lunes, 19 de septiembre de 2022

§ 2.764. La exótica (Sam Wood, 1945)

 

Una de aventuras con Wood como director, Cooper y Bergman como actores no puede salir mal. Y, sin embargo, no tengo a esta película por muy conocida o famosa. Flora Robson, con la cara pintada de negro, completa la trilogía principal. 
El papel de la joven vengadora de un pasado que ni conoció ni padeció está algo forzado en Bergman, a veces con poses algo desentonadas, un punto histéricas y, a mi modo de ver, fuera de lugar. Una interpretación algo forzada, con una cierta superficialidad y pretendiendo una frialdad que no se corresponde con lo que el personaje demanda: una mujer fría, calculadora, y con un propósito muy determinado de conseguir su objetivo.
Cooper sin embargo sí creo que da el tono más que adecuado. Cierto que parece un papel hecho para él, duro y tierno, americano desde la raíz a la cepa. Además el papel, como en la realidad, representa a un señor más mayor que la chica.
Ella naufraga, radicalmente además. Con una actriz más 'racial', más potente, más exuberante en su belleza, con esas caras que parecen decir "sexo" en todo momento quizá hubiera sido un papel más redondo. No se necesitaba tanta actriz y hubiera bastado con una mujer menos dramática.
El guión está bien dosificado, narra con pausa y determinación. Aunque es larga -135 minutos- se deja llevar, porque no se hace pesada, y las cintas tan largas suelen sofocarme. Tiene un gran virtud, esconde muy bien qué va a pasar, no es previsible y aunque puedes imaginar por dónde va a discurrir no lo tienes claro en ningún momento.
Un drama gótico, costumbrista con tintes melodramáticos subido de metraje y pretensiones de gran producción que no cuaja del todo bien. 
De Wood he visto varias cosas: Una noche en la ópera (1935), que no me gustó demasiado, El orgullo de los Yanquis (1942) que la vi en el año del desprendimiento, y ¿Por quién doblan las campanas? (1943) que recuerdo haberla visto hace muchos años y que me encantó, además de tenerlas por un éxito realmente potentísimo. Quizá esta pretendía que la química de los mismos protagonistas funcionase igual, y, desde mi punto de vista, no ha sido así. El resultado no es ni parecido, pero bien es cierto que cuando vi la cinta era una época en que adoraba a Hemingway y, además, acababa de leer la novela.

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