jueves, 28 de febrero de 2019

§ 1.570. Los intimidadores (Jacques Tourneur, 1958)

Una película estupenda, estupenda de verdad. Crítica, mordaz, dura, y que pone a caldo a las empresas de opinión, de esas que hacen encuestas para los políticos.
Es un claro antecedentes, además, de Manchuria Proyect, un clásico del género: The Manchurian Candidate, de John Frankenheimer de 1962. Y con uno de mis actores favoritos, Dana Andrews.
Es rápida, directa, muy inteligente y profunda. Pone en juego todo el valor de las empresas de opinión y abiertamente critica sus métodos de funcionamiento, sobre todo cuando se ponen al servicios de intereses políticos. En aquella época algo oscuros; tiempos de amenaza comunista, guerra fría y terror rojo.

§ 1.569. Cita en Sundown (Budd Boetticher, 1957)


Excelente producto de Serie B, de un Director más que notable dentro de la industria. Budd Boetticher es un gran oficiante, un artesano, alguien que no pide mucho para hacer una buena película, para hacer ganar dinero a los estudios. Director formado en este tipo de cintas, con un actor fetiche -Randolph Scott- que encarna, en sí mismo, el Oeste como género.
Me llama la atención la capacidad de esconder cuál el secreto oculto de la trama, aquello que motiva el comportamiento del personaje. En este caso la razón del pistolero que persigue al jefe del pueblo que se va a casar es que provocó que su mujer se suicidara, con la que mantenía un romance. Pero hasta el minuto 48, de los 77 que tiene la cinta no se desvela el asunto, y no se hace totalmente, algo falta, algo no se explica del todo, hay algo más... y no se sabe qué es. No tiene sentido, y la lógica de la propia venganza pierde fuerza cuando faltan datos en la exposición del tema.
De lo que no cabe duda es de la cantidad de entretenimiento que pone en juego. Metraje contenido, gran estrella que tiene tirón en pantalla, historia emotiva, juego de tensiones sexuales entre los personajes, trama encubierta, y resultado previsible pero efectista. 
Buena película, en definitiva.

martes, 26 de febrero de 2019

§ 1.568. La balada de Cable Hogue (Sam Peckinpah, 1970)

No me parece la mejor película de Peckinpah, pero es notable. A mi me gustaron más La Cruz de Hierro, Perros de paja y, sobre todo, Grupo salvaje.
Los Westher crepusculares, o las raras, las marginales, aquellas que se ambientan en el Oeste pero no son del Oeste no me agradan demasiado. Y esta no es una excepción. 
El ambienta decrépito, la lucha emocional de la chica entre el amor de quedarse o cumplir su sueño frente al deseo irrefrenable de venganza de él.
Los actores están magníficos, Jason Robards y Stella Stevens en los principales y David Warner como el predicador Joshua, tan peculiar como inolvidable.
Tiene más de película de amor que de auténtico Westher. La soledad sentida de él como comino a la venganza y la huida de ella como forma de vida, como proyecto de vida. Dos formas de vivir, contrapunto de otro tipo de vida en el Oeste.
Peculiares en su forma de rodar son esas imágenes a cámara  rápida y eso planos sobrepuestos.
Llama la atención que no se prodigara en la violencia de otras cintas. La rodó entre Grupo Salvaje y Perros de paja, dos de las películas que más han hecho por favorecer la crítica fácil a la apología de la violencia, con razón.
Me ha encantado Jason Robards, me parece un actor magnífico. En un papel muy similar, por cierto, del eu hizo en Hasta que llegó su hora.

lunes, 25 de febrero de 2019

§ 1.567. Ultimatum a la Tierra (Robert Wise, 1951)

Me ha encantado. Me parece una gran película, con una cierta ingenuidad en su planteamiento. Debe ser todo un clásico, y la cinta que comienza un género, todo un desafío. Un blanco y negro muy bonito, muy bien definido.
La ciencia, el amor, la naturalidad de la vida. Y un mensaje pacifista, potente y serio.

domingo, 24 de febrero de 2019

§ 1.566. Primavera en otoño (Clint Eastwood, 1973)


