domingo, 31 de marzo de 2024

§ 3.351. El rostro (Antonia Bird, 1997)

'Meleaje' irlandés, gente del hampa, vividores a costa de los demás. Una especie en extinción. Un montaje muy 'tarantinoniano', música y sucesión de planos a toda velocidad. 
Interesante propuestas. Un gran asalto, un gran delito, una vida nueva, una forma de vivir diferente. Gran violencia en algunos momentos, Traiciones en el grupo, esquiroles, sospechas cruzadas, mucha tensión y una trama absorbente y algunos momentos de interés. Directora más de televisión y series que de cine, aunque empezó en él. No había visto nada suyo.

lunes, 25 de marzo de 2024

§ 3.350. La tragedia de la Bounty (Frank Lloyd, 1935)

 

La primera versión de un clásico de aventuras. Me encantó la de Milestone de 1962. Algo menos la de Donaldson de 1984.
Reparto espléndido, con estrellas de la época, grandes secundarios, y un duelo interpretativo notable entre Charles Laughton y Clark Gable. En un contexto difícil y muy hostil las complicaciones derivadas de las convivencia se hacen mucho más grandes de lo normal. Las diferentes personalidades muestran todas sus debilidades y fortalezas en esos contextos. Siempre te quedará la duda de si la extraordinaria dureza del capitán no era, en realidad, el único medio de poder llevar a buen puerto la empresa.
Porque cuando se encuentra con todo perdido, en el bote en el mar después de haber perdido el barco, parece volverse audaz, brillante y gran gestor de grupos. 
Me gustó mucho la de Milestone, colorida, grandiosa, brillante. Pero esta tiene algo delicado, una gran frescura, quizá mejor duelo interpretativo y la identidad de ser la primera de todas.

viernes, 22 de marzo de 2024

§ 3.349. Modelo 77 (Alberto Rodríguez, 2022)

 

Bueno. Se deja ver. Es interesante. Además es un tema muy polémico en España. El trato de los preso en aquellos años en España debió ser terrible y absolutamente salvaje. Nada de lo prometido para todos llegó a ellos. Además de que la utopía revolucionaria no albergaba dudas con respecto a los desamparados de la tierra. 
Cuenta la historia de un preso concreto, pero sobre todo de la cooperativa Copel: cooperativa de presos en lucha, que defendía la necesidad de implementar mejoras en las condiciones de vida y, sobre todo, la extensión de la amnistía a presos comunes, no sólo políticos. 
Buen reparto, bien rodada, pero lejos, muy lejos de su La isla mínima, que es una cinta verdaderamente notable. 

jueves, 21 de marzo de 2024

§ 3.348. La maldición de la flor dorada (Zhang Yimou, 2006)

 

Un espectáculo visual grandilocuente, muy atractivo, poco visto y con la gracia y del donaire que sólo la mitología de una gran nación es capaz de proporcionar.
Rituales, tradición, lujo desmedido, pasión e incesto, una actriz guapísima, Gong Li, acompañada de Chow Yun-fat, un actor chino muy conocido.
Intrigas palaciegas, mujeres sofisticadas, pasiones irredentas, poder en la sombra, 
A diferencia de Kurosawa, con cuya grandiosidad puede compararse, Yimou es delicado y sofisticado, mientras que el japonés siendo igual de grandioso, es más rudo, más 'de campo', más guerrero.
Interesante y visualmente muy atractiva, llena de color, armonía y delicadeza.
Director que voy completando poco a poco -no todo lo suyo está editado- y que tiene obras verdaderamente interesantes.

miércoles, 20 de marzo de 2024

§ 3.347. Martín (Hache) (Adolfo Aristarain, 1997)

 

