martes, 29 de marzo de 2022

§ 2.657. El Diputado (Eloy de la Iglesia, 1978)

 

Una película muy de la época, que no se comprende fuera de este país y de esa época. Una trama clásica, chantajes, extorsiones, política y democracia. Interesante, y muy comprometida.
A medida que pasa el metraje la cinta va virando desde la problemática política hacia el tema de la homosexualidad, que es el motor de la cinta, el tema auténticamente tratado. Las pasiones humanas están bien tratadas, tensiones entre dos polos: la responsabilidad pública y personal, y el vértigo del deseo y de la explosión sexual. La razón y la imposibilidad de desasirse del engaño al que le someten bajo chantaje.
No es una película buena, pero como documento y testimonio es una joya. Técnicamente está muy bien rodada, la copia se ve perfectamente y se oye igualmente bien. Alterna fotogramas de documentales de la época, conformando un cuadro más que interesante.
Magnífico José Sacristán, interesante y sórdido Agustín González.

lunes, 28 de marzo de 2022

§ 2.656. Testimonio de mujer (Jacques Rouffio, 1982)

Me gusta el planteamiento, el inicio, la presentación de los personajes, la complejidad moral que pretende mostrar.
Última película de Romy Schneider,  junto al siempre eficaz Michel Piccoli, en una película que por la temática la podría haber rodado Costra-Gavras perfectamente, especialista en temas políticos, especialmente de nazis, países latinoamericanos y abusos militares. En esta testán presente todos esos elementos.
Realmente la trama se lo lleva todo. No es una película 'bella' aunque naturalmente tiene momentos emotivos e intensos. A veces planteado como un thiller, a veces como un drama, por momentos es interesante, y en otras instructivo. Las cosas pasaron como aquí se narra, y no deben olvidarse.
No entiendo la necesidad de que Schneider haga dos papeles, la de 'madre' adoptiva del chico en el flashback, y la mujer del activista pro derechos humanos. Es innecesario.
La película funciona a medias, se deja ver, más o menos consigue su objetivo, pero no es un resultado especialmente óptimo. Está bine, sin más. Es correcta sin estridencias.
Director para mi desconocido, con pocas cintas. Quizá está fue su mejor logro.

domingo, 27 de marzo de 2022

§ 2.655. El silencio del mar (Jean-Pierre Melville, 1949)

La primera película de Melville. Interesante, aunque un poco pretenciosa. Como si quisiera contarnos lo bien que sabe contar.  El tema es áspero, y difícil de contar. Tomas reiteradas en los mismos escenarios, mucho monólogos, pocos diálogos. No era fácil mostrar un escenario tan opresivo y cerrado. Tiene algo de obra de teatro, se puede representar en un escenario.
La proyección del alemán culto, delicado, fino y cultivado que se ve compelido a participar en una guerra que probablemente no desea está magníficamente conseguida. Le duele la situación, no se siente cómodo en el papel de huésped obligado en tierra extraña, en tierra conquistada, pero tiene que hacer lo que tiene que hacer.
El actor es Howard Vernon, que me ha parecido magnífico.
Con esta cinta acabo Melville, porque dos de sus películas están descatalogadas y no creo que las encuentre, aunque todo puede ser. Un director de una pieza, muy influenciado por la Serie B americana, sin lugar a dudas, con obras maestras del cine. Sin discusión: un grande.

§ 2.654. Mando siniestro (Raoul Walsh, 1940)

 

Probablemente Walsh pretendía continuar por la estela del éxito de la pareja Wayne y Trevor, estelas rutilantes desde 1939 con La Diligencia, de Ford. El triángulo amoroso se completa con un Walter Pidgeon tan reconocible como siempre.
Un Western bastante convencional, muy bien rodado y con imágenes muy icónicas: el salto al vacío de la diligencia es extraordinario. Los pasajes actorales entre los protagonistas son algo forzados, aunque interesantes.
Se ve muy bien, un blanco y negro muy  bonito. Pero la historia decae a medida que pasa el metraje. Es interesante, pero me ha resultado algo anodina. Es la segunda vez que la veo y, la verdad, no me ha conseguido emocionar del todo.

sábado, 26 de marzo de 2022

§ 2.653. La venganza de Ulzana (Robert Aldrich, 1972)