Me ha gustado mucho. Y me ha sorprendido, el cálidos hombre duro que esta paz de sorprendernos con Los Puentes de Madison tiene este antecedente.
El papel le va perfecto a Willian Holden, gran actor, no de los mejores de siempre. Ella es para mi una desconocida Kay Lenz, chica jovial que nutre el papel de manera rotunda.
La soledad, la madurez, las nuevas oportunidades, lo que se perdió por hacer lo mismo, lo que se puede hacer de nuevo. Es una sinfonía de vida, una vuelta a los orígenes, a aquello que nos hace como somos. Recordar lo que pudo ser y darse cuenta de lo que finalmente es. Siempre hay una distancia entre una cosa y otra y probablemente la felicidad sea aquello que diferencia una cosa de la otra. Si la distancia es mucha probablemente no se haya tenido una vida feliz, si es poca casi seguro que sí. Pero la madurez no es una cosa que pueda medirse sólo por lo que se ha conseguido en la vida o las expectativas que fracasaron; es eso y también otras cosas. Y esto es lo que nos cuenta esta película, que la tengo yo como menor de Eastwood pero probablemente no sea así. No creo que tuviera buen crédito en su momento, y no creo que tuviera grandes críticas. Y probablemente tampoco de público.
Me ha parecido muy buena película.

§ 1.565. El buscavidas (Robert Rossen, 1961)

Sin ningún género de dudas una obra de arte. La codicia, la ambición, el precio que tienes que pagar por ello. La soledad. El cuarto trastero del sueño americano.
Siempre que la he visto, y ya son unas cuantas, me parece una obra de arte. Cada vez me gusta más. Es impresionante. Dura lo necesario, los actores están en estado de gracia, las escenas de billar son medidas, aunque quizá un poquito extensas, y la expresión de la mujer solitaria vale por toda la película. Piper Laurie se llamaba, y no la recuerdo en muchas cintas.
Neman está impresionante, y Jackie Gleason como el Gordo de Minessota es de otra pasta. Hasta me gustó George C. Scott,  en un papel de duro un tanto sórdido pero eficaz.

viernes, 22 de febrero de 2019

§ 1.564. La última prueba (Fred Zinnemann, 1942)


Perteneciente a las cintas de propaganda, con mayor o menor holgura, es una de las primeras citas de Zinnemann, si descontamos algún corto y Hombres de Domingo (1930), que es una obra colar entre tres directores grandes: Robert Siodmak, Edgar G. Ulmer, Curt Siodmak, con guión de Billy Wilder.
Los actores están estupendos, Van Heflin como el químico investigador,  Marsha Hunt como la resultona asistenta enamoradiza, y Lee Bowman como el malo malísimo que quiere heredar el sitial del hombre que le encumbró. Ava Gardner tiene un papelito como esposa de uno de los acusados, el tendero de una heladería, o sitio similar.

miércoles, 20 de febrero de 2019

§ 1.563. La llamada (Jason Stone, 2014)


Las críticas a veces son demasiado interesadas. Sobre todo porque empiezo a dudar de quien las escribe, y con qué interés. La película no es una obra de arte, pero tampoco es mala de solemnidad. Parece como si todas las críticas estuviesen interesadas en comentar aquellos aspectos menos lúcidos de la cinta, y no valorar aquellos otros que, sin muchas exageraciones, son razonablemente apreciables desde el punto de vista cinematográfico.
El interés en compararla con Fargo no es razonable. No tienen nada que ver. Son cosas distintas. Esta es, se mire como se mire, mucho peor. Pero es interesante, se puede ver, te mantiene intrigado y te va llevando hasta el final. Es, en sí misma entretenida. Sin más.
Me ha llamado la atención lo mayor que está Susan Sarandon. Siempre la he recordado como una mujer adulta, quiero decir que no la recuerdo en papeles juveniles, y quizá por ahí vayan las cosas, que le llegó el estrellado tarde, ya mayor. De todas manera mantiene una brillantez en su interpretación que la sitúan como auténtica todoterreno. Me gusta mucho.
Director para mi desconocido, ha hecho antes películas para televisión.