Película celebérrima que tenía muchas ganas de ver. Hasta ahora no había encontrado el momento.
El reparto es absolutamente escandaloso: Federico Luppi, Juan Diego Botto, Cecilia Roth, Eusebio Poncela y Sancho Gracia. Cualquiera de ellos podría sostener por si mismo cualquier película con verdadero éxito.
Intimista, realista, dura y tierna. Desde luego merece la fama que tiene. Un viaje introspectivo hacia el propio interior de cada uno, hacia lo que fue, hacia lo que pudo ser, hacia lo que nunca fue. Hacia todo aquello que esperamos de nosotros mismos.
La inseguridad de la madurez, la visión retrospectiva de uno mismo, La soledad querida por el miedo a no ser capaz de encajar con un amor, con una familia, con uno mismo. Y el salto a la madurez, necesariamente brusco cuando las necesidades aprietan, cuando los acontecimientos mandan, cuando se requiere de uno mismo algo más que su propio yo.
Me ha parecido una película estupenda, de esas que hay que ver. Que enseñan y que recuerdas, que acompañan a la vida y que sirven de recurso para la reflexión propia en determinados momentos.

martes, 19 de marzo de 2024

§ 3.346. Arroyo Comanche (Frank Mc Donald, 1963)

Tal y como narra la voz en off del comienzo parece una historia real. Director desconocido para mi -no he visto nada suyo- que tiene más de cuarenta películas, muchas de ellas no editadas en España, y algunas series para televisión.
Ésta, probablemente, sea su mejor película. Un Western muy básico, previsible, bien rodado pero sin gancho, algo plano y sin gracia.
Funciona a medias, por momentos, haciéndose larga, a pesar de tener un metraje comedido. La pretendida intriga detectivesca que sustenta la trama no tiene matices, no tiene vida, se muestra demasiado artificial.
Buen color y el interés de ver a Audie Murphy mantienen la atención. Sobra la voz en off que recurrentemente comenta las escenas más importantes. No sólo no es necesaria, sino que sobra y complica el desarrollo de la cinta. Al comienzo, para la presentación, podía tener su razón de ser. Luego, más tarde, con la cinta lanzada, no parece necesario. 
 

lunes, 18 de marzo de 2024

§ 3.345. Sección especial (Constantin Costa-Gavras, 1975)

 

Adaptación del guión por Jorge Senprúm, un hombre al que siempre he tenido un gran aprecio intelectual. Un gran escritor con un activismo político y un compromiso indeleble con sus valores y su forma de ver la sociedad, el futuro, la economía, el arte, y la vida. He leído muchas cosas suyas, y todas me han gustado mucho. Tengo que volver a leer alguna cosas de él.
Vichy, la Francia ocupada, el gobierno colaboracionista, la oposición, la política, la represión.
Las imágenes a cámara lenta del atentado en el metro son impresionantes, una escena magistralmente rodada que refleja claramente cuál es el sentido de la violencia política.
Puede verse, perfectamente, como una clase de derecho penal y procesal penal: retroactividad de las leyes, independencia del poder judicial, etc.
Interesante, instructiva y sumamente atrayente para un aprendiz de jurista. La lucha del poder frente a la legalidad. Un tema de siempre, un tema de antes y de ahora. Y del futuro. La legalidad en términos de jurisdicciones especiales.
Una película muy jurídica.

domingo, 17 de marzo de 2024

§ 3.344. El hombre que amó a Cat Dancing (Richard C. Sarafian, 1973)

 

Un Western que no sabes muy bien si es 'neowestern' o si es Western crepuscular, más bien lo primero.  Pertenece al tipo de Dos hombres y un destino y similares.
No es una película típica del Oeste. El enredo amoroso contribuye a diluir la atención en la trama belicosa. 
Avanza despacio, no tiene un ritmo muy alto y por momentos funciona, pero no mantiene el interés. La 'road movie' que muestra naufraga y se muestra algo superficial y poco sustanciosa. Costumbrista y realista, pero no épica. Le falta la sustancia típica de las del oeste, esa mezcla de heroísmo, falta de sentido común, capacidad de hacer el bien y de enfrentarse poco juiciosamente a hombre duros con lo que no tienes ninguna cuenta pendiente. Pretende narrar cosas que sí suceden, y las leyendas siempre son más interesantes que las que acontecen.
Me gusta mucho una cosa, el director agota las escenas, las hace largas. En realidad no hay más que dos o tres escenarios en la primera hora. Algunas de las escenas se desarrollan por varios minutos, en la casa del amigo prácticamente quince.
Buen reparto: Burt Reynolds funciona muy bien, era un indudable éxito en taquilla, era el rey. Sarah Miles, delicada y soñadora.  Lee J. Cobb, Jack Warden y George Hamilton como secundarios que podrían, por sí mismos, soportar una cinta como protagonistas.

