viernes, 30 de septiembre de 2022

§ 2.773. El pecado de Cluny Brown (Ernst Lubitsch, 1946)

 

Comedia de situación al servicio de los dobles sentidos, la pillería, la sorna, la risa fácil y el humor inteligente. Lo que era Lubitsch.
Todo al servicio de una Jennifer Jones que estaba siempre en todas las salsas, en todas... Acompañado por un Charles Boyer ya algo mayor pero siempre en su punto, y con Peter Lawford y Helen Walker.
Enredo, situaciones dobles, sátira social a la bienpensante clase alta británica y una cierta mofa de la lucha antinazi.
Como siempre Lubitsch no defrauda.

jueves, 29 de septiembre de 2022

§ 2.772. Primavera tardía (Yasujiro Ozu, 1949)

 

Sólo he visto otra película suya, Buenos días (1959), y no me gustó demasiado. De una lentitud no sólo exasperante, sino inconsecuente e inservible.
Sus característicos planos a ras de suelo son interesantes, aportan un punto de vista muy distinto de la forma de rodar usual entre los cineastas, planos cortos, con gran angular y con un centro de gravedad muy bajo.
Filmar la tranquilidad de la vida cotidiana no parece muy sugestivo, y quizá no lo sea, pero de lo que se trata es de conseguir que lo sea. Y eso precisamente es lo que consigue Ozu, que está considerado un grandísimo director.
No digo que no sea una cinta valiosa, seguramente está muy valorada, pero no es mi tipo de cine. Me agrada verla, pero no es el tipo de película que me gusta. No me conmueve, no me araña los sentimientos, y no se trata de la lentitud o del tipo de relación fría y distantes que mantienen los personajes. No, es que la forma de contarla me deja un tanto frío. Comparar esta cinta con Vivir de Kurosawa, que también es una cinta fría y de sentimientos tranquilos no es descabellado. Pero aquella, que vi hace tiempo la recuerdo con verdadero cariño, mientras que esta me va dejando frío. Desde luego es una desarrollo canónico, muy ortodoxo, nada artificial y muy sentido y sincero. Pero no es la forma de rodar que más me agrada. Probablemente no aprecio las cosas en su justo punto. Simplemente soy un aficionado a ver películas, sin más, sin pretensiones, sin ver las cintas porque hay que verlas. Por eso me es completamente indiferente lo que piense el público o la crítica sobre una cinta. No me influye, ni para bien, pues hay algunas películas que se consideran estupendas y a mi me han aburrido soberanamente, y al revés, películas que han sido masacradas por los gurús de esto a mi me han encantado. Cierto es que depende un poco del estado de ánimo con el que vea las películas. Si estoy muy cansado suelen no agradarme, y, sin embargo, si las veo a mediatarde de un día sin ajetreo las saboreo más.

miércoles, 28 de septiembre de 2022

§ 2.771. Stella Dallas (King Vidor, 1937)

Relato social en un King Vidor que ya había rodado "La Calle" y estaba a punto de comenzar su ascenso al estrellato de los directores imprescindibles.
Melodrama social y amoroso de tremenda fuerza y potencia afectiva. Con una Barbara Stanwyck en estado de gracia, siendo todavía muy joven y una recién llegada aunque ya con cierta experiencia. Comenzó unos años antes prácticamente con la llegada del sonoro. No sé, en realidad, si verdaderamente tiene alguna cinta silente. John Boles no me suena tanto. No he visto casi nada suyo. Es el típico actor de aquellas época.
Me ha gustado mucho el melodrama. El tono ligero en las formas pero profundo en el fondo es una mezcla perfecta para la expresión de los que pretende el director. 
Caracteres irreconciliables llevan a tomar una decisión drástica con respecto al matrimonio. Era de esperar. El sufrimiento y la renuncia permanente de la madre están muy bien trazados. Es un gran papel. Tiene algo de arrabalera, de mujer no ya sin cultura o formación, sino sin la más mínima urbanidad. Un papel de rompe y rasga, canónico, de gran actriz. El éxito social para ella es diversión, reconocimiento. Además se sitúa en algunos momentos fuera de lugar, poniéndose a ella y a su hija en situaciones comprometidas.
Para el padre es trabajo, discreción, cuidar de su hija en valores distintos a los de la madre. Lo de todos los días, vamos.
Era, al parecer, una de las películas favoritas de Akira Kurosawa. No llego a alcanzar por qué.