§ 1.562. Más allá de la duda (Peter Hyams, 2009)


Hay que ser muy valiente para hacer un remake de una película de Fritz Lang, muy valiente. No me parece gran cosa, la verdad. Es repetitiva, monótona, y muy previsible, con actores estereotipados y un Michael Douglas que ya no se sabe a qué juega, a poco supongo.
No me gustan en general los remake, pero este en concreto no es bueno. Ya no es que compares con la original, que no tiene punto de comparación, es que no es buena cinta.

lunes, 18 de febrero de 2019

§ 1.561. Bajo amenaza (Joel Schumacher, 2011).


Mediocre. No sé hasta qué punto Nicholas Cage y Nicole Kidman se prestan a estas cosas. Supongo que  por dinero, claro.
Intenta hacer subir la tensión poco a poco, con giros y sorpresas, pero la película en sí misma no vale mucho. Las posibilidades de que alguien efectivamente adinerado se comporte como se compara el padre de la casa, es directamente inverosímil. No hay por donde cogerlo. El papel de Kidman sí se comporta de manera más creíble. No sé qué ocurre con determinadas partes de la cinta pero no encajan. Dos giros muy inesperados. Que la caja fuerte no tuviese nada y que él dijese que valía más muerto que vivo. Es claro que eso explica su comportamiento antecedente, pero no me parece creíble. Además, me parece que el tiro lo recibe en una pierna y el torniquete se le pone su mujer en la otra.
Muy mala, nada de valor, un poco histérica, muy nerviosa, y con giros previsibles y nada original.

domingo, 17 de febrero de 2019

§ 1.560. Rocky IV (Sylvester Stallone, 1985)


Mala como ella sola, pero funciona para lo que funciona, sin más. La verdad es que quizá en taquilla hayan funcionado, pero no quedan para la historia del cine. Lo que no entiendo es como Talia Shire se prestó a esta tipo de cintas, sobre todo por el gran inicio de su carrera, tan prometedor.
Y si me apuras Burt Young, y Carl Weathers están por debajo de su potencial. 
Su guión es previsible, su desarrollo mediocre, su resultado muy pobre.

§ 1.559. Las ratas del desierto (Robert Wise, 1953)


Excelente película bélica, de una factura impecable. Un gran Jame Mason con el complemento, directo en este caso, de Richard Burton, en un papel muy hecho a su medida.
Escenas inolvidables de guerra en el desierto, y una mítica de Romel hablando con el prisionero en términos tan caballerosos que parece que estemos en una escuela, aprendizaje de caballero.
Me gusta mucho Jame Mason, es un actor de una calidad contrastada, cualquier papel que haga es magnífico.


jueves, 14 de febrero de 2019

§ 1.558. La legión del desierto (Joseph Pevney, 1953)


Muy entretenida. Se hace raro ver a Richard Conte en un papel que no es de cine negro, pero la cinta es entretenida. A su lado de Alan Ladd cubre mejor sus expectativas, sin ninguna duda. Me ha gustado mucho Arlene Dahl, actriz guapísima, pelirroja, y madre de Lorenzo Lamas, qué cosas, esposa de Fernando Lamas.
Pevney tiene cosas interesantes, El rastro del asesino (1957)
y El último torpedo (1958) son buenas películas.
Me agrada el aire de aventuras de la cinta, ese aspecto clásico del cine de entretenimiento, que no siempre estaba exento de profundidad. No es este caso. 
Lo mistico, lo religioso y la aventura se mezclan con eficacia y agilidad. Me ha gustado más de lo que la crítica dice de ella, más que la nota que tiene en FilmAffinity.

miércoles, 13 de febrero de 2019

§ 1.557. El asalto de los apaches (Harald Philipp, 1965)


Libro de Karl May, guión razonablemente bueno, metraje contenido, un actor de tirón en taquilla, buen desarrollo: una más del oeste, bienintencionada, bien facturada, suficientemente entretenida para no perderse en el cúmulo de cintas parecida, idénticas, todas rozando la serie B, que en el género puede dar incluso buenas cosas.
Colonos que pactan con indios su establecimiento en un lugar propio, algo inverosímil y poco probable, como muchas de las historias de Marcial Lafuente Estefanía, nuestro "gran" escritor de novelas del oeste, pero que conmueven el imaginario colectivo y por eso funcionan.

martes, 12 de febrero de 2019

§ 1.556. El discreto encanto de la burguesía (Luís Buñuel, 1972)


