
Hay que ser muy valiente para hacer un remake de una película de Fritz Lang, muy valiente. No me parece gran cosa, la verdad. Es repetitiva, monótona, y muy previsible, con actores estereotipados y un Michael Douglas que ya no se sabe a qué juega, a poco supongo.
No me gustan en general los remake, pero este en concreto no es bueno. Ya no es que compares con la original, que no tiene punto de comparación, es que no es buena cinta.
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