martes, 27 de septiembre de 2022

§ 2.770. ¿Quién llama a mi puerta? (Martin Scorsese, 1967)

 

En el minuto 9 de la cinta Scorsese nos confiesa su adoración por John Ford y su "Centauros del desierto", y por las películas del Oeste en particular. Debut del director y de su protagonista, un jovencísimo Harvey Keitel, y una desconocida para mi Zina Bethune, que solo hizo cuatro películas, dos de televisión.
No es de las que más me han gustado de él. Es curioso, pero esta es la última película que me quedaba de él por ver.
Tiene algo de esas repeticiones y diálogos claustrofóbicos que a veces arruinan, a mi juicio, sus películas. Es para mi un director contradictorio. Creo que tiene cuatro o seis obras realmente maestras, junto con otras muy 'cansadas' que, sinceramente, me han aburrido una barbaridad. Una carrera muy larga, prolífica y llena de éxitos, polémicas y de algunos fracasos.
Un catolicismo totalmente trasnochado: moral estilizada para sí mismo pero exigente para los demás, todo ello rodeado de una mística absurda y aburrida que valora más los ritos que la profundidad de las creencias y los sentimientos. Católico sí, pero divorciado y cocainómano. En fin, toda una contradicción.
Creo, sinceramente, que es un director tremendamente sobrevalorado. Tanto por público como por crítica. Me recuerda bastante a lo que ocurre con Polansky, que junto con películas verdaderamente estupendas tiene otras, a mi modestísimo juicio, bastante mediocres. Pero supongo que a lo a mi me parece mediocre a otros lo entenderán como una obra maestra.
Esta de Scorsese, que es lo que aquí ahora nos trae es totalmente prescindible. Para los muy Scorsesianos quizá pueda apreciar que sus temas recurrentes ya estaban aquí, que la forma de mirar por la cámara tiene tal cualidad o que los enfoques, encuadres y tomas tiene tal o cual característica, pero para un mero aficionado como yo todo eso no tiene demasiada importancia. Ni soy un cinéfilo, ni lo quiero ser. Ni soy un experto ni lo quiero ser. Simplemente me gustan las películas e invierto un tiempo en su visionado, con un cierto orden de directores eso sí. Pero nada más. Por eso digo que esta cinta es un coñazo. Punto.

lunes, 26 de septiembre de 2022

§ 2.769. El gran silencio (Sergio Corbucci, 1968)

 

He visto cosas de Corbucci, y me han gustado. Ésta pasa por ser una gran obra, carismática y mítica. Con música del Ennio Morricone, amena aunque poco ambientada. Es, cono todo, una película singular, en un escenario nevado, algo muy peculiar para una obra del Spaguetti Western.
Me ha gustado mucho. Tiene un aire sombrío, oscuro. Que esconde algo, que oculta quien es, y por qué no pronuncia palabra alguna.
El papel de cazarecompensas 'loco' le va perfecto a Klaus Kinski, un tipo peculiar donde los haya. El Gran Silencio es Jean-Louis Trintignant, fallecido este verano.
El conjunto de la obra es interesante, tanto por el escenario como por el desarrollo.
Intentar ver una lectura política en la película es, cuando menos, arriesgado. Y ver aquí una alegoría de Malcon X o de el Che Guevara me parece, sencillamente, una exageración y una memez. Es una película del Oeste, algo peculiar, pero una película del Oeste.

domingo, 25 de septiembre de 2022

§ 2.768. Nadie quiere la noche (Isabel Coixet, 2015)