§ 3.343. Diario de una ninfómana (Christian Molina, 2008)

 

Pues pensaba que tenía más fondo y más recorrido. Pero no. Es una soberana tontería. Podía haber sido una cinta con mayor desarrollo. Probablemente el éxito de la novela del mismo nombre y su escritora -Valérie Tasso- que se convirtió en una auténtica celebridad, aunque bien es cierto que fugaz e inconsistente.
La actriz protagonista es menuda, delicada, guapa sin estridencias, pero no da el papel de pérfida, de obsesionada con el sexo. Ha participado en muchas películas y, sobre todo, series para televisión. Sólo la he visto en Flores negras (David Carreras, 2009), y no la recuerdo.
La música acompaña, Leonardo Sbaraglia hace su papel, Geraldine Chaplin como estrella invitada tiene su relevancia, pero le falta andamiaje, estructura sustento argumental. Se convierte en una sucesión de escenas semipornográficas sin demasiado sentido. No tiene, ni siquiera, la gracias, de las películas de Jess Franco, y no digamos las de Tinto Brass, verdadero maestro en este género.
La supongo un éxito en taquilla, porque estas cosas funcionan, pero no es especialmente brillante. Una más.

sábado, 16 de marzo de 2024

§ 3.342. Su propia víctima (Paul Henreid, 1964)

 

Pocas películas dirigió Paul Henreid, algunos capítulos de televisión y una mejor y más prolífica carrera como actor.
Doble papel para Bette Davis (dos hermanas gemelas), Karl Malden y Peter Lawford.
Extraña y circular historia de recuerdos, enfrentamientos, maledicencias, rencores y morbosos sentimientos malsanos.
Cuesta en empezar y tienes que prestar atención, pero tiene recorrido y, como siempre que interviene la Diosa Davis es para bien y para sorprenderte. Muy avejentada en uno de sus papeles. No en vano nació en 1908, por lo que tenía 56 años cuando la rodó. Sus papeles de loba salvaje, de sureña temperamental y de fuerza de la naturaleza ya habían pasado. Ocupada un lugar en la cumbre, por supuesto, pero en un planteamiento cinematográfico más reflexivo. Papeles quizá con menos fuerza, menos entrega, pero más corales, más completos, menos anecdóticos. El juego con Malden es extraordinario. Fuerte, siempre fiable, poco dado a las complacencias y a las ñoñerías. Un secundario imprescindible elevado a la categoría de mito del cine.
Es una cinta compleja, sin la profundidad sicológica de otras obras de la época.

§ 3.341. Recuerda (Alfred Hitchcock, 1945)



viernes, 15 de marzo de 2024

§ 3.340. Creed. La leyenda de Rocky (Ryan Coogler, 2015)

 

Pues una buena continuación de la saga, seguramente una de las más exitosas de todos los tiempos, tanto de público como de crítica, aunque ésta última por momentos desprecie las películas de este género. 
El guión a veces no tapa bien los huecos lógicos en la continuidad de la serie, pero se deja ver, sobre todo si la enganchas con Rocky Balboa. Misma situación, mismos personajes que la última de la saga.
Avanza muy bien, progresa muy suavemente, está bien rodada, y el personaje de Rocky es muy tierno al comienzo, evolucionando hacia la dureza que se le supone a un entrenador de un boxeador. Funciona la historia, y funciona la película.

