El libro de Jesús Carrasco no es que me gustase, es que me quedó absolutamente estupefacto. Una maravilla de narración, bien trillada, perfectamente ensambladas las historias y los personajes, con fondo moral y con una cierta estética de Western.
La película es fiel reflejo de la novela, pero no recuerdo que robase un reloj en la novela.
La película es muy buena. Un Western rural patrio, una historia dura y seca, en la que en ningún momento avizoras los motivos por los que el niño huye, aunque fácilmente te los puedes imaginar.
La ternura como nueva sensación en el pastor es la piedra sobre la que gira toda la cinta. No había tenido nunca esa sensación y cuando la experimenta no quiere dejar de tenerla.
La sensación de soledad y desarraigo está muy bien conseguida, así como la de huida y miedo.
Los actores están magníficos: Luis Tosar como el pastor, tan magnífico como siempre, Jaime López como el niño, y Luis Callejo como el capataz, que da verdadero miedo y asco. Tres personajes muy bien logrados.
Las escenas de violencia son terribles, de una brutalidad salvaje, como en la novela. No se ahora la más mínima crueldad. Es claro que tiene un propósito muy definido. Y políticamente también tiene su lectura. Es evidente.
Me ha gustado mucho.
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