbo y en la mirada de Mónica Randall, que la tengo por una actriz de complemento pero que quizá tiene más desarrollo que todo eso.

§ 2.941. La caza del octubre rojo (John McTiernan, 1990)

 

La he visto muchas veces. Es muy entretenida. 

sábado, 11 de febrero de 2023

§ 2.940. Pasaporte a la fama (John Ford, 1935)

 
Vaya año 1935 para Ford. Además de una auténtica obra maestra como es El Delator, hizo otras dos. Esta y Barco a la deriva, que no es mala cinta. Era evidente que estaba a toda máquina: el siguiente año: El Arado y las Estrellas (cuestionable obra cortada y mal montada), María Estuardo, y Prisionero del odio, el anterior: Paz en la tierra, El Juez Priest y La patrulla perdida, que me pareció magnífica.
Desde luego eran sus años más prolíficos. Más tarde, con más reposo no haría tres cintas por año de manera regular. Tendría más aplomo. 
Esta cinta no es de las prototípicas de Ford. Una singular comedia de situación, con ribetes de cinta policíaca. Pero se deja ver, no tanto esa vez por Edward G. Robinson, que está bien, como siempre, sino, sobre todo por Jean Arthur, que está verdaderamente deslumbrante.
Me ha gustado, pero está lejos de las maravillas de Ford.

§ 2.939. Enemigo a las puertas (Jean-Jacques Annaud, 2001)

La vi hace muchos años por primera vez. Me pareció interesante, poco más. No ha mejorado mi apreciación sobre ella. Lejos de las mejores películas del director, un tipo realmente interesante. Los duelos a rifle son interesante, pero nada más. No aporta gran cosa y más allá de las escenas emotivas poco tiene que decir. 
El elenco de actores es más que interesante: Jude Law, Rachel Weisz, Ed Harris, y un magnífico y verdaderamente aterrador Bob Hoskins, que hace un papel estupendo, lleno de credibilidad.

jueves, 9 de febrero de 2023

§ 2.938. Regreso al planeta de los simios (Ted Post, 1970)

Bueno. No tiene nada que ver con la primera entrega. Se deja ver, es entretenida, que es lo que pretende, pero poco más. La original es una distopía magnífica, bien construida y perfectamente engrasada. Esta sigue su saga, meritoriamente, pero no deja de ser una continuación mediocre de una idea brillante. 
El trabajo de guión es contundente, y muy imaginativo. Los efectos especiales tan logrados como en la original y el propósito de libertad que anida en la determinación de los humanos idéntico. No es de las peores sagas que se han podido ver en el cine. De las otras tres que completan la saga original sólo he visto la película número cuatro, de J. Lee Thompson, que también rodó la quinta.
Una película más, sin más. Decente continuación, pero no brillante.

miércoles, 8 de febrero de 2023

§ 2.937. El carnaval de las tinieblas (Jack Clayton, 1983)

 