§ 3.339. Cometieron dos errores (Ted Post, 1968)

 


§ 3.338. Ilsa, la hiena del harén (Don Edmonds, 1976)

 

Pues una continuidad que parecía más prometedora de lo que al final ha sido. Pierde el interés de la primera parte, y aunque sigue teniendo el mismo gancho que la anterior -tetas, morbo y sadismo soft- no funciona igual. Para los muy fan. 
Misma chica (Dyanne Thorne) que resucita para esta segunda parte sin explicarnos cómo y por qué, porque es evidente que muere en la primera parte, al final, asesinada por un oficial Nazi que quiere borrar las huellas de los macabros experimentos que realizaba la loba.
Insinuaciones, sevicias sexuales, orgasmos epilépticos, realmente par los muy fan.

jueves, 14 de marzo de 2024

§ 3.337. Ilsa, la loba de la SS (Don Edmonds, 1974)

 
Epítome de la películas de nazis y sexo, una especie de subgénero casposo totalmente olvidado y que probablemente sólo tuvo su momento, hace años, como una derivación del cine de destape. 
Es totalmente infame. No tiene nada a lo que agarrarse, más allá del análisis del bestialismo, el sexo sádico y alguna chica guapa, como la protagonista, que se llama Dyanne Thorne, e hizo pocas películas, dos de esta saga, las dos primeras de cuatro.
Me sorprendió que se editase en Blue ray, además no a un precio barato (aunque realmente no caro). Probablemente sea una cinta de culto, tanto por la temática, como por el momento en que se rodó, evolución del cine desde los cánones más clásicos hacia cintas más transgresoras, provocadoras y procaces. 
Se deja ver. Es una especie de Jess Franco pero con más estilo. Aunque el guión es pavorosamente estúpido, las escenas crueles no tienen demasiado sentido (la violencia no lo tiene, de hecho) y las interpretaciones son poco edificantes.

martes, 12 de marzo de 2024

§ 3.336. La senda de la guerra (Byron Haskin, 1951)

 

Convencional película del oeste con un reparto clásico: Edmond O'Brien, Polly Bergen, Dean Jagger y Harry Carey Jr.
Una historia como otra cualquiera. Una cuita, una venganza, una espera de ocho años, una búsqueda insistente y el encuentro de un amor. 
Director que se me está cayendo cada vez que veo una nueva suya. Me parecía que estaba más arriba en el escalafón ideal de directores míticos para mi. Tienes tres o cuatro películas excelentes, pero el resto no son tan brillantes.
Lucimiento para el 7º de Caballería, sus uniformes, su mítica, su trompeta, su bandera y la música militar que la acompaña siempre. Previsible y bien desarrollado, pero sin verdadero tino . Está bien, sin más. 

lunes, 11 de marzo de 2024

§ 3.335. El mundo de Suzie Wong (Richard Quine, 1960)

 

Pues no sé, pero me recuerda, al menos al principio y por el protagonista masculino a La colina del adiós (Henry King, 1955) pero al revés. Él es el extranjero en tierra extraña y ella en su tierra. Tiene el aliciente y el interés de ver Hong Kong, otro territorio, 
Los protagonistas son William Holden, galán donde los haya, guapo a rabiar, pero de esa guapura varonil y franca, nada arrebatada, seguro de sí mismo y la experiencia de toda una vida detrás. Un constructor de personajes carismáticos, duros y secos pero cálidos y enamoradizos que han fracasado en la vida pero que siguen intentando encontrar su camino en la vida.
Le acompaña Nancy Kwan, una chica muy guapa, con rasgos orientales en lo que era su debut cinematográfico. Una gran entrada en el cine. Guapísima, con una sonrisa muy bonita.
No creo que sea, como he leído, la mejor de Quine. Ni mucho menos. Pero sí es muy buena. Coge velocidad a medida que avanza la historia de amor, que es tierna y dura a la vez. Perfectamente bien rodada, para el lucimiento de la chica y para la propia historia de amor. 
Gran Quine. Director más que bueno. Realmente muy bueno.

