martes, 1 de diciembre de 2020

§ 2.141. El fugitivo (John Ford, 1947)

No pensé que en la filmografía de Ford encontrase una película religiosa. No parece un hombre que practicase religión alguna. Su forma de ser, su personalidad, su hombría desaforada, sus vicios con el tabaco y el alcohol presagian un hombre alejado de las trascendentalidad que proporciona la religión y su ritos.
Pero es una película religiosa, con un título además muy Western, que puede inducir a engaño al espectador, esperando ver una cosa y encontrarse con otra.
En todo caso parece como si Ford se 'quitase' con esta película un peso de encima: soy católico, punto. No se hable más. Creo en Dios, a mi manera, parece querer decir con la elección de este tema. Más allá de la iconografía intuitiva de los Tres Padrinos con los Reyes Magos pocas temáticas religiosas recuerdo en Ford. No es que sea un descreido, o un irreverente, menos aun un faltón o provocador. Simplemente no le agradaban los temas religiosos.
El guión es de Dudley Nichols sobre una novela de Graham Greene, que desconozco cuál es, quizá El poder y la gloria, que se editó en 1940.
La trama es sencilla. En un país en que está proscrita la religión un sacerdote desafía las reglas imperantes y continúa ejerciendo su sacerdocio. La película comienza con un bautismo.
Los regentes instigan al jefe de policía para que le persiga y de caza, tarea a la que corre solícito, causando daño en la población civil con el propósito de que le sea entregado el sacerdote. 
    Aunque está rodada en México y los actores y escenarios son claramente mexicanos, ya advierte al comienzo de la película una voz en off que la temática no es exclusivamente mexicana, sino que podrían desarrollarse en cualquier parte del mundo. El ambiente es claramente revolucionario, tanto en la iconografía como en el vestuario de los militares. El lenguaje y las proclamas también son claramente revolucionarias.
   El sacerdote pretende huir del país, llegando con una mula a Puerto Grande. Le ayuda a huir la mujer y en el camino se encuentra con un paisano que, obviamente, pretende robarle la mula y el maletín que lleva, que a los ojos del paisano se le antoja lleno de dinero. Cuando está a punto de subir al barco un niño le llama padre y le pide que acompañe a su madre que está a punto de morir.
   Los actores son: Henry Fonda como el sacerdote, Dolores del Río la mujer india que acaba de dar a luz; Pedro Armendáriz como el policía obsesionado con darle caza y matarlo; y Ward Bond como el Gringo buscado por la justicia mexicana.

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