Tengo a Aldrich como un director excelente, con películas estupendas y llenas de potencia. Y esta es una de ellas. Con el magnífico Burt Lancaster a la cabeza, que es capaz por sí mismo de llenar la pantalla.
Es un Westher descarnado, a veces violento, pero no por el afán de serlo, no por el capricho de mostrarnos lo más salvaje del ser humano, sino porque es su naturaleza, su ser más propio, donde muestra su ser más escondido. En muchas películas suyas la violencia es un personajes más de la trama. Y esta no es menos.
El otro personaje son los caballos, que están presentes desde el principio hasta al fin.
Tiene algo de Westher reposado, maduro, sereno. No hay prisas, no es que sobre el tiempo, es que cada cosa tiene su propio ritmo, y eso no lo va a cambiar la necesidad de encontrar a Ulzana. Me gusta mucho que no explique las razones por las que los indios se levantan, probablemente porque está en su propia naturaleza, en su forma de ser.
El racismo que exudan los soldados hacia los apaches no les hace ningún favor, les dificulta incluso la comprensión de lo que sucede, no ya de la táctica a seguir y la forma de abordar los problemas, sino de la completa estrategia que debe rodear todo propósito, también la persecución de los huidos de la reserva.
La capacidad de análisis del sargento es poca, pero tiene una ventaja, que es capaz de escuchar al indio que les acompaña como guía y al blanco que conoce el terreno, la problemática de los indios y es capaz de mantener la sangre fría.
Los secundarios están perfectos, sobre todo Bruce Davison que borda su papel de teniente excesivamente pretencioso y con necesidades de creerse a sí mismo en su papel de mandamás del grupito que persigue a los indios.
Los escenarios naturales evocan películas más ambiciosas, Wester de los años 50 y 60 tremendamente ambiciosos en cuanto a los decorados y la ambientación.

viernes, 25 de marzo de 2022

§ 2.652. Dos hombres en Manhattan (Jean-Pierre Melville, 1959)

 

Como siempre Melville hace un cine sin concesiones. Directo, al grano. También sin medida, sin límites, sin dejarse nada. Es un director imprescindible, al manos para las nuevas generaciones y para la Televisión, los telefilm y las series. 
Un trabajo impecable de guión, una música que acompaña sin inmiscuirse demasiado, y un trabajo de dirección artística total hace de la obra una película muy recomendable. Vives, literalmente, la noche de Nueva York, sus calles, su bruma, su alcohol, su angustia de vivir.
Los periodistas son el propio Melville, también autor del guión, y Pierre Grasset. Ambos espléndidos.
Un blanco y negro precioso, que, pasados 60 años sigue siendo nítido y claro. Le falta ese punto de madurez y sosiego de otras cintas suyas, sobre todo las últimas, pero es una muy buena película.
Me ha encantado, en realidad todo los del Melville me parece brillante. No sé dónde hubiera podido llegar, pues murió joven y en plena fuente de creatividad.

jueves, 24 de marzo de 2022

§ 2.651. Pasión bajo la niebla (King Vidor, 1952)

 

King Vidor es una directorazo. Qué de obras filmó. Un auténtico gigante,  con películas imprescindibles.
Esta es una pequeña joya. Un ambiente claustrofócico, cerrado. Un pueblo de Carolina, una muchacha explosiva, un aventurero que regresa de sudamérica con una vida nueva. Conflictos amorosos, pasión racial, pulsión sexual encubierta...
La historia es de un tal Arthur Fitz-Richard, para mi desconocido autor, pero si me dicen que el guión es de Faulkner, Capote, o de Tennesse Williams te lo crees perfectamente. Ese desgarro en las relaciones, esa forma de querer, casi contra la sociedad, contra los demás, casi como si fuera una venganza, como un reto. Algo animal, salvaje.
El triángulo: Jennifer Jones, Charlton Heston, Karl Malden no lo veo. No sé si funciona. Jones nunca me ha agradado de veras, siempre la he visto como una estrella excesivamente prefabricada, muy preparada. No tenía esa racialidad de otras superestrellas: Bette Davis, Joan Crawford, Marilyn Monroe, Barbara Stanwyck, Eleanor Parker, etc.
Jones ni era del grupo de bellezas absolutas, aun siendo una mujer muy guapa, ni era una actriz superlativa. Heston y Malden son, evidentemente, otra cosa. Actores magníficos, muy de su época quizá, que no han trascendido tanto como otros, pero muy solventes y capacitados.

