Película de policias coreana. De Corea del Sur, naturalmente.
Responde a los cánones de cinta policial norteamericana. Los dos tipos de policía, un crimen que investigan ambos, una lucha interna entre ellos que descubre odios y trifulcas anteriores y un escenario de ascensos, meritocracia y politiqueo en el que los enfrentamientos entre ellos nada bueno augura.
Es algo plana, camina por sendas trilladas, y no innova en demasía. No hay nada que aporte a cualquier película occidental del género. Es convencional como pocas. Vida interior del policía, familias afectadas por la presión, ataques de pánico, medicación, neurosis policial, etc.
No me ha parecido gran cosa.
Si es cierto que las escenas son altamente realistas, incluso crudas. Pero es lo único que aporta. Poca cosa. Además es sumamente larga, 130 minutos. Un metraje más allá de los cien hay que saber gestionarlo. Y no parece que este director en esta cinta hay sido capaz. Es la segunda película de un directo del que no he visto la primera.
No hay comentarios:
Publicar un comentario