§ 3.334. Gomia, terror en el mar egeo (Joe D`Amato, 1980)

 

Una película de culto, de esas de 'miedo' que ahora no lo dan tanto pero que en su momento fueron todo un éxito de crítica y público. O que fueron un éxito a medida que pasan los años, bien como referente, bien como indicador de un género, o subgénero.
El  Slasher es ese género en donde los psicópatas se desenvuelven sin miedo ni recato, y en dónde comenten sus asesinatos sin medida ni razón, aunque el intérprete, el espectador quizá si encuentra un motivo o un sentido a lo que ocurre.
No me ha gustado especialmente. No encuentro demasiado sentido a su estructura, a su desarrollo. Se sabe lo que va a ocurrir, y esa previsibilidad genera un cierto desasosiego, pero nada más. Es una emoción primaria y ancestral que juega con el espectador. Pero no me aporta más que eso. Está bien rodada, sigue fielmente los cánones del miedo, pero me aburre un poco.
No es mi tipo de cine, ni la película tiene un valor intrínseco grande. Es de culto por las razones que las películas de cine se convierten en películas de culto, generalmente porque sin ser extraordinarias, sí son interesantes y por el momento y lugar en que se rodaron provocaron controversia, polémica o se rodearon de otra serie de circunstancias (de lugar, tiempo o modo) que provocaron su popularidad, la atención de los medios o de la crítica.

domingo, 10 de marzo de 2024

§ 3.333. Denver y río grande (Byron Haskin, 1952)

 

Haskin es un director sólido. Luchas de egos, trenes, virilidad, masculinidad y naturaleza. La construcción de un tren a través de las Montañas Rocosas constituye una epopeya de dimensiones colosales y la cinta pretende narrar ese hecho histórico.
Un duelo interpretativo entre Edmond O'Brien y Sterling Hayden del que sale mejor parado el primero que el segundo. También está Dean Jagger, ganador del Oscar al actor secundario por una película que me encanta, Almas en la hoguera (Henry King, 1949).
Seguramente la historia tiene algo de real y de verdad. Supongo que una obra de ingeniería de esas dimensiones tuvo que tener grandes dificultades.

§ 3.332. Miranda (Tinto Brass, 1985)

Una más de Brass. Sin más. Erotismo, sensualidad, una chica guapa, un enredo de cuernos y aventuras sexuales y el interés por saber qué ocurre al final.  Completamente prescindible y muy para los fan del género, que no serán pocos.
Tiene ese punto de comedia ligera, algo ridícula, con escenas un punto grotescas a las que se le sazona con alguna escena erótica o de desnudo que, visto desde ahora, resulta naif, casi infantil...
La chica, Miranda, es Serena Grandi, una mujer verdaderamente guapa. Voluptuosa, de peso y volumen, una mujer que si la vieran y no la conocieras dirías que es italiana. Con solo verla. 
No creo haberla visto en ninguna película. El chico 'principal' es Andrea Occhipinti.

sábado, 9 de marzo de 2024

§ 3.331. Revuelta en Haití (Jean Negulesco, 1952)

 

Entretenida. Si la viera en la tele y no supiera de quién es diría que es de Byron Haskin. Una de aventuras con factura clásica pero sin grandes estrellas de la pantalla. No me son conocidos los actores, aunque he comprobado que tiene carreras sólidas e intervinieron en numerosas películas y, sobre todo, en series de televisión. 
Metraje contenido, grandes espacios, trama sólida, y una excusa para mostrar algunas 'tradiciones' de Haití (vudú, principalmente). Diálogos algo engolados y formato clásico. A medida que avanza va cayendo en la inconsistencia. Empieza con mucha fuerza, empaque y determinación, pero languidece en la consolidación de dos tramas diferentes: la historia de amor y la guerra, sin consolidar realmente ninguna.

viernes, 8 de marzo de 2024

§ 3.330. Marqués de Sade: Justine (Jeús Franco, 1969)