El cine experimental es inclasificable. En esta cinta, la verdad, más que un discurso mordaz o cínico o una sátira a la sociedad, es una ejemplificación del caos como orden del mundo, la casualidad, lo no previsto, lo anecdótico, lo singular, lo imprevisible, el caos como movimiento de la vida y sus protagonistas. Con algún aspecto o particularidad onírica, tiene dos elipsis relacionadas con militares, sueños recurrentes quizá, figuras totémicas que le torturaron en el exilio probablemente, que tienen un claro significado para él, pero que cada espectador construye de forma diferente, distinta. Y en las dos recurrencias la madre forma parte de anhelo del militar, el niño y el adulto.
Los militares en casa del protagonista contando sueños de niños que echan de menos a sus madres.
La burguesía no es un status social, es más un motor de casualidades que mueve el mundo, de circunstancias encadenadas que desencadenan acontecimientos imprevisibles.
Me ha gustado, pero reconozco que disonar este tipo de cine cansa y no llena. Puedes ver una o dos cada cierto tiempo, pero es agotador hacerlo muy a menudo. Anoche Tarkovsky, hoy Buñuel, mi cuota de cine no convencional ha acabado. Mañana Ford, Wyler...

lunes, 11 de febrero de 2019

§ 1.555. La infancia de Iván (Andrei Tarkovsky, 1962)

Pues no sé dónde está la verdad revelada, tan grande se hacen los elogios que pensé que vería una obra del séptimo arte de todos los tiempos. Y si, hay que verla, hay que ver a Tarkovsky, que es un gran director, influyente y muy seguido, pero, sinceramente, no me ha impresionado tanto como Rosellini o Bergman, por ejemplo. 
"Solaris" me pareció interesante porque el ritmo cuadraba muy bien con la historia que contaba. En esta también acierta, lo onírico y lo místico ayuda a contar la historia desde los ojos del niño Iván. Tiene un metraje muy contenido para lo que en él, al parecer, es usual, y no se hace en absoluto pesada. Pero no tiene el todo de "Solaris", esta es más propia de un cine abierto, clásico, nada enrocado en sí mismo, y "Solaris" tiene elemento circulares y semi neuróticos que se desarrollan bien con la trama.
No aprecio la genialidad de que la hablan, ni los elementos del nuevo cine que como profeta privilegiado parecía imponerle. Me gustan más Bergman, y el mismo Buñuel que esta cinta, pero tampoco me parece despreciable, aburrida, lenta o infumable. 
Es un cine algo distinto, algo más difícil que el americano clásico, pero tampoco tanto.
Ves Persona, o Los suplicantes, de Bergman y, la verdad, esta cinta es casi un aprendizaje para aquellas. Además no requiere una concentración total, como sí requieren aquellas. Me ha gustado, me parece buena, hay que verla, pero no me parece una obra de arte. Entiendo que sea influyente, el autor y su cine, pero quizá la historia se re-escribía para él dos veces, endiosado por el Régimen primero, y ensalzado, más tarde, por los adoradores de los exiliados del monstruo comunista. Y todos vieron en su cine elementos ideológicos para el sostenimiento de su propia convicción. Mal asunto, en cualquier caso...

domingo, 10 de febrero de 2019

§ 1.554. Comedia sexual de una noche de verano (Woody Allen, 1982)

Divertida y alocada comedia de situación. Tiene una cierta gracia, pero no es lo mejor de Allen, ni mucho menos. Está muy cuidada, la música, la ropa, la casa, el guión. Muy bien elegidos los personajes y los actores, pero hay algo, como en todas las de Allen, que no me acaba de cuadrar, que no me encaja. En realidad es que la comedia no es el género que más me agrade.
"Yo no moriré por amor, trabajo en la bolsa" dice el personaje de Allen en un momento concreto, muy ingenioso comentario.

§ 1.553. Rocky II (Sylvester Stallone, 1979)

Comienza la saga. La primera, la original no puede considerarse, en realidad, parte de la saga. Es otro director, otra forma de abordar las cosas. Incluso en la preeminencia del boxeo como parte central de la película. En la primera el metraje no es excesivo, hay escenas de boxeo par no muchas. Sin embargo en esta todo es boxeo, todo. En esta prácticamente todo gira en torno al ring, las escenas con más crudas y la temática no permite nada más.
Es mucho peor película que la original, sin ningún género de dudas.