miércoles, 23 de marzo de 2022

§ 2.650. Buffalo 66 (Vincent Gallo, 1998)

 

La tengo guardada hace muchos años y nunca me ha apetecido verla, aunque la tengo por interesante. Una historia muy poco convencional, mitad autobiográfica mitad exageración, o simplemente fantasía.
Cine independiente americano en la órbita de la marginalidad, el abandono y la ausencia de esperanza. No es exactamente una película "social", pero la ambientación está presente. Una familia muy singular, prácticamente desestructurada, con una madre que  no se sabe muy bien si no recuerda al hijo o no quiere recordarlo y un padre cantante con muy mal carácter que no parece tener ningún afecto por su hijo. Una familia muy deshumanizada, pendiente del fútbol americano, y completamente desaprensivos. No son capaces de tener afectos  normalizados.
Un reparto muy potente: Vincent Gallo, Christina Ricci, Ben Gazzara, Mickey Rourke, Rosanna Arquette, y Anjelica Huston. 
No es el cine que más me gusta, pero reconozco que es interesante, tiene su desarrollo y para ver cine tienes que ver de todo, también estas cosas.
Tiene algo de incomprensible, de discurso no lineal, de perspectiva difusa, de desarrollo poco convencional. Y a mi me siguen gustando más las películas clásicas, con planteamientos más "comprensibles". En esta cinta no sé dónde me quiere llevar, no acabo de comprender qué quiere decir, ni para qué ni cómo. Aun así, insisto, se deja ver y creo que será una película muy apreciada en el circuito 'indie'.

martes, 22 de marzo de 2022

§ 2.649. Ha nacido una estrella (William A. Wellman, 1937)

 

Emotiva historia que ha tenido varias versiones. Este es la segunda, después de Hollywood al desnudo (George Cukor, 1932), que acabo de ver hace un mes y me gustó mucho.
Dos actores brillantes: Fredric March, para muchos el mejor actor del mundo, y Janet Gaynor, que no he cultivado mucho.
Un color excesivamente intenso -estamos hablando de 1937- lastra la película, que no se aprecia del todo bien. El sonido, sin embargo, se escucha bastante bien. Seguro que hay mejores copias de la cinta. 
Es emotiva, simpática, llena de vida, pero se va volviendo amarga a lo largo del metraje. Y aunque es una historia muy conocida funciona perfectamente, incluso en estos días. 
La sed de triunfo, las energías del comienzo de la vida, la lucha por progresar, por sobrevivir, por ser capaz de conseguir los sueños más importantes de la vida.
Directorazo inmenso Wellman, del que he visto 17 de 69 que tiene a su nombre. Un año de estos tengo tiene que ser el año Wellman, como este lo es el de Walsh y Melville, y como otros años anteriores fueron otros directores: Wyler, Polansky, etc.

lunes, 21 de marzo de 2022

§ 2.648. Siempre estoy sola (Jack Clayton, 1964)

 

Una retrato íntimo y personal de una mujer que ha contraído varias veces matrimonio y siempre está rodeada de niños (5, cuatro de anteriores matrimonios). Algún tipo de trauma o problema previo, incluso de tipo psiquiátrico, parece rondarle la cabeza. La técnica del flashback conecta a la mujer con su pasado, mientras que la narración actual siempre está en tiempo presente. 
Una magnífica Anne Bancroft en todo su esplendor da cuerpo a un relato desencantado sobre la vida matrimonial, los celos y las infidelidades. Tiene una belleza 'griega', algo impersonal y clásica, con formas suaves y, a la vez, muy definidas.
Peter Finch es un actor de una pieza, algo rudo y nervioso en esa ocasión, más sosegado a medida que pasa la cinta. James Mason, eficaz como siempre, en un papel de cínico que no le va nada mal. Bueno, es difícil que hiciera algo mal en el cine.
Es una película rara, algo tenebrosa, un poco de terror, llega a ser agobiante. No llegas a saber cuál es la razón de mal que subyuga a la protagonista. ¿Mantener relaciones sexuales sin tener descendencia?, ¿miedo al sexo?, ¿insatisfacción sexual?

domingo, 20 de marzo de 2022

§ 2.647. La caza (Carlos Saura, 1966)