Otra de niños de Clayton. La anterior no me gustó demasiado, la verdad. Y por lo que llevo de esta tampoco va a ser santo de mi devoción.
Una producción de Disney que desembarcaba con toda su potencia en un cine algo más adulto, alejado del cine estrictamente dirigido a los niños: infantil y de animación. Por lo poco que he podido leer la producción fue 'movidita', con cambio de guionistas sobre la marcha, modificación de la partitura original, filmación extra de algunas tomas, enfado por parte del escritor de la novela que había trabajado también en el guión, fuga de algunos actores que se comprometieron a particular y abandonaron -por las razones que fuese- el proyecto, y demás zarandajas... lo que llevó, al parecer, a ser un verdadero fracaso en taquilla.
No sé muy bien qué nos quiere decir el director. Si es una crítica al paso del tiempo, si una ventana a la imaginación, si la exposición de una visión infantil de la realidad, si una crítica fantasmagórica de la sociedad, si una crítica de la verdad. No lo sé. Si es cierto que surge la fascinación por la historia, que no sabes dónde te lleva, pero no me parece suficiente para elevar la cinta. Por momentos se deja ver, sobre todo cuando no sabes distinguir si estamos apreciando la verdad o lo que los personajes imaginan. 
Quizá la elección de Jonathan Pryce  como el señor Dark no parece la más apropiada. Demasiado sofisticado y sin llegar a provocar ni miedo, ni insatisfacción. Le falta carisma y glamour.
Jason Robards está  bien, aunque él puede hacer cualquier papel. Es un gran actor, versátil y profundo, de tradición pétrea y sensaciones contenidas. Como padre de uno de los protagonistas está bien, aunque quizá sea excesivamente mayor. 
Me ha gustado ver a Pam Grier, tan vigorosa y tan emocional como siempre que la he visto, aunque no es una actriz que haya seguido mucho.
Cuesta cogerle el punto al tema. El retroceso de la vida, la marcha hacia atrás. Pero no sé si se está manejando algún argumento moral o sencillamente es un estilismo argumental. No sé realmente qué me quiere decir el director. La veo porque me gusta Clayton y porque es atrayente y sugestiva, pero no es un cine que me llegue del todo.

§ 2.936. Caza humana (Joseph Losey, 1970)

Un duelo actoral entre Robert Shaw y Malcolm McDowell en una cinta continuadora del género de las de escape -- y de alguna manera precursora de otras de temática similar como "Papillon" (Franklin J. Schaffner, 1973) e incluso otras similares en cuanto a la tensión fílmica entre dos actores a lo largo de toda la cinta como "La huella" (Joseph L. Mankiewicz, 1972).
La ieda del director es interesante, Losey siempre plantea cosas muy interesante, y el desarrollo de la historia avanza con calma pero en una directriz demasiado intelectual para el escenario que plantea. 
No se narran las peripecias de dos evadidos (no se sabe de dónde) sino que es un estudio detallado de la evasión en sí misma. En 'Un condenado a muerte se ha escapado (Robert Bresson, 1956) la temática es la huida, aquí es la evasión. Son conceptos distintos. En esta cinta la evasión no se sabe si es razonable o no, justa o injusta, ni qué habían hecho los evadidos para estar sometidos. En la de Bresson es evidente que te posicionas desde el primer minuto con el preso que plantea y organiza su fuga del presidio. 
Aquí no sabes qué ha ocurrido, ni por qué. Situándote en la angustia vital que siente el evadido. Allí analizas la esperanza de la fuga, aquí la violencia de la evasión. Dos planteamientos distintos.
Llega por momentos a ser verdaderamente claustrofóbica, sobre todo porque no conoces más detalles que los de la propia evasión, ni te ha mostrado el director más información sobre los evadidos, su pasado o sus delitos. 
Desde luego son dos arquetipos diferentes de seres humanos. Uno duro y curtido en mil batallas y otro menos relacionado con la violencia pero que asume -con desgana- la necesidad de combatir. Por momentos me recuerda, sobre todo cuando correr por el campo, a la sensación que se tiene viendo "Intemperie" (Benito Zambrano, 2019): la intensidad en la persecución, el agobio que se siente al no tener un momento de respiro...
El resultado final es más que interesante. No me parece una cinta tan alejada de los propósitos de Losey. La dominación, que puede catalogarse como una de sus constantes, encuentra una derivación en esta cinta.
Me ha gustado. No es de lo mejor de Losey, que para mi siguen siendo La clave del enigma (1959) y El sirviente (1963), pero me ha gustado.

martes, 7 de febrero de 2023

§ 2.935. Tambores de guerra (Delmer Daves, 1954)

 

Una del Oeste con Daves y Ladd. No puede salir mal. Gran desarrollo, muy bien orquestada y con un resultado interesante, aunque algo plano en el género. Porque a esa altura de siglo ya había unas buenas decenas de obra magnífica del Oeste.
Acompañado de Charles Bronson, otro tipo duro del género y del propio sistema de Hollywood que servía para todo. Hoy bélica, mañana del Oeste, pasado de mafioso.
Aunque tiene un ritmo adecuado, la temática está tan vista y el planteamiento cinematográfico es tan canónico que se hace incluso pesada por momentos. 
Me gusta Delmer Daves, tiene muy buenas cosas. No he visto todas sus cosas pero creo que sí las más importantes, más noticiables o más célebres. Y me gusta. Es un director muy canónico, muy organizado. No le aprecio nada singular por lo que caracterizar su cine. Me parece un director estandar, con calidad pero muy estandarizado.