 
Pues un reparto de campanillas: Klaus Kinski, Romina Power, María Rohm, Jack Palance, Rosemary Dexter, Akim Tamiroff, Sylva Koscina y Mercedes McCambridge.
Está considerada la película de mayor presupuesto de Franco. Seguramente el coste de las estrellas lo justificaba. Pero la intervención de muchas de ellas es meramente anecdótica. Seguramente les pagaron bien por pocos días, o quizá un sólo día, de trabajo. El papel de Romina Power es, sencillamente, imposible de digerir. Sin emoción, sin intensidad, asustada, poco convincente, nada suelta, muy atormentada... pero no porque el papel así lo reclamase, sino porque no se desenvolvía bien. Me ha gustado mucho McCambridge, en una papel de mala que le viene perfecto. 
No es, sin embargo, su mejor película. Si es que con Franco puede hablarse de buenas o malas películas, y no, sencillamente, de películas. Todas tienen un canon similar, un corte parecido, una estética morbosa y una puesta en escena que potencia siempre lo sexual, lo sensual, lo procaz, lo morboso, y la sordidez.
Es un director sumamente prolífico, pero que no dominó con soltura las grandes cotas de la virtud. Seguramente fue muy seguido, y es más que probable que todavía tenga seguidoras a legión, pero no ha visto ni una sola película suya que me haya motivado en demasía. Las veo como un producto de consumo. Porque quiero ver más cine español y porque el 'fantaterror', aunque no es exactamente eso lo que hace, sí creo que es un género creativo que merece la pena echarle un vistazo en profundidad. Hay decenas de directores españoles más interesantes: Nieves Conde, Melville, Mur Oti, Aured, Naschy, Ossorio, Pérez Dolz, etc.
No sé dónde se rodó. Por momento he pensado que en Alcalá de Henares, pero en otros parece vislumbrarse el mar, por que tiene que ser Cádiz, Alicante, o alguna otra ciudad con un puerto militar o edificio similar.

jueves, 7 de marzo de 2024

§ 3.329. Piratas del Mar Caribe (Cecil B DeMille, 1942)

 

Como siempre en DeMille la epopeya y el heroísmo americano están muy presentes. Desde este punto de vista es un director ideológico, muy presente en el Hollywood clásico como guardián de las esencias cinematográficas y de la ortodoxia fílmica. 
La América recién creada, los fundadores, los pioneros, los primeros americanos, los primeros vividores allí, en una tierra indómita y salvaje. Es el sustrato que alimenta la frondosidad de la narración. Siempre hay un héroe potente, fuerte, que reúne las virtudes -cuasi teologales- que deben reunir los hombres constructores de la iconografía americana. 
Una forma canónica de rodar. Una historia desde el principio hasta el final. Presentación, nudo y desenlace. Pone la cámara al servicio del guión. Pero es el guión el que domina el relato, la cámara no es sino un medio más -puede haber otros: relato, comics, teatro, novela radiofónica, ensayo, dibujos animados, etc.- para contar una historia, una película.
No es, por así decirlo, una película que se base en lo visual, no es una cinta que imponga un protagonismo de lo que se ve, sino de lo que se cuenta. Pero todo el cine clásico es así. El cine evoluciona desde lo que hay que contar hasta el cómo contarlo.
La historia es relativamente convencional. Una historia de amor al calor de una cuestión de aventuras.
Tiene un reparto de auténtico escándalo: Ray Milland, John Wayne, Paulette Goddard, Raymond Massey, Robert Preston, y Susan Hayward.

miércoles, 6 de marzo de 2024

§ 3.328. Matando en la sombra (Michael Curtiz, 1933)

 
El detective Philo Vance fue, al parecer, un personaje muy popular, tanto en las novelas editadas en los años veinte, como en las películas posteriores de los años treinta y cuarenta. Detective aficionado, aristocrático, vividor, gran bebedor, mujeriego sin estridencias, amante de los perros y de las cosas bonitas de la vida. 
La pareja William Powell y Mary Astor es puro fuego. Tiene una química perfecta. Son sofisticados, chic, glamurosos, bien vestidos, bebiendo champán, coleccionando perros de razas británicas, y conduciendo coches nuevos.
Bien por Curtiz, en su linea de eficacia sobria y tensión creciente.  Me llama la atención dos cosas: el movimiento de las cámaras, que aportan un dinamismo grande al producto, y la ausencia de música que acompañe los períodos de intensidad.