Película muy célebre del cine español Una introspección algo decadente sobre sí mismos y los demás, en una sociedad -la tardo franquista- ya herida de muerte en sus pretensiones de mantenimiento en su fórmula.
Sombría y desencantada. La soledad, los rencores, los celos, la amargura de las relaciones humanas, especialmente las de pareja, y ausencia total de esperanza. El saber que los días son iguales, que los tiempos pasados fueron mejores y no volverán, que no hay proyecto para el futuro.
El trazado de las relaciones entre los personajes es lo destacable de la cinta, su valía. La puesta en escena de esas relaciones su propuesta estética.
Carlos Saura es, desde luego, un grande del cine español. Un autor tremendamente prolífico y muy apreciado por público y crítica. Le tengo por muy influyente en las nuevas generaciones de cineastas, esos que se encuentran a medio camino entre lo clásicos de los cincuenta y las nuevas generaciones que darían un salto brutal con la apertura política y la transición democrática.
Una amargura de película, un retrato descarnado de una clase social muy singular, muy de la época.

§ 2.646. A pleno sol (René Clément, 1960)

 

Un clásico del cine francés. Es la tercera o cuarta vez que la veo y aunque siempre es agradable verla el impacto que te produce la primera vez es imposible de reproducir.
La novela también es estupenda, es de Patricia Highsmith. Tiene un remake: El talento de Mr. Ripley, de Anthony Minghella de 1999, también estupenda. Hubo un momento, hace años, que leí bastante a Highsmith y no me pareció, ni de lejos, su mejor novela. Aunque quizá sí era de más fácil traslación al cine. No sé. En cualquier caso la película es absolutamente redonda, magistral, cerrada y perfectamente engarzada.
Alain Delon está magistral, joven, absolutamente guapo, viril, con ese punto salvaje y canalla que tanto gusta a un tipo muy singular de mujer. En el fondo no deja de ser el retrato de un asesino, que pone su talento al servicio del mal.
De Clement he visto otras dos películas: Los felinos (1964), y  ¿Arde parís? (1966). Las tres son estupendas, magníficas de verdad.

sábado, 19 de marzo de 2022

§ 2.645. Nadie puede vencerme (Robert Wise, 1949)

 

Una película de boxeo con todos los cánones: apuestas amañadas, boxeadores fracasados, mujeres semifatales, utilleros poco dotados intelectualmente, cuentas que saldar, y, sobre todo, una excelente película de boxeo. Parece que estás en el ring, peleando, desando machacar a tu adversario, simplemente no amigo... Cuatro asaltos son suficientes para mostrar lo que un maestro director de cine quiere mostrar.
Un obra maestra.

jueves, 17 de marzo de 2022

§ 2.644. El poder del fuego (Michael Winner, 1979)

 

Interesante propuesta muy de la época, de finales de los setenta. Lo tiene todo para que fuese una cinta de más fuste, más potente. Un reparto brillante (Sophia Loren, James Coburn, O.J. Simpson,  Anthony Franciosa, Vincent Gardenia, George Grizzard y con intervenciones muy puntuales de Eli Wallach y Victor Mature), una música sugestiva (Gato Barbieri), una trama rápida y vivaz, ambiente exótico y alma de thriller. 
Y tiene buen desarrollo pero le falta esa genialidad que tienen o no tienen algunas cintas, y esta no la tiene. Se deja ver, por supuesto, de gusto ver a Sophia o a Coburn, pero carece de densidad, de profundidad, no es la forma de contar sino la manera en que se narra.
La complejidad del inicio no se desenvuelve, cuesta en algunos momentos seguir a los personajes y el hecho de no ver al personaje que se busca en gran parte de la cinta dificulta saber cómo evoluciona la película. Pero no es mala. Es una película normal y corriente de esa época. Sin más.

martes, 15 de marzo de 2022

§ 2.643. La duda (John Patrick Shanley, 2008)

 

