Haskin es un director sólido. Luchas de egos, trenes, virilidad, masculinidad y naturaleza. La construcción de un tren a través de las Montañas Rocosas constituye una epopeya de dimensiones colosales y la cinta pretende narrar ese hecho histórico.
Un duelo interpretativo entre Edmond O'Brien y Sterling Hayden del que sale mejor parado el primero que el segundo. También está Dean Jagger, ganador del Oscar al actor secundario por una película que me encanta, Almas en la hoguera (Henry King, 1949).
Seguramente la historia tiene algo de real y de verdad. Supongo que una obra de ingeniería de esas dimensiones tuvo que tener grandes dificultades.
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