martes, 5 de marzo de 2024

§ 3.327. Forever mine (Paul Schrader, 1997)

 

Thriller amoroso, típico y tópico a ritmo de playa, sol, calor y sucios negocios manchados por el dinero de Florida. 
Pretende algo difícil de conseguir, encontrar ese punto medio entre la sobriedad de las historias sucias del Nueva York oloroso y deprimente y los romances 'ochenteros' entre personas de distinta clase social. Una innecesaria fórmula que no sale si no hay crimen sangriento, malos torpes y ambiciones que van más allá de las posibilidades de cada cual. Aquí todo se reduce a narrar una historia de amor veraniego entre una mujer casada con un chico de playa. Bonita historia, sin duda, que motiva la venganza y propicia el desastre, pero no es una buena historia. O sí lo es y está mal contada. 
En todo caso no parece una película de Schrader, cineasta duro, seco, polémico, enrrabietado con el mundo, a veces sórdido, otras malévolo, siempre interesante. Aquí parece un blandengue que ha cogido este trabajo por puro convencionalismo político y supervivencia económica. Seguro que le pagaron bien, pero no creo que la cinta esté ni entre sus preferidas, ni entre las de su público.
El reparto es correcto: Joseph Fiennes, Gretchen Mol y Ray Liotta, aunque el protagonismo se lo lleva la chica, y el otro Fiennes y no Liotta, no parece una sobresaliente combinación. 
Chica muy guapa, es cierto, pero poco destacada. Tiene metraje suficiente para dar más de sí. Y, sin embargo, no destaca, no consigue sobresalir de la media. Es cierto que la cinta no da para más, pero se uqeda corta.

lunes, 4 de marzo de 2024

§ 3.326. Private detective 62 (Michael Curtiz, 1933)

 

Uno de los primeros Curtiz, ya en EE.UU. Algo primitiva, simple, básica. Con los cánones de las cintas en blanco y negro: música aguda, imágenes en planos medios, caras cercanas, emociones sinceras pero poco sofisticadas, y el aliciente de ver a William Powell.
Quizá sea el comienzo de la saga del Halcón, el detective mitad socarrón, mitad inteligente, siempre vividor y algo embobado por "Ella" y por "Asta".
No forma parte de esa serie, pero es claramente un antecedente. 
Es entretenida, se deja ver y es agradable. Metraje muy comedido.

§ 3.325. Ojos asesinos (Michael Crichton, 1981)

 

Se anticipó a la revolución de la cirugía estética y la locura por el bisturí que inundó los quirófanos más caros de los médicos menos importantes. Las chicas perfectas, adictas a la nutrición ortodoxa, nada de drogas, pero altas dosis de gimnasio y vida sana, se ven compelidas a vivir una vida sin envejecer. Cosa imposible. 
Tiene gracia, se deja ver, pero no es una gran cinta. Alejadas de sus dos mejores obras: Coma y Alma de metal.
Un thriller mediocre, no del todo bien logrado por varias razones. El protagonista no pega ni con cola, a pesar de ser un actor inmenso, Albert Finney no es la mejor opción. El plenos años ochenta versión más vitaminadas jóvenes hubieran cuadrado mejor. 
James Coburn en un papel de secundario con relumbrón funciona bien como rico y furioso hombre de negocios detrás de todo el conflicto... La chica es Susan Dey, una guapa mujer de belleza serena y atractiva sin estridencias, luego dedicada más a la televisión que al cine.

domingo, 3 de marzo de 2024

§ 3.324. Cielo negro (Manuel Mur Oti, 1951)

 