La otra película que vi de ella, "La vida secreta de las palabras" (2005) me pareció fascinante. Delicada y muy cuidada, intimista y muy sincera. Profunda y redonda.
Y esta es también magnífica, con una Juliette Binoche espléndida, un para mi desconocido Rinko Kikuchi, y la presencia potentísima de Gabriel Byrne aunque con muy poco metraje para él.
Aventuras de una mujer culta y rica en la tundra del ártico. Paisajes bellos, condiciones de vida extremadamente duras, y una historia de amistad. Una película que pudiéramos denominar "femenina", por la presencia totalmente protagonista de la mujer, que no se sabe muy bien qué determinación la lleva a viajar al ártico y buscar a su marido que estaba buscando una camino para llegar al polo norte. Quizá no fuese el amor por su marido, sino su amor propio, quizá tuviera una conciencia clara de su valía y de sí misma. En todo caso la mujer jugó un papel muy importante en las expediciones árticas y su marido es reconocido como el conquistador del Polo Norte.
El tono intimista le va bien a la cinta, pero hay algo que no funciona del todo bien. Es una cinta difícil de ver, que no es para todo el mundo. No es exactamente un melodrama, sino una cinta íntima y personal, recogida y sensible, que es difícil cuadrar con la problemática de aventuras. 
Me ha gustado. No tanto como la otra, pero me ha parecido muy interesante.

jueves, 22 de septiembre de 2022

§ 2.767. La vida de Émile Zola (William Dieterle, 1937)

 

Versión clásica del asunto Dreyfus, de los años treinta. Conciencia social, valor para contarlo, y genialidad para narrarlo bien, compromiso personal y bondad.
Un gran hito que ley hace muchísimos años. Compré el librito en una librería de Segovia, me acuerdo perfectamente. Me interesó mucho en su momento, pero no tanto por el antisemitismo del fondo del asunto, sino por producirse dentro del ejército.
Refleja muy bien las penurias económicas en las que vivía la bohemia parisina a finales del XIX. Émile vive con un tal "Cezanne", que supongo que es Paul Cezanne.
Narra muy fácilmente el tránsito de la pobreza a la riqueza, de no tener para comer a nadar en una cierta riqueza. Y la vuelta al compromiso consigo mismo y con la sociedad la volver a escribir sobre temas comprometidos, el caso Dreyfus.
El compromiso con la verdad vuelve, aunque la verdad, quizá nunca se fue.
Me ha gustado mucho, pero es que Dieterle es una auténtica barbaridad. Un directorazo.

miércoles, 21 de septiembre de 2022

§ 2.766. La conspiración (Robert Redford, 2010)

 

Su particular visión sobre un hecho muy conocido, que necesariamente tuvo que conmocionar al recién creado país. A mediados y finales de los años ochenta estaban de moda las cintas sobre la guerra del Vietnan, aportando cada director americano su visión particular. Parece que Redford recupera historias que le interesaron en su infancia. Es una hipótesis seguramente no descabellada.
Más que el estudio de la situación, de la deslealtad o del magnicidio mismo lo que se debate en el asunto es si las garantías procesales y materiales de cualquier justiciable también son aplicables en supuestos como éste. La inconstituionalidad del sometimiento de un civil a un proceso militar. "Que la pena no te haga perder el buen juicio".
También es la historia de Mary Surratt, la mujer acusada de dar cobertura en su casa a los conspiradores, finalmente considerada culpables y condenada a la pena de muerte, que se ejecutó y no conmutó, siendo la primera mujer condenada a la pena capital.
Es interesante la cinta, bien rodada, con una escenografía interesante, equilibrada y entretenida. Pero le falta algo. Tiene intriga, pasión, fuerza, y la historia para un no americano que conoce esa realidad desde muy lejos y no siempre bien es instructiva.

martes, 20 de septiembre de 2022

§ 2.765. Los héroes también lloran (George Seaton, 1956)