§ 1.552. Marcado por el odio (Robert Wise, 1956)

Magnífica película de boxeo, con una fuerza y una contundencia como sólo es posible hacerlo Robert Wise, un gran maestro del cine, probablemente el director más versátil de todos los grandes. Musicales, futuristas, biopic... de todo.
El personaje muestra una determinación en el sueño americano que sólo es posible en EE.UU. Siempre me ha gustado muchísimo, pero hacía años que no la veía. 
Creo que es la primera cinta de Paul Newman, la primera en la que es el protagonistas. Y en un par de escenas, muy al principio, sale Steve Mc Queen, no sé si, incluso, sin acreditar.
Sal Mineo también está en su lugar más característico, la calle y esa mezcla de chico malo y gamberro pero de buen corazón.
El guión es perfecto, el tempo apropiado, la intensidad creciente, el desarrollo pausado pero contundente. Una grandísima película. De 10, de las mejores películas de boxeo de todos los tiempos, al menos para mi.

sábado, 9 de febrero de 2019

§ 1.551. Café Society (Woody Allen, 2016)


Pues para mi Woody esta teniendo un resurgimiento, me gustaban sus películas de los 70 y 80 [Annie Hall (1977); Manhattan (1979); La rosa púrpura del Cairo (1985)].
Luego entró en una manida repetición de sí mismo [Celebrity (1998); Acordes y desacuerdos (1999); Granujas de medio pelo (2000); Melinda y Melinda (2004); Match Point (2005); Scoop (2006) y Conocerás al hombre de tus sueños (2010)]. 
De esta época sólo me parecieron realmente impresionantes dos cintas: Misterioso asesinado en Manhattan (1993) y Balas sobre Broadway (1994).
Pero esta cinta sí me gusta. Me gusta mucho el cine dentro del cine. Aunque no es la mejor de ese subgénero: Cautivos del mal y El crepúsculo de los Dioses son las dos mejores.
Allen es claro, directo, no se complica la vida y resuelve bien los problemas. Rueda rápido y pone toda la energía en los guiones. Entre la comedia y la sátira, con profundo sentido del humor, siempre con actores nuevos. Sí es cierto que se repite un poco, pero, la verdad, si te gusta te gusta mucho. No es mi caso. Me agrada, pero no me apasiona. 

§ 1.550. Almas en la hoguera (Henry King, 1949)

e
Me ha gustado mucho. Es la segunda vez que la veo. La primera vez que vi una película de este director fue una gran cinta de infausto recuerdo: La Colina del Adiós, con una chica muy guapa Jennifer Jones, y Willian Holden, tan impresionante como siempre. La verdad es que le puse un 5, poca nota porque soy siempre muy generoso, pero no la vi entera, o la vi a trozos a ratos... no pude verla seguida. Una noticia, una de las que más me han impactado en los últimos años, interrumpir mi visionado... 
Ésta es una gran película de guerra, con pocas escena bélicas, siempre documentales, pero muy centrada en la fatiga del combate, en la ilusión por mandar y liderar un grupo y en lo necesario que es el mando para casi cualquier cosa.
En su segunda vez se aprecia más la organización de la escena y decae la intensidad emocional. Pero me parece -me sigue pareciendo- una película imprescindible en el genero bélico. La motivación, la intensidad, y la prestancia están por encima de la capacidad, la preparación y la idoneidad. Solo relativamente, porque, en realidad, la lucha es una mezcla de ambas cosas, ninguna prioritaria, las dos imprescindibles.
Gregory Peck está espléndido. Un actor con una carrera muy sólida, con todos los registros: comedia de situación (Vacaciones en Roma) drama, más o menos épico (Los niños del Brasil, o Matar a un Ruiseñor), y bélica (esta y su debut con Tournier: Días de Gloria). Un grande, sin lugar a dudas.

