Un Western muy "europeo", que no "Spaguetti Western" o "Paella western" o similar. Podría ser consideraba una película de época, incluso un Western Australiano. Los trajes, las casas, el atroz, los carruajes, peinados, etc. evocan a emigrantes europeos emigrados al territorio americano. Daneses, Alemanes, Suecos, gente del norte de Europa, protestantes en todo caso, en alguna de sus derivaciones dogmáticas: Hugonotes, puritanos, etc.
Los actores principales son Guy Pearce como el reverendo malévolo y demoníaco que pretende erigirse en castigador de conciencias ajenas y guardián de la vida y la muerte en la tierra. Es malo, sádico, está enfermo -es evidente- y es muy peligroso. Una especie de castigador inclemente de condiciones y vidas ajenas.
Dakota Fanning es frágil, delicada, dócil, sedosa y algo enfermiza, pero fuerte y robusta cuando las circunstancias así lo requieren. No recuerdo haberla visto en otras cintas. Recuerdo haberla visto, pero no el cuáles. A Pearce sí le recuerdo en muchas más.
El papel de él es interesante, tiene algo del reverendo del Jinete Pálido, pero la delicadeza de ella supera las expectativas que me había formado sobre su actuación. Tiene mucho recorrido, fondo y forma. Una muy buen actuación, sobre todo a medida que se van complicando las cosas, el ambiente se endurece y el diablo obra su actos.
Muy buen color, buen sonido y un ambiente enrarecido y morboso, macabro y malsano rodea toda la cinta.
El mal existe, a veces más cerca de lo que creemos.
Me ha parecido interesante, aunque algo larga, cometidas las 'modernas'. Se necesitan demasiados minutos para contar cosas que podrían contarse en menos tiempo. Le sobran treinta minutos. Pero es que soy muy de leguaje condensado, también en lo cinematográfico.
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