Un ambiente áspero y desagradable que sólo puede condicionar los juicios y las apreciaciones sobre cosas que se desconocen.  Cuanto más interés se pone, bien por uno mismo bien por las circunstancias, en ver el mundo y lo que nos rodea de forma desagradable, más se confirma esa apreciación. El punto de vista y la perspectiva desde la que se miran las cosas determina nuestro juicio.
Los abusos sexuales encubiertos no tienen nada que ver en este asunto, es una mera excusa.
Muy bien el reparto de actores: Meryl Streep como siempre, excepcional en su papel. Philip Seymour Hoffman en la línea de su siempre ascendente carrera, truncada no se sabe dónde ni por qué. Y muy bien el papel de Amy Adams, una chica guapa que no quiere que se la encasille. 

lunes, 14 de marzo de 2022

§ 2.642. El ojo del diablo (Ingmar Bergman, 1960)

Onírica, barroca, estéticamente decadente, superficial en su planteamiento, edonista pero profunda en sus pretensiones morales. El bine, el mal, los sueños, la realidad. El pecado y la religión, tan comunes en Bergman tienen una interesante derivación con esta cinta. El mito del Don Juan elevado a la enésima potencia como redentor del mismísimo diablo, que necesita que se pierda la 'virtud' de una muchacha para que le sane un orzuelo.
La fábula arranca del proverbio que dice "la castidad de una mujer es un orzuelo en el ojo del diablo". Sobre ella construye su película, con pretensiones de sueño vivido y relato fantástico.
Muy reconocibles la fantástica actriz Bibi Andersson, y el característico Gunnar Björnstrand. Los demás actores no me son conocidos.
Me ha gustado mucho, tiene ese punto cínico sobre la realidad, esas distancia que se toma para establecer su crítica a las costumbres, a la sociedad, a los `bienpensantes'.

domingo, 13 de marzo de 2022

§ 2.641. El profesional (León) (Luc Besson, 1994)

 

La vi en el cine hace muchos años, probablemente cuando se estrenó en España. Me pareció estupenda. Debut de Natalie Portman, casi una niña, con un consolidado Jean Reno que le dió mucha visibilidad, y un Gary Oldman absolutamente maravilloso, todo expresividad, aunque poca contención. A Danny Aiello cuesta verle en un papel que no sea de mafioso, con una fisonomía perfectamente reconocible.
No la recordaba tan de "acción", es realmente una cinta con mucha violencia, asesinatos, sangre y todo lo demás. Es una película muy potente, tremendamente impactante.
La enseñanza de un 'oficio' tan peculiar como el de asesino a sueldo es tratado con gracia, garbo, profesionalidad y empatía. Además la enseñanza es a una niña. La chica tiene algo de la niña de Taxi Driver, esa sexualidad infantil tan a la vista, tan desagradable en su visualización, tan sumamente anti erótica, tan poco adulta y madura. También tiene algo de Nikita, cosa lógica por otra parte. El juego de las armas, la erótica de las pistolas.
No es la primera vez que se enseña el oficio de matón, ni tampoco la primera vez que se transmite de chico a chica, pero esta cinta es todo un canon, por lo bien que se hace y lo bien rodada que está.
No sé qué dirá la crítica, pero puede ser la mejor película de Besson.
La música es estupenda, a cargo de Eric Serra, uno de los de la nueva ornada, de los que han puesto música a decenas de películas.
Dos cosas llaman la atención de la cinta, dos detalles. La constante ingesta de leche (además de la misma marca y en el mismo envase de cartón) y el cariño que le tiene a una planta.
La versión que he visto dura 133 minutos, la comercial de las salas, al parecer, 106. En esos 25 minutos se narra la historia de amor entre el  profesional y la niña, la parte más tierna y divertida de la cinta, la que explica muchas cosas de cómo funcionan las cosas y su razón.
Una gran película, muy reconocible y recordada. 

§ 2.640 El luchador (Darren Aronofsky, 2008)


Siempre he tenido a Mickey Rourke como un actor mediocre.  Y seguramente lo sea, pero en esta película da un tono bastante razonable y adecuado. Derrota, alcohol, enfermedades, oportunidades perdidas, un pasado mejor, ningún futuro, remordimientos, mala conciencias, pobreza, marginalidad, drogas... En realidad Rourke vivía de esa manera cuando hizo la película. Una especie de "enfant terrible" de la industria, mitad un juguete roto, mitad un héroe caído. Su aspecto físico, sus tatuajes, la ropa que lleva, todo concuerda para llevar a buen puerto un papel difícil y comprometido.
Pues todo eso y algo más es el "bestiario" que aprecias en esta cinta, bastante mejor de lo que, en principio, pudiera parecer. Más que nada porque la última (y única) que he visto de su director "Pi, fe en el caos (1998)" me pareció abracadabrante... directamente una película muy mala.
Marisa Tomei tiene ese punto de salvaje gata latina tan atractiva para un tipo de público muy cerrado en sus gustos y sus certezas. Tiene su gracia. Consigue darle un aire de borracha empedernida, entre ángel caído y redentora de almas más que creíble. No la he visto en otro papel tan comprometido como en este.

