martes, 26 de febrero de 2019

§ 1.568. La balada de Cable Hogue (Sam Peckinpah, 1970)

No me parece la mejor película de Peckinpah, pero es notable. A mi me gustaron más La Cruz de Hierro, Perros de paja y, sobre todo, Grupo salvaje.
Los Westher crepusculares, o las raras, las marginales, aquellas que se ambientan en el Oeste pero no son del Oeste no me agradan demasiado. Y esta no es una excepción. 
El ambienta decrépito, la lucha emocional de la chica entre el amor de quedarse o cumplir su sueño frente al deseo irrefrenable de venganza de él.
Los actores están magníficos, Jason Robards y Stella Stevens en los principales y David Warner como el predicador Joshua, tan peculiar como inolvidable.
Tiene más de película de amor que de auténtico Westher. La soledad sentida de él como comino a la venganza y la huida de ella como forma de vida, como proyecto de vida. Dos formas de vivir, contrapunto de otro tipo de vida en el Oeste.
Peculiares en su forma de rodar son esas imágenes a cámara  rápida y eso planos sobrepuestos.
Llama la atención que no se prodigara en la violencia de otras cintas. La rodó entre Grupo Salvaje y Perros de paja, dos de las películas que más han hecho por favorecer la crítica fácil a la apología de la violencia, con razón.
Me ha encantado Jason Robards, me parece un actor magnífico. En un papel muy similar, por cierto, del eu hizo en Hasta que llegó su hora.

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