Un ensayo fílmico, muy del gusto de los que leen "En busca del tiempo perdido", gustan de escuchar a Chopín, disfrutar de pinturas impresionistas, beber coñac y dormir siempre a la misma hora.
Recodar es un un ejercicio notálgico en sí mismo. Además de un recurso de la melancolía, que a veces se apodera de uno y le atrapa y agarra, y no le suelta.
Per la memoria es traicionera. Falsea la realidad, diluye lo erróneo, exonera de culpa y carga de razón la acción propia (errónea o acertada), convirtiendo lo sucedido en una circunstancia individual. La experiencia dice que en los recuerdos hay mucho de sueño, y en los sueños algo de recuerdo.
Es la obra de despedida de un autor fundamental en nuestro cine, un director con mayúsculas, con obras sensacionales.
Es una obra sensible, delicada, sincera, tierna y muy personal. No sé, porque no conozco tanto a su director, cuánto hay de personal en estos recuerdos, pero intuyo que bastante. Una obra de cierre de una carrera con una temática tan personal y dedicada sólo puede justificarse desde la sinceridad. La historia es de José Mallorquí, el celebérimo escritor de fama internacional, pero no dice exactamente que proviniese de una novela.
Si no es un poco la historia de su vida, se le debe parecer bastante. O quizá fuese la historia de vida que quería haber vivido, que le hubiera gustado vivir.
Me ha gustado, es interesante y está bien resuelta, pero este intimismo en el cine no es lo que más me gusta.
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