§ 1.549. Combate en el cielo (Xiao Feng, 2018)


No, no, no, eso no, no, no... No entiendo algunas películas. Esta en concreto me ha parecido muy mala. Una mezcla entre dibujos animados y ordenador pixelado. Actuaciones estereotipadas, personajes absolutamente previsibles y muy pobretonas. Me he acordado mucho de Almas en la hoguera (1949), de Henry King, que la veo a continuación y es infinitamente mejor, una película preciosa.

jueves, 7 de febrero de 2019

§ 1.548. El Código Da Vinci (Ron Howard, 2006)

La novela era malísima, de esas que no puedes terminar por lo bodrio que es. Pero la película es entretenida, se deja ver con su intensidad desbocada y sus cambios de ritmo cada vez más acelerados. No es el tipo de película que me guste, porque, la verdad, me agotan y no dejan nada de nada, como es el caso. Qué además dure dos horas y media es un atraco, es demasiado. Llega un momento en que la cinta decae, no sólo porque se hace muy larga, sino porque cada vez la trama es más absurda, más rocosa, menos verosímil y muy alocada. Con demasiados juegos florales, muchos cambios de perspectiva en personales que no están diseñados, que no participan más que de manera vicaria sin aportar mucho al resultado final: el rico, el sirviente que en realidad es un gran maestre, el compañero del comisario... 
Cuando todo es trama la película se juzga por eso, y esta no es de las mejores.
No es que sea tan mala como el libro, ni mucho menos; simplemente no da con la tecla, o no da con la tecla que a mi me gustaría que tocase. La sucesión de las pistas simbológicas se hace de manera tan rápida que no deja que se aprecien, la profundización en las pistas, el desarrollo de las mismas, su explicación más profunda, su organización en imágenes y diálogos. Tienes que verlas varias veces para entenderlas, y, la verdad, tampoco la película tiene dos visionados. Es normalita tirando de mediocre a razonable, un 5 es más que suficiente.

miércoles, 6 de febrero de 2019

§ 1.547. Macabro (William Castle, 1958)


Cine de terror con estilo, con algo de clase, con desarrollo. No se trata del gore habitual y tan prolífico, es algo más sutil, más fino, distinto.
El guión es un poco confuso, con elipsis que dificultan el mensaje, de adelante a atrás para explicar cosas que necesitas saber cuando vuelves al tiempo presente... Difícil.  La angustia que atormenta al doctor por su sentimiento de culpa se mezcla con el propio destino que parecía elegir para él el futuro.
Bien rodada, con ritmo intrépido, con angustia por averiguar qué pasa y cuál es el resultado, pero el resultado no es brillante. Se deja ver y tienes una cierta idea de lo que va a ocurrir, pero no araña la mente, no te provoca especial desasosiego o temor. Un cine de miedo B.
El director es un maestro en este tipo de películas, pero me gustan más las de Mark Robson, director que también empezó en el terror de la serie B pero que evolucionó mejor que Castle: El barco fantasma (1943), La séptima víctima (1943), La isla de los muertos (1945), y Bedlam, hospital psiquiátrico (1946), y sus dos mejores cintas: El albergue de la sexta felicidad (1958), y, sobre todo, El premio (1963), auténtica obra notable del cine.

martes, 5 de febrero de 2019

§ 1.546. Agente doble (James Marsh, 2012)


Me ha parecido más interesante de lo que prometía. Ritmo pausado, poca acción pero con una pretensión de profundidad que no se consigue dar... Es una temática hostil para mi, no me agrandan demasiado esas películas de tensión que lleva a lo personal. Es inverosímil, se mira como se mire, que un policía británico se enamore de una confidente del grupo terrorista IRA, y al revés. No tiene sentido alguno. Quizá era difícil plantearlo de otra manera, pero la historia no cuaja.
El interés que se pretende sobre las tensiones personales y sociales que produce el abandono de la violencia no cuajan, sobre todo por la tensión emocional que sufre la protagonista para sobrevivir a la persecución que experimente desde los suyos. Es un poco el mundo al revés, siente más pánico por los compatriotas (irlandeses) que por los enemigos (británicos).
Me ha gustado el ritmo tranquilo y sereno de la exposición, sin alambiques, sin pretensiones, sin estridencias. Seguramente es una historia medianamente verosímil, pero no me ha gustado mucho.
Director desconocido para mi, que me ha agradado.