De Seaton me encantó "Espía por mandato" (1962), algo menos otras cosas: Sitiados (1950), Silencio de muerte (1963), 36 horas (1965) y Aeropuerto (1970).
Una historia de amor como mandan los cánones en un conflicto bélico. Con un William Holden, y una Deborah Kerr absolutamente exultantes, acompañados de una eficaz, como siempre, Thelma Ritter, en un papelazo impresionante, verdaderamente emotivo.
Me ha encantado la película. Naturalmente es para una época muy especial y un momento muy especial, pero tiene todo lo que una historia puede tener.
El planteamiento varonil el militar y la dulce viuda de guerra que, en realidad, no sabe por qué está allí. Es una combinación que puede salir fatal, pero es que con estos dos monstruos de la interpretación es difícil no construir una historia interesante. El tópico quiere facilitar la dulzura del marine, pero, a lo mejor, lo que se produce es el endurecimiento de la chica. Y en el amor también hay ese tipo de sentimientos.
Ella se enamora de su rudeza, de su seguridad, de su empaque. Él de lo que ella representa, de su ternura, de su belleza. Me parece un peliculón excelente. Me ha gustado mucho la música de Victor Young, que me recuerda a "La colina del adiós".



lunes, 19 de septiembre de 2022

§ 2.764. La exótica (Sam Wood, 1945)

 

Una de aventuras con Wood como director, Cooper y Bergman como actores no puede salir mal. Y, sin embargo, no tengo a esta película por muy conocida o famosa. Flora Robson, con la cara pintada de negro, completa la trilogía principal. 
El papel de la joven vengadora de un pasado que ni conoció ni padeció está algo forzado en Bergman, a veces con poses algo desentonadas, un punto histéricas y, a mi modo de ver, fuera de lugar. Una interpretación algo forzada, con una cierta superficialidad y pretendiendo una frialdad que no se corresponde con lo que el personaje demanda: una mujer fría, calculadora, y con un propósito muy determinado de conseguir su objetivo.
Cooper sin embargo sí creo que da el tono más que adecuado. Cierto que parece un papel hecho para él, duro y tierno, americano desde la raíz a la cepa. Además el papel, como en la realidad, representa a un señor más mayor que la chica.
Ella naufraga, radicalmente además. Con una actriz más 'racial', más potente, más exuberante en su belleza, con esas caras que parecen decir "sexo" en todo momento quizá hubiera sido un papel más redondo. No se necesitaba tanta actriz y hubiera bastado con una mujer menos dramática.
El guión está bien dosificado, narra con pausa y determinación. Aunque es larga -135 minutos- se deja llevar, porque no se hace pesada, y las cintas tan largas suelen sofocarme. Tiene un gran virtud, esconde muy bien qué va a pasar, no es previsible y aunque puedes imaginar por dónde va a discurrir no lo tienes claro en ningún momento.
Un drama gótico, costumbrista con tintes melodramáticos subido de metraje y pretensiones de gran producción que no cuaja del todo bien. 
De Wood he visto varias cosas: Una noche en la ópera (1935), que no me gustó demasiado, El orgullo de los Yanquis (1942) que la vi en el año del desprendimiento, y ¿Por quién doblan las campanas? (1943) que recuerdo haberla visto hace muchos años y que me encantó, además de tenerlas por un éxito realmente potentísimo. Quizá esta pretendía que la química de los mismos protagonistas funcionase igual, y, desde mi punto de vista, no ha sido así. El resultado no es ni parecido, pero bien es cierto que cuando vi la cinta era una época en que adoraba a Hemingway y, además, acababa de leer la novela.

domingo, 18 de septiembre de 2022

§ 2.763. El noveno día (Volker Scholöndorff, f2004)

 
Las películas dogma, documentales, testimonios, veraces, auténticas... Pues me parecen un castañazo. Sencillamente. Quiero mentiras, ficción, embuste, quiero que lo que veo en la pantalla no sea real, quiero que me engañen, que me mientan, que me tomen el pelo, que le falsifiquen la realidad, quiero mentiras en mi vida cinematográfica. Y esta película es, literalmente, lo contrario, es verdad, auténtica y limpia, sincera y literal. Es, simplemente, lo que ocurrió. Y no me gusta verlo. Sé que ocurrió, pero no me gusta verlo, como no me gusta saber cómo está mi ojo después de seis operaciones de desprendimiento de retina. Sé que no veo bien, pero no quiero saberlo. No puedo con todo el peso de la maldad del mundo.
Director desconocido para mi, es la primera película suya que veo. El actor principal es lrich Matthes de quien sólo he visto "El hundimiento" (Oliver Hirschbiegel), también de 2004, excelente cinta, mejor que esta.
El culto católico en la Alemania nazi siempre ha estado sujeta a controversia, a veces incluso muy alevosa. Y esta película pretende mostrar parte de ese camino, de esas circunstancias, de esa realidad.
Interesante cinta, polémica supongo, pero realmente impactante.