Primera cinta que veo de Mur Oti, director de los más clásicos de la cinematografía española.
Es interesante, un poco al estilo de Cenicienta y el zapato a las doce de la noche...
Las aspiraciones de la época tienen buen reflejo en la cinta, el vestido, la fiesta, los amores, la chica a la búsqueda de marido, la vida misma navegando en las procelosas aguas del destino.
El reparto es Susana Canales, para mi desconocida actriz, a la que veo un gran parecido con Ann Todd, la esposa de David Lean y soberbia en Amigos apasionados y, sobre todo, en Madeleine.  Fernando Rey, imperial, como siempre. Y Luis Prendes, al que he visto en mas películas pero no le recuerdo en ninguna concreta.
Una cosa es vivir de verdad, y otra es vivir de ilusiones. Y es peligroso vivir de ilusiones. Cometer errores para vivir puede ser perdonable; cometerlos para sostener una ilusiones vanas y vagas es imperdonable, y decepcionante. Un camino hacia la destrucción de uno mismo.

§ 3.323. La dama de Beirut (Ladislao Vajda, 1965)

 

Un producto al servicio de la guapísima Sara Montiel, después de su venida de EE.UU. y su divorcio de Anthony Mann. Una cantante mediocre y una actriz limitada, pero con un glamour y una personalidad que echaba para atrás. Impresionante, algo enigmática, exudando sensualidad y provocación. Pero en la justa línea, sin pasar el límite del recato y la cortesía.
Seguro que fue una película muy vista en su momento. Con un galán de la época, una trama muy del gusto del espectador, exteriores exóticos y canciones ligeras. 
Entretenida, sin más. No avanza del todo elásticamente, se pierde el interés y ser recupera, la canciones son muy intrusivas, interrumpiendo el desarrollo de la trama. El desarrollo es algo manido, previsible, aunque quizá ese no sea su mayor defecto. Le falta un empujón para redondearse. No llena la cinta Sara con su sola presencia. La diferencia entre una excelente actriz del sistema y una auténtica estrella. Sara por momento fue lo segundo, pero en esta cinta está más cerca de los primero.
Obviamente para los incondicionales de la Montiel  es estupenda.

sábado, 2 de marzo de 2024

§ 3.322. Gemidos de placer (Jesús Franco, 1983)

 

Tríos sexuales, sadomasoquismo, sexualidad diferente, un poco de dominación, control del otro... todo muy normal en un Jess Franco de lo más bizarro. Con su Lina Romay como musa en una trama de lo más tratada, y nunca agotada.
No tiene nada en donde agarrar. Ni es interesante, ni tiene un desarrollo limpio, ni tiene tomas o planos interesantes, ni el erotismo es tal... No sé. Es de lo peorcito que he visto siempre. Realmente deplorable. 

§ 3.321. Un silencio de tumba (Jesus Franco, 1972)

 

'Setentera' por todas partes. Personajes morbosos, situaciones estresantes, dominio de las personalidades, algo oculto siempre, un trasfondo de maldad, de perversidad, de descontrol moral. Y el sexo siempre presente, mostrándolo o escondiéndolo, pero siempre presente. 
Una isla cerrada, algo de Un ángel exterminador, una pizca de rigor fílmico, 83 minutos comedidos y una obsesión maternal malsana y deteriorada para quien la protagonista y alienante para los demás. 
Obsesiones, angustia, ambiente cerrado, opresión y tensión sexual.
Vulgar y corriente, incluso para Franco.

§ 3.320. La noche de las estrellas fugaces (Jesus Franco, 1973)

 

Mismos temas de siempre, argumentario circular, obsesiones perpetuas, un erotismo light poco edificante, una música de la época (setentera, con coros y algo electrónico), un punto de exhibicionismo, unos nenúfares como excusa para ocultar el desnudo, chica guapa tonta y malignos mayores (con las pupilas dilatadas) dignos de encerrarse en un geriátrico pero que se dedican a 'dar por culo' a las gentes del lugar.
En la línea de Jess Franco, antes de se Jesús.

§ 3.377. Los cien caballeros (Vittorio Cottafavi, 1964)

  Pues un 'peplum' peculiar, con temática española. Es la adaptación de un texto teatral de Lope de Vega. El texto es "Las famo...