§ 1.545. Solaris (Andrei Tarkovsky, 1972)


Es la primera película suya que veo, dicen que es la peor de todas. Veremos si las demás me sorprenden tanto, supongo que sí. Me recuerda a Hesse, y su Lobo estepario. "No para cualquiera" era la entradilla para su segundo parte. Pues algo parecido. Tienes que haber visto mucho cine para apreciarlo y que te guste. Y aun así hay momentos en que la reflexión permanente te obliga a un descanso.
Tiene un gran magnetismo, una fuerza visual muy acusada, y un singular lentitud que tienes que apreciarla, porque si no es así corres el riesgo de minusvalorarla. En general me parece que ni es un "ángel con alas negras, ni un profeta del vicio" (Sabina dixit). No es una mala película, ni muchísimo menos peor no me parece que sea una obra de arte. Es difícil de ver, un poco como Faulkner que para leerlo tienes que esta muy concentrado, y por eso gusta. Tendrá fieles a cascaporros, y aunque seguramente haya influido mucho en otros directores, no me parece que pueda elevarse al cielo de las películas geniales. Ya digo que, por lo que he leído, no es su mejor película, y que habrá que insistir en las suyas profundas de verdad, que espero ver pronto.
El yo profundo que subyace se fundamenta sobre la posibilidad de que los recuerdos propios e íntimos de cada uno sean tan nítidos que puedan volver a vivirse, a sentirse (idea que copia claramente Contact, de Zemekis). Pero la idealización de lo que fue nunca puede proyectarse otra vez. El mundo y la vida son precisamente así por esa imposibilidad de repetir lo vivido en los mismos términos. Porque, además, si posibilidad fuese posible tendrían que vivirse de nuevo tanto los buenos como los malos, impidiendo la evolución emocional, que es lo que caracteriza al ser humano, frente al de neutrinos, que es la composición de estos 'visitantes'.
La culpa por la muerte de su mujer es lo que alimenta su miedo, su angustia, es lo que hace que reviva su recuerdo en la visión que tiene de su mujer.  Lo que no se comprende bien es el intento, casi desesperado, de ella por comprender qué le ha ocurrido, de dónde bien y quién es.
Quién es verdad y quién es no real no es una cuestión que se aprecie solamente por los sentidos. Es algo más que proviene de sitios distintos. Por eso no es arriesgado pensar que también puede ser un antecedente de los replicantes de Scott. película es demasiado larga, no creo que sea necesario para el resultado obtenido.

lunes, 4 de febrero de 2019

§ 1.544. La conversación (Francis Ford Coppola, 1974)


Interesante película de un director acostumbrado a dar saltos en el vacío... y a caer a veces de pie, otras no tanto. 
Me ha gustado mucho. Con un ritmo pausado, a veces poco edificante y otras con grandes dosis de carga onírica.
Impresionante Gene Hackman, que me parece que hace su mejor interpretación. Contenido, misterioso, algo oscuro, retraído pero responsable. Obsesivo y circular. La vida de un hombre cualquiera de mediana edad. Lleva todo el peso de la cinta, interviniendo prácticamente en todo el metraje, y manteniendo al espectador en una situación de espera permanente.
Hay algo que no cuenta el director y que sirve para que cada uno componga la parte de historia que falta. El pasado y sus remordimientos no sólo son por  lo que ocurrió en un caso de hace años, hay algo más, algo personal que rompió al técnico de sonido y le convirtió en lo que es: excelente profesional pero hombre infeliz.
Lo sorprende de la cinta es que no sabes si se trata de una obsesión propia del protagonista y si hay algo de verdad en lo que piensa que ocurre. Su obsesión no se corresponde con el resto de acciones que acontecen. Los pasajes oníricos complican mucho más el desarrollo de la historia. Cuesta comprenden para que están.
Película menor de Coppola, que, sin embargo, tiene gran predicamento, con todas justicia, a mi juicio. Rodada entre los dos padrinos I y II, tenía que ser considerada menor que las otras dos, a la fuerza.
Me parece una gran película, rodada con talento sobre un guión elaborado y con una trama muy bien trazada.

§ 3.378. Los ojos de la noche (Jesús Franco, 1970)

  Algo hay que reconocerle a Jesús Franco, la capacidad de montar proyectos, películas, y lanzarlas al mercado. Le tengo fichadas 156 pelícu...