jueves, 15 de septiembre de 2022

§ 2.762. La llave (Carol Reed, 1958)


Lo de William Holden es escandaloso. Es un actor de una pieza. Sobrio, varonil sin ser pedante, galante sin ser pesado, se mete en el papel sin ser histriónico, o amanerado, guapo sin ser un galán de rompe y rasga. Mi actor favorito, sin lugar a dudas, el más completo, el más capaz en todos los terrenos, capaz de hacer de marido y de amante, de hombre de guerra y de malo del oeste. Probablemente solo tenía un enemigo, él mismo y su lucha de años contra el alcohol, que le arruinó la vida, le estropeó y acortó la carrera y le acortó la existencia. Elegía bien sus papeles, era versátil, jugaba en la liga de la crítica y también en la del público.
Sofia Loren también era una actriz muy dotada, además de extraordinariamente bella.
De esas bellezas italianas absolutamente rompedoras, de una belleza racial, con un punto animal que tanto gusta a los hombres de cualquier raza, condición o extracción social. Pero también era una gran actriz, suave de formas y muy dotada para hacer papeles dramáticos. No tanto quizá para la comedia o para otros géneros más ligeros. Siempre la he considerado una gran actriz.
Carol Reed probablemente sea siempre recordado por El tercer hombre (1949), y en menor medida por El tormento y el éxtasis (1965), para mi una obra de arte absoluta y que me gusta más que el tormento y el éxtasis. Pero también tiene otras cosas muy notables: Larga es la noche (1947), Se interpone un hombre (1953), Trapecio (1956), la muy lograda Nuestro hombre en la Habana (1959), y la más normalita El precio de una muerte (1963). Un director de prestigio, muy británico en sus formas y en sus tramas, comprometido con su tiempo y su país.
Esta cinta me gusta. Puede situarse en la línea media de películas de su tiempo, calidad y buena factura, buen metraje, atrezo adecuado y gran selección de actores.

§ 2.761. Reflejos en un ojo dorado (John Huston, 1967)

Es la segunda vez que la veo, y, la verdad, me sigue pareciendo interesante. Provocadora, procaz, virulenta, con tintes eróticos y sadomasoquistas. El ambiente cerrado y claustrofóbico de un acuartelamiento militar es un lugar propicio para que se desarrollen las obsesiones y desvaríos de un militar obsesionado por el rigor, las clases de táctica bélica y el asco al sexo. Quizá porque es homosexual, quizá porque el rigor excesivo de su carrera le lleva a plantear su vida como una continuación de aquella, quizá porque sufra algún tipo de neurosis, psicopatía, o depresión.
El voyerismo del recluta es que da todo el sentido al relato, es como el narrador omnisciente, que todo lo sabe, desde el principio, y todo lo ve, sin intervenir directamente en la trama. Aunque en algunos momentos sí interviene, provocando la lívido de la mujer y también la de su marido. La cobertura formal que patrocina el seguimiento de las reglas militares para la homosexualidad del protagonista deja de funcionar cuando la mujer experimenta la necesidad de un marido en el sentido sexual de la palabra. Su alcoholismo, su tendencia a la exageración, a la mentira y reproche a su marido no es un síntoma de nada, es la consecuencia de su frustración. Y el marido, que lo sabe, lo tolera y lo encubre, es incapaz de poner fin a la situación, quizá porque no pueda, quizá porque no sepa.
El resultado es magnífico, una gran película en el mejor momento creativo de un cineasta imprescindible, mayúsculo, homérico.
La pareja Elizabeth Taylor y Marlon Brando es puro fuego, especialmente brillante el actor, en un rol singularmente difícil y enrevesado, sobre todo para un actor que ha encarnado, más que otros, la fuerza varonil, la pulsión sexual y la tortura interior por el sexo.

miércoles, 14 de septiembre de 2022

§ 2.760. Canciones para dormir (Andreas Struck, 2009)

