lunes, 23 de noviembre de 2020

§ 2.128. Sin motive aparente (Bob Rafelson, 2002)

    Última película de Rafelson, que tiene cosas ochenteras que se podían ver. Tengo estas cuatro: El cartero siempre llama dos veces (1981), remake de la película más mítica de Lana Turner, dirigida por Tay Garnett en 1946, El caso de la viuda negra (1987), relacionada con otra cinta mítica de Nunnally Johnson, de 1954, Sangre y vino (1996) y Poodle Springs (1998).
    Un policía va buscando a una chica que se ha escapado de casa y ayudando a una mujer mayor a guardar la compra en casa porque llueve. Allí se refugian unos malhechores que preparan un plan, un atraco. Se encuentran con dos ancianos que dan cobertura al plan, un joven de pelo chillón amarillo que tiene un punto psicótico importante, el ganster que piensa y ha ideado el plan y su chica, una guapa mujer que practica un doble juego.
    Mientras los ladrones van al banco a dar el golpe ella se queda con el policía, que es diabético. En un momento sufre un coma diabético y ella va su casa a por la insulina. Allí observa el violonchelo que él toda porque es aficionado y se lo lleva, porque ella era una pianista de joven, en su país natal. El respeto por la música y su amor por los instrumentos hacen el resto. Parece, incluso, que se enamoran, que tienen un romance. Una escena muy erótica es cuando él le enseña a tocar el violonchelo. Ella es utilizada como puta con el contacto con el banquero, haciéndole creer que ella está enamorada de él. Todo ficción, todo mentira, naturalmente.
    Los ladrones, que cuentan con un cómplice dentro del banco, cada vez hacen peor las cosas y ellos dos cada vez se enamoran más... ella empieza a intentar convencerle de que se queden con el dinero, robando a los ladrones.
    Samuel L. Jackson es el policía, y Milla Jovovich la chica del ganster. De él ya he dicho suficientes cosas en este Blog, y no me voy a repetir. De ella no creo haber comentado nada. La verdad me parece una belleza, con un tono místico muy acusado. Es una buena actriz, resuelve bien sus compromisos, no enreda y siempre termina bien, incluso con papeles muy cargados, muy protagonistas, como las de Luc Besson. Rubia, bellísima, con una melena corta muy favorecedora y unos ojos verdes que parecen teas encendidas, con una luminosidad impresionante. Además es muy alta, con lo que le favorece muchísimo la ropa, especialmente los vestidos. Una de las supermodelos de los noventa, ahora venida en empresaria de sí misma y actriz de películas de acción. Plan fabuloso de vida y obra. 
    Los demás actores son: Stellan Skarsgard, Doug Hutchison, Joss Ackland, Grace Zabriskie, más o menos conocidos. El guión es de Christopher Canaan y Steve Barancik, al parecer sobre una  historia de Dashiell Hammett. A mi no me suena de nada, pero tampoco he leído todo lo suyo. No obstante eso de que esta basada en una 'historia' es tan libre que puede organizarse cualquier guión desde cualquier relato. Demasiada libertad.
    Es una película que se deja ver, para mi gusto con veinte minutos de más. Esa manía tan extendida de ampliar más allá de lo necesario el metraje. Noventa minutos es lo ideal para una película como esta, policíaca. A partir de la hora se viene un poco abajo la película, empiezan a repetirse los argumentos, y ya no es capaz de 'enganchar' como al principio, pierde credibilidad y comienzas a verle las 'clacas', los errores de guión, y los fallos de actuación: los personajes no se sostienen...

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