domingo, 18 de mayo de 2025

§ 3.839. Monella (Tinto Brass, 1998)


Lo que se esperaba. Una comedia de situación subida de tono. Sin interés, sin malicia, sin sustancia. Los personajes responden a prototipos de la época, de lo que se pretende narrar. La chica ligera de cascos, el cincuenton pícaro, la madre dominante, el joven enamorado e inexperto, etc.
Años cincuenta, Italia, alguna región cerrada probablemente del sur, ambiente opresivo pero ya tendente a la apertura de mira y de ideas.
El plano Brass se aprecia desde el primer minuto: ese plano simétrico a derecha e izquierda que enfoca una ventana, o el cabecero de una cama provocando una sensación de orden artificial, de alineamiento de los objetos, y con ello de las ideas y pensamientos.
La tónica de sus películas siempre es la misma. Mujer despampanante por la que suspiran varios hombres, en este caso su novio y el amante de su madre, y que es capaz de volverlos locos a todos mostrando sus encantos.
La protagonista es Anna Ammirati, una mujer muy guapa, qué duda cabe, que debuta en esta película. Luego tuvo una carrera discreta, como ocurre por otra parte con otras actrices de Brass.
Una película muy prescindible, que se sustenta en la exhibición.
De Brass ya he visto casi todo. Al menos lo que considero interesante. Me faltan por ver sus primeras películas, que se alejan de al temática por la que luego fue conocido.

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