§ 2.934. Tristana (Luis Buñuel, 1970)

Don Luis Buñuel siempre plantea temas mundanos, pero es capaz de darle una sonoridad y una elegancia visual inusitada, pocas veces vista. El deseo, la redención, el perdón. El sexo, sobre todo el sexo, la pulsión sexual, la capacidad para excitarse, para volver, en este caso, a sentir el deseo, es el motor de la cinta, aquellos que la impulsa.
La presencia casi infantil de Catherine Deneuve me llama mucho la atención. Tenía 27 años cuando hizo la cinta. En Bella de día (1967) que la hizo solamente tres años antes, es decir, con 24 años, parecía mucho más adulta. Cosas del cine. Era una estrella desde siempre, desde que nació al mundo del cine.
Fernando Rey está, literalmente, espléndido. Qué actor, qué maravilla, qué apostura, qué temple, cómo se mete en el papel, qué facilidad tiene para interpretar. 
Franco Nero, que también vale para todo, para esto y para Django, y Lola Gaos completan el elenco principal de la película.
La cinta, al menos eso parece, está rodada en Toledo. Llama mucho la atención cómo estaban las calles, la falta de cualquier tipo de urbanismo medianamente razonable. Las calles sucias, meramente empedradas, sin organizar, las casas desconchadas, sin pintar, desaliñadas. 
La historia es un cuento de liberación, incluso feminista. Pero también es un drama, en toda regla. Enfermedad, soledad, vejez, desamparo y luto.

lunes, 6 de febrero de 2023

§ 2.933. Sin sombra de sospecha (Michael Curtiz, 1947)

 

Cine negro de un clásico del género. Un grande, Curtiz. Uno de los directores más reconocidos de todos los tiempos. 
Tema muy sugerente, diálogos inteligentes y una atmósfera muy cuidada. Gran formato con actores punteros de la época para un resultado interesante, sin más. 
Un poco enredada pero interesante. Le cuesta plantear las cuestiones principales, y aun así hasta que avanza en el metraje no coges el tema. Una muerta que aparece, un asesinato de una secretaria de un guionista de historias de crímenes para la radio.
El asesinato como una bella arte. La pérdida de memoria de la pupila del protagonista nos sitúa en esos escenarios tan propios del cine de aquella época.
La obsesión por el cuadro recuerda, inevitablemente, a Laura (Otto Preminger, 1944). Utilizar a Claude Rains otra vez después de Casablanca (1942) sólo puede verse como un intento de repetir el éxito. Pero en la cinta mítica el peso de la película no lo llevaba él y en esta sí. Y se nota la diferencia. Una cosa es ser actor principal y otra ser secundario.
Me ha gustado pero pertenece a ese tipo de cintas que podrían haber sido totalmente redondas y hay algo que le falta. No sé qué es. Pero algo le falta. Probablemente sea un problema de montaje, de estructura interna, de presentación de las cuestiones que van surgiendo.