viernes, 11 de marzo de 2022

§ 2.639. El piano (Jane Campion, 1993)

 

Delicada película, sensible, muy femenina. Tremendamente lograda. Con una música atractiva y profundamente melancólica. Un exitazo de los años 90 de una directora que se consolidó con esta cinta. Ahora seria candidata a arrasar en los Oscar 2022 con "El poder del perro".
El reparto es una de sus virtudes: Holly Hunter que lo borda, la niña Anna Paquin, Harvey Keitel que demuestra que es algo más que un actor racial y de carácter,  Sam Neill en un papel difícil, contenido.
La música de Michael Nyman es hipnótica, con esa repetición armoniosa tan característica del Jazz y de las músicas improvisadas. Un exitazo perfectamente reconocible todavía al día de hoy. Un conjunto, música y película, que dan un resultado increíble, especialmente a los que les gusta un tipo de cine lento, pausado, recreativo de las imágenes y sonido.

jueves, 10 de marzo de 2022

§ 2.638. Último domicilio conocido (José Giovanni, 1970)

 
Interesante propuesta, que no deja de ser posible. Ya en la década de los 60 (la película es de 1970) el desprestigio de la policía era moneda común en la sociedad y en el cine. El estigma de policía quemado por las circunstancias que se reivindica en un trabajo difícil en una comisaría menor. Además lo hace con una policía joven, mujer aguerrida y de buena familia que quiere formarse en el oficio. El mayor y el aprendiz, un tópico que se repite en la cinematografía una y otra vez pero que tiene un éxito asegurado.
Lino Ventura tenía que ser una actor de mucho éxito en Italia y Francia, un valor seguro en las taquillas. La chica es Marlène Jobert, pelirroja guapa y jovial con un aire de `locuela` que pega muy bien con los gustos de la época, liberalización de la mujer, despertar sexual, etc.
Aunque la película es francesa y de policías no sé si puede catalogarse de "polar". No tiene ese aire negro y delincuencial tan característico de ese cine, elevado a la máxima potencia por Melville. Es una película razonable, está bien, se deja ver y no aburre, pero no es una gran película. 

martes, 8 de marzo de 2022

§ 2.637. El mayor robo del siglo (William Friedkin, 1978)

 
Convencional película de robos. Buen reparto (Peter Falk, Peter Boyle, Warren Oates, Gena Rowlands, y Paul Sorvino), tono ligero, y estética bien cuidada. Pero no consigue conectar, algo le ocurre.
Generalmente el tono de comedia no me agrada, me parece que es tomarse las cosas a broma, no en serio. Y este tono de media comedia no suele dar buenas obras. No es realmente una comedia, es un tono algo más alto. Es que, en realidad, un robo no puede plantearse como algo ligero. Una historia de amor sí, pero no un robo. Las situaciones no dan para ello. Las circunstancias, las temáticas, incluso la música no cuadra, no casa, no parece que sean del rigor de un planteamiento ligero.
Director de renombre, de relumbrón, que aborda el proyecto después de rodar varias películas muy renombradas: The French Connectión (1971) con una carrera de coches urbana interesantísima y  El exorcista (1973), una cinta que nunca he podido terminar.

lunes, 7 de marzo de 2022

§ 2.636. La calle del delfín verde (Victor Saville, 1947)

 