Me gusta mucho elJazz, soy muy aficionado, y entiendo la estética que genera, incluyendo el retrato del perdedor, del marginal, del solitario, del desarraigado, del 'outsider'. Sin embargo no creo que se llegue a la genialidad ni al virtuosismo desde esos lares, ni tampoco, obviamente, desde la drogadicción. Los grandes músicos han sido metódicos, sistemáticos, virtuosos y técnicamente perfectos desde la repetición y una constante búsqueda de la digitación, la técnica y poco dados a la experimentación sin fundamento o base sólida. Incluso el Jazz experimental tiene mucho, como el arte abstracto, de improvisación desde una base técnica irreprochable y un compromiso previo con la ortodoxia más recalcitrante.
Aquí, en esta película, el Jazz es un mero accesorio, el campo de juego en donde se cuenta la historia, pero no es una cinta de jazz, ni siquiera suena un jazz interesante. La búsqueda de uno mismo, de su esencia más inmediata y la redención sobre el propio conocimiento es la trama de la historia. 
Salir de la marginalidad no es fácil. Es, realmente, muy difícil, y hacerlo de la manera que plantea la cinta es la trama de la historia. 
Director y actores desconocidos para mi. Aunque es una propuesta interesante no me parece muy lograda. A medio camino entre el retrato lineal y la experimentación visual, la forma poco ortodoxa de plantear los planos evoca al cine dogma, claramente, cámara en mano, planos muy móviles y cortos, pocos diálogos y un lenguaje de colores marrones y pardos que nos conecta fácilmente con el fracaso, la decepción y la frustración.
Hay que ver de todo, y no soy nada cicatero con las propuestas cinematográficas, por rupturistas que sean, pero ésta no me ha agradado. No será una película que vuelva a ver, y no la considero recomendable.

martes, 13 de septiembre de 2022

§ 2.759. Camino de espinas (Vincent Sherman, 1943)

 

La última película que vi del director fue "El señor Skeffington" (1944), que me pareció magistral.
Este drama social, de superación de prejuicios sociales, tan en boga en plena IIGM, a veces funciona. Triunfo económico, progreso social, aspiraciones mundanas pero que forjan el carácter y la forma de ser que modelan a la persona y la centran para el resto de su vida, para bien y para mal. Porque no toda aspiración colmada es satisfactoria.
No está bien trazada, y aunque ver a Ida Lupino siempre es una garantía no está lo suficientemente bien acompañada. Un drama más, algo perdido y que entiendo que no trascendió demasiado. Nada que ver con otras obras de Sherman.

§ 2.758. Oficial y caballero (Taylor Hackford, 1982)

 

Un 'clasicazo' de los años ochenta con una de las actrices que más me gustaban entonces, una siempre interesante Debra Winger, y uno de los nuevos galanes de Holywood, el más interesante actor de lo que parece Richard Gere.
La parte del entrenamiento militar se queda un poco antigua, sobre todo después de otras cintas parecidas de entrenamiento militar. La catarsis del protagonista es interesante, revela la superación personal y la domesticación del instinto.
La panorámica del enamoramiento está mejor trazada aunque no sea especialmente verosímil. Todo parecía indicar que el oficial se licenciaría y se iría a un destino militar abandonando a la chica. Ese era el argumento central, pero, al parecer, se rodó el final que todos conocemos como segunda opción y fue todo un éxito.

lunes, 12 de septiembre de 2022

§ 2.757. Anibal (Carlo Ludovico Bragaglia, y Edgar G. Ulmer, 1959)

Interesante propuesta, con un resultado, cuanto menos, mejorable. No es una aberración de "peplum", y he visto algunos de esos, pero tenía más posibilidades de las que proyecta y desarrolla. 
Una música muy intrusiva, y con unos actores que no dan la talla. Victor Mature es uno de esos actores que tienen más fondo del que parece. Cercano al tópico de mal actor, inexpresivo, poco fiable, encajonado precisamente en este tipo de películas. Pero siempre me ha parecido un actor noticiable.
De Ulmer he visto ya muchas cosas, generalmente con un resultado magnífico. De Ludovico es la primera película que veo, pero me formo una idea de que es un director a medio camino entre los 'peplum' y películas costumbristas.
Además de Mature actúan: Gabriele Ferzetti, que es la chica, y muchas actores italianos, que no conozco. También actúan, aunque en papeles muy secundarios Terence Hill, y Bud Spencer, luego famoso duo en una colección de cintas muy singulares.
Es interesante la película, y se viene abajo poco a poco, pero es una cinta que se puede ver perfectamente.