§ 2.932. Chantaje contra una esposa (Joseph Losey, 1973)

 

Como todas las producciones de Losey la cuidada escenografía mueve toda la cinta y siempre están al servicio de los diálogos y la trama. Es muy humano, muy animal, muy visual. No es exactamente físico, sino carnal. El diseño de producción gobierna el mundo interior de la cinta. 
La sutilidad que pretende que apreciemos -la devolución de la deuda adquirida por la mujer- se pierde un poco en la dinámica de la vida diaria de la familia. Es una obra de teatro de Ibsen ambientada en la Noruega del Siglo XIX. Probablemente sea más fácil verla en un teatro que en el cine. Al parecer Losey amplía algunas escenas para poder llegar al metraje razonable que requiere una película. Y, a lo mejor en ese proceder pierde algo de frescura y, sobre todo, de empaque, de tensión emocional y de plenitud.
El elenco de actores es fantástico: Jane Fonda, Edward Fox, Trevor Howard, Delphine Seyrig, y David Warner.
Me ha gustado, pero más por la capacidad de recrear el ambiente que por otra cosa. Pero no es de las mejores cintas del director, un cineasta que admiro por tantas excelentes cintas.

domingo, 5 de febrero de 2023

§ 2.931. La extraña mujer (Edgar G. Ulmer, 1946)

 

Melodrama clásico y célebre. Una guapísima Hedy Lamarr y el siempre interesante George Sanders son los actores principales de una historia destinada a mostrar la belleza y la maldad, la manipulación que realizan las mujeres sobre los sentimientos de los hombres. Un canon de mujer fatal en versión decimonónica estadounidense.
También puede verse como la lucha de una mujer por empoderarse en un mundo dominado mayoritariamente por hombres. También como la lucha de una 'libertina' para situarse. La cinta es de 1946 en plena vigencia del Código Hays, lo cual dificultaba sobremanera el planteamiento visual de determinados argumentos, entre ellos el incesto que se aprecia con total nitidez o la frialdad, prácticamente criminal, y la suntuosidad morbosa y amoral del planteamiento de la protagonista.
Desde luego la temática tiene un morbo salvaje, especialmente por la frialdad de su carácter y sus actuaciones, destinadas todas a medrar y escalar en la posición social y el prestigio.
Lamarr es de una belleza sorprendente, cumple los cánones de mujeres guapas de todos los tiempos. No era excesivamente alta, no cómo las mujeres suecas y británicas que vinieron después, antes de las italianas 'pechugonas' que gobernaron la belleza en los años sesenta. Belleza fría, distante, de porcelana, poco emotiva y nada afectiva. En este papel además experimenta morbosas sensaciones, casi sexuales, con el sufrimiento de otra mujer, un sadismo interpuesto que la excita y la completa. No es exactamente hierática, es una frialdad que quema, de hielo, abrasadora.
Douglas Sirk dirigió, al parecer, algunas escenas, especialmente las del principio de la obra, cuando la protagonista es una niña, pero no se acreditó como director.

§ 2.930. Lisboa (Ray Milland, 1956)

 

La vi en 2015 y la recuerdo como muy entretenida. De uno de mis actores favoritos que sólo dirigió cinco películas para el cine y dos para la televisión. Poco bagaje para un director, aunque hay que reconocer que como actor trabajó una auténtica barbaridad, interviniendo en más de cien, en muchas más de cien.
Ésta la recuerdo como entretenida y que hacía un recorrido por lugares míticos de la capital de Portugal: el Chado, la Torre de Belén, el Parlamento, el Puerto, las calles empedradas, las verjas de las puertas, el pavimento del duelo. Verdaderamente es un fresco de la ciudad.
Un Ray Milland algo mayor, una tan guapa como siempre Maureen O'Hara, ahora ya convertida no sólo en una auténtica estrella, sino en una bellísima mujer mayor, y un tan deliciosamente perverso Claude Rains componen la trilogía de personajes principales de la cinta.
Es entretenida y sirve para tener la excusa de ver a Maureen O´Hara en todo su esplendor. Pero tampoco parece que tenga mucho recorrido.
Es a veces muy plana, excesivamente 'sencilla', en el que la complejidad se circunscribe a los diálogos, pero no al ámbito visual. No me parece una cinta especialmente brillante. De hecho la recordaba mejor, más bonita. 