Celebérrimo título de un standar de jazz. Cuenta la leyenda que Miles estaba dormitando en el salón de su casa y al despertarse ponían la película en la televisión. Se quedó a verla y aprendió el estribillo, lo arregló e incorporó a su repertorio. La versión más canónica está en el Kind of blue (1959) el disco de jazz más vendido de la historia. Luego la toco decenas de veces Bill Evans en la versión más bonita de las que hay, que son muchas. También John Coltrane, Sonny Rolling y muchos otros.
La película la tengo por injustamente olvidada. Tiene cuerpo, textura, una trama muy sólida, grandes interpretaciones, aventuras, desastres, enredos familiares, y todo lo necesario para ser una gran película, pero no creo que fuese una cinta que triunfase, ni en taquilla ni en en la crítica.
Se narra desde dos perspectivas distintas: el enamoramiento y la aventura. Tiene, además, ese gusto por lo exótico que dan los relatos en los países lejanos. Lo tiene todo, y todo se narra maravillosamente bien.
Lana Turner es una bestia sexual, de un atractivo animal muy acusado. Una cara perfecta, una cuerpo como marcan los cánones de las diosas del cine clásico. Verla vestida de blanco con ese aspecto casi virginal es tremendamente morboso.
Donna Reed es otra actriz superlativa, menos potente pero con ese recato de las grandes mujeres del cine. Van Heflin muy correcto, y el que menos conocía es Richard Hart, actor de pocas películas, sólo cuatro, la última "El reinado del Terror" de Anthony Mann de 1949.
Me ha parecido una joya por descubrir, y la considero muy recomendable. Es mejor película que el crédito que tiene.

domingo, 6 de marzo de 2022

§ 2.635. Todos eran mis hijos (Irving Reis, 1948)

 

"Dramón" prácticamente existencial sobre la culpa y la redención. El perdón de los demás y el que uno tiene que darse a sí mismo cuando las circunstancias así lo requieran.
El olvido de las culpas pasadas debe ser completo. Porque los acontecimientos que las reproducen y facilitan de nuevo traen consigo un sufrimiento mayor. El cinismo como estrategia de olvido no funciona, aunque la culpa no es algo objetivo, sino individual. La amargura del protagonista no se dulcifica, todo lo contrario, con la recuperación del pasado. Y Edward consigue transmitir esa sensación. Es algo sutil, pero apreciable, de gran mérito. 
El guión es de Chester Erskine sobre una obra de Arthur Miller muy aclamada. Si te dicen que es de Tennessee William te lo crees, aunque la tragedia no se proyecta sobre los aspectos individuales -sexuales, afectivos, emocionales, matrimoniales, etc.- sino sobre circunstancias sociales. El drama no es individual, sino colectivo. Un aspecto social de la dramaturgia americana.
El metraje es contenido, los actores, especialmente Edward G. Robinson está soberbio (que no le hayan otorgado un Oscar en toda su carrera es, sencillamente, una de las mayores injusticia de la historia del cine y una contribución al descrédito de los premios en general y de éste premio en particular). Burt Lancaster  no está tan lleno como en otras películas suyas posteriores. Seguía siendo  un chico que tenía toda la carrera por delante. 
Del director he visto La noche plena (1940) y El Halcón inicia el vuelo (1942), interesantes ambas.

sábado, 5 de marzo de 2022

§ 2.634. Cry Macho (Clint Eastwood, 2021)

 

No pensé que era tan mediocre. Me ha decepcionado. El protagonista es muy mayor para el papel, y el niño tiene una edad poco definida. Me ha parecido que el protagonista es excesivamente mayor, Eastwood está más allá de cualquier canon de interpretación, pero aquí le sobran un par de lustros...
El niño tampoco esta en su punto óptimo. no le veo en e papel. Es demasiado mayor para representar el rol de niño abandonado.
Me ha gustado, pero está lejos de sus  grades obras.

jueves, 3 de marzo de 2022

§ 2.633. Sandra (Luchino Visconti, 1965)

 

