Pues es una cinta estupenda. Me recuerda, inevitablemente, tanto a Detour de Ulmer y al Autoestopista de Ida Lupino.
Un planteamiento sencillo, incluso simple, un desarrollo convencional, pocos recursos técnicos pero un manejo solvente de los actores, del montaje y del tiempo.
El resultado es, sencillamente, estupendo. No tiene el 'punch' de las dos citadas, especialmente la primera, pero funciona de verdad. Un ritmo prodigioso, en el que no sobra un minuto y unos actores eficientes hacen el resto.
Del director sólo he visto una cosa y no me acuerdo de ella: La Ley de la fuerza (1952). Ni siquiera la tengo fichada en las diversas bases de datos que manejo.
Tengo que ver más cosas suyas.
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