domingo, 11 de septiembre de 2022

§ 2.756. Memorias de una geisha (Rob Marshall, 2005)

 

Un título muy mítico que no había visto hasta ahora. En aquellos años estaban de moda las cintas de temática 'asiática', principalmente china. Creo recordar que la novela en la que se basa fue un gran éxito, pero ahora, al comprobar que es de un tal Arthur Golden no estoy tan seguro de ello.
Su gracia la basa en el exotismo de su propuesta, pero le falta bastante para ser una gran cinta. Tiene sus momentos, pero poco más. Al lado de las cintas Coreanas o Chinas no tiene nada que hacer. La exposición de las tradiciones no es muy extensa, ni tiene un gran desarrollo expositivo, pero se deja ver. Pretende tener formato de gran producción, y los atrezos están logrados de verdad, seguramente con una representación muy realista.
Interesante, sin más.

sábado, 10 de septiembre de 2022

§ 2.755. La calle del adiós (Peter Hyams, 1979)

 
Amor en tiempos de guerra, con un tono melodramático ciertamente efectista pero que carece de las características que hicieron del género uno de los tipos de cine más bonitos que existen. Dramática, pero algo inconsistente. Funciona, pero solo a ratos.
Las escenas bélicas no llegan a la altura de una película del género, y las de amor se encuentran lastradas desde el principio por lo inverosímil que es la proposición inicial en su presentación. 
El ambiente del Londres en plena IIGM está muy logrado: las calles, los coches, la ropa... Muy británico.
El reparto está muy logrado: Harrison Ford, en pleno apogeo de su creciente fama, Lesley-Anne Down, una actriz muy interesante, con una gran carrera en el mundo del cine y de la televisión, y, Christopher Plummer, todo un señor en plena madurez.
La música es de John Barry, que da mucha cobertura y propicia el tono melodramático.
De Hyams he visto varias cosas, y siempre tengo la idea de que podía ser mejor director. Sus películas están bien construidas, pero no me llegan del todo. He visto Los jueces de la Ley (1983), Más fuerte que el odio (1988), Testigo accidental (1990) y Más allá de la duda (2009). Buenos estudios, buenos actores, buenos guiones, pero sin ese poco misterioso que hace que una cinta sea maravillosa. 

viernes, 9 de septiembre de 2022

§ 2.754. La mascota del regimiento (John Ford, 1937)

 

Entretenida película de aventuras, que siempre le he tenido algo de manía, porque la entendía de 'niños', pero se me ha revelado como una joya escondida.
Una niña (Shirley Temple) preciosa, con unos tirabuzones rubios verdaderamente ideales, con un Victor McLaglen que da perfectamente el papel de bruto con corazón. Me ha encantado su papel. Después de su papel magistral en "El delator" (1935) nada hacía presagiar que era capaz de llevar a buen puerto el papel. Pero lo borda. El resto del elenco es el que sigue: C. Aubrey Smith en el papel del huraño coronel Williams, César Romero como el temido bandido Khoda Khan, y June Lang como la viuda madre de la niña.
El ambiente es, como se pretende, el de un cuento de Rudyard Kipling, pero lo hace con una delicadeza, una mezcla de ambiente militar e infancia divina, con esa mezcla inocencia y verdad. Me ha encantado. Me quedan ya muy pocas de ver de Ford, cuatro o seis, sin contar, naturalmente las de su etapa muda, que adquiero cuando puedo, pero que son difíciles de hacerse con ellas.

§ 3.378. Los ojos de la noche (Jesús Franco, 1970)

  Algo hay que reconocerle a Jesús Franco, la capacidad de montar proyectos, películas, y lanzarlas al mercado. Le tengo fichadas 156 pelícu...