§ 2.929. Niebla en el pasado (Mervyn LeRoy, 1942)

Película oscura, cerrada, encerrada en sí misma. Clásica y a la vez revolucionaria. Clásica en la estética y en cómo aborda visualmente las tramas y los problemas. Un singular estilo gótico, con contraplanos y planos picados, música ambiental muy preponderante y una bruma de tristeza y pesadumbre en toda la cinta. Revolucionaria por la temática que aborda, la pérdida de memoria, los traumas de la guerra y sus consecuencias.
Pero es, antes que otra cosa, un drama romántico, una historia de amor sufrido, amor doloroso. Típico de la época.
Dos buenos actores, un Ronald Colman eficaz como siempre y la verdaderamente guapísima Greer Garson.
Tiene toda la pinta de haber sido un auténtico éxito. A veces se habla poco de LeRoy pero tuvo que ser un verdadero genio y un hombre muy fiable en la taquilla.

 

sábado, 4 de febrero de 2023

§ 2.928. El cartero siempre llama dos veces (Tay Garnett, 1946)

 

Clasicazo de cine negro que hace no menos de veinte años que no veo. La recuerdo majestuosa, vibrante y sumamente adictiva. 
Todo funciona, comenzando por el guión, que es una maravilloso libro de Jame M. Cain del mismo título. John Garfield está estupendo, por supuesto también está magnífica Lana Turner, verdadera totem del género. Cecil Kellaway es el inocente marido, y Leon Ames el fiscal del distrito.
El miedo a las consecuencias, la culpa, el deseo, la redención y el perdón están excelentemente tratados. Las narraciones en off y el blanco y negro diáfano potencia el dramatismo de la trama y elevan la cinta a la categoría de mito.
De las varias versiones de la novela -Obsesión (Luchino Visconti, 1943), y la del mismo título de 1981- ésta es la que más me gusta.
Es una de las mejores cintas de cine negro de todos los tiempos.

§ 2.927. Orgullo de raza (Douglas Sirk, 1955)

 

Se me hace raro ver a Rock Hudson de independentista irlandés luchando por su causa. Aventuras y romance con una Barbara Rush guapa a rabiar.
Un technicolor estupendo y un formato de película costosa a disposición del auténtico rey del melodrama, un Sirk reconocido en la industria por haber rodado ya cintas absolutamente memorables.
Un Dublín muy bonito, una trama entretenida y una historia que no supongo real pero que pasas el rato viéndola con interés y con atención.
No me pega como cinta de Sirk, aunque hizo más cosas que los melodramas, incluyendo cintas del Oeste. También se me hace raro ver a Hudson en un papel tan peculiar. No le veo haciendo de bandido irlandés, como no le veía ayer haciendo de militar en una guerra contra los seminolas. En realidad sólo le veo haciendo melodramas, donde verdaderamente está siempre soberbio.  Un actor contenido, formal, de sentimientos poco expresivos pero de profundidad emocional indudable.
Una película curiosa, interesante, y que se ve perfectamente, tanto en temática como en estéticamente. Muy trabajada.

viernes, 3 de febrero de 2023

§ 2.926. Traición en Fort King (Budd Boetticher, 1953)

 
Bajo presupuesto, sesión doble de cine de barrio, un guión competente, exigencias de tiempo para terminar y un director más que competente, un director de la industria. Un directorazo, con mayúsculas. Me encanta Boetticher. Te cuenta una historia en 80 minutos que recuerdas durante años. Tiene, al menos a mi me lo parece, especialmente en estas cintas de aventuras, con Raoul Walsh, o incluso con William Wellman.
Triángulo amoroso en una lucha territorial de los indios Seminolas y los militares que pretenden erigirse en la fuerza de choque para conquistar el territorio. Rock Hudson, Barbara Hale, Anthony Quinn, y Lee Marvin.
Es entretenida, aunque es una película muchas veces vista.

§ 3.378. Los ojos de la noche (Jesús Franco, 1970)

  Algo hay que reconocerle a Jesús Franco, la capacidad de montar proyectos, películas, y lanzarlas al mercado. Le tengo fichadas 156 pelícu...