Magnífica, como todo Visconti. Delicado, estilista, fino pero firme, sensual y rudo. Tiene un aire decadente, de otra época, pasado de moda y, a la vez, perfectamente intemporal.
Las relaciones tormentosas -entre hermanos en este caso- es el centro de la tormenta emocional que domestica la cinta. Como todas su obras son de intensidad creciente, fuertes temáticas y  desgarradoras consecuencias. Encontrar la belleza en la sordidez, ser capaz de apreciar dulzura en la aspereza, ternura en la violencia, paz en la tormenta.
Visualmente muy potente, en un blanco y negro algo tenue. La música, sin embargo, se inmiscuye bastante. Un piano repetitivo demasiado intrusivo y alguna canción melódica de la época componen una paleta musical poco apropiada. Parece mentira, pues Luchino era un amante de la ópera y, al parecer, un excelente escenógrafo operístico. Me parece un punto no demasiado logrado en una cinta absolutamente excelente. Quizá no tan renombrada como otras de él, pero a mi me ha parecido maravillosa. Pero mi criterio sobre Visconti puede ser algo original. Me gusta más "La caída..." que "El Gatopardo", o "Conficencias" que "Rocco...".
El reparto lo domina absolutamente Claudia Cardinale, por quien verdaderamente pagas una entrada para verla. Qué mujer más espectacular, que belleza, que mirada, que apostura, cómo se mueve, cómo camina. Una frescura sexual, una mujer tremendamente atractiva en todos los sentidos.
Jean Sorel es el hermano. Michael Craig  es el marido americano. Renzo Ricci es el abogado, amante y luego esposo de la madre enloquecida, que es Maria Bell. Amalia Troiani es la ama de llaves de la casa.
La relación abiertamente incestuosa entre los hermanos se aprecia claramente.  Es una relación que va mucho más allá de lo natural, de lo que debe ser una relación entre hermanos. Pero lo que trastorna a Sandra es la complicidad de su madre con la muerte del padre. Un judío adinerado que desde el primer minutos sabes que murió en extrañas circunstancias.
El marido no puede imaginar qué ocurre en ese submundo que es la casa y la relación triangular entre los hermanos, la madre y el abogado y segundo esposo de la madre.
Me ha gustado mucho.

miércoles, 2 de marzo de 2022

§ 2.632. Una vida por delante (Lasse Hallström, 2005)

 

Verdaderamente interesante. Muy cuidada, con un mensaje profundo y actual. Tiene algo pretencioso, un poco impostado y artificial, pero funciona, al menos al principio, aunque quizá se haga un poco larga. Es un drama clásico, con un pasado oculto que cuando se revela sirve de catalizador de la catarsis que experimentan los personajes. Está ambientada en Wyoming, en un rancho algo aislado de un pueblo de montaña, pero no es un Western.
Los malos tratos a la mujer y la necesidad de protección por parte de hombre fuerte de la familia. Es un tema que para la época en que fue rodada era atractivo y novedoso. No era fácil de tratar, ahora seguro que es una auténtica realidad, pero hace años todo era menos sentido, más díficil.
El reparto, al menos a priori, es sensacional: Robert Redford, Morgan Freman, y una Jennifer López algo menos potente desde el punto de vista sexual y explotando toda su potencialidad como actriz, que no es poca.

martes, 1 de marzo de 2022

§ 2.631. A vida o muerte (Michael Powell y Emeric Pressburger, 1946)

 
Muy aclamada película de un par de directores que lo mejor que hicieron lo hicieron juntos.
Muy interesante propuesta, estéticamente muy arriesgada, con una parte en color y otra en blanco y negro, según el escenario en el que se desenvuelvan los protagonistas. El discurso también se modifica. En color se pretende narrar la alegría, el amor, las ilusiones, lo real. En blanco y negro se narra la eternidad, el cielo, las sensaciones irreales. El cielo, la tierra, los vivos y los muertos. 
Me ha gustado muchísimo. Tiene algo diferente, distinto de las películas usuales. 
Naturalmente David Niven y Kim Hunter le dan un tono muy adecuado. He visto a Niven en muchas películas, ayer sin ir más lejos, y en todas cumple sobradamente. Pero en éste está superlativo. Melancólico, algo preocupado, con mala salud y, a la vez, con tremendas ganas de vivir, de querer, de amar. 
Hunter es de esas actrices discretas, de gran solvencia personal pero que no dieron lugar a escándalos o problemas. Una carrera tranquila y larga que se prolongó durante años.
Me recuerda a "El juicio Universal", de Guivanni Papini. Esa dicotomía entre ganar o perder el juicio y la vida misma y el planteamiento de un juicio para continuar viviendo, o entrar en el cielo.
Tiene un punto de fascinación por el sub-realismo, tanto en lo estético como en lo argumental. Desde luego está bien aprovechado el argumento.

§ 3.378. Los ojos de la noche (Jesús Franco, 1970)

  Algo hay que reconocerle a Jesús Franco, la capacidad de montar proyectos, películas, y lanzarlas al mercado. Le tengo fichadas 156 pelícu...