sábado, 31 de mayo de 2025

§ 3.862. Nosferatu (Robert Eggers, 2024)


Una versión nueva de todo un clásico. De Bram Stoker hay, más o menos, cuarenta versiones. 
La original de 1924 de Murnau me encantó.  También la de 1931 de Tod Browning es interesante.
Luego, más tarde, está la de John Badham de 1970, que también me gustó mucho. La de Jesús Franco de 1970 está bien también. 
La que me gustó mucho, mucho de verdad, probablemente más de lo que creía es la versión que rodó Werner Herzog, con un vampiro muy bien desarrollado.
La de Coppola de 1992 es verdaderamente barroca, excesiva y puntillosa. Muy bien ambientada, una película especial, distinta.
A todas estas, que serían la rama principal del Vampiro o de Nosferatu habría que sumarle unas cuantas más de los hijos, las suegras, los desenfrenos, las peleas con otros monstruos y demás morralla asociada al fenómeno.
Ésta que nos presenta ahora Eggers está también muy bien. Perfectamente ambientada. Con una fotografía verdaderamente brillante y unos escenarios abiertos, naturales, muy bien elegidos. Frio. La muerte el frio. Como el Doctor Fausto, de Thomas Mann, que tengo que volver a leer.
Las caracterizaciones, los ambientes, las ropas, el atroz, todo el diseño de producción es perfecto, adecuado y bien elegido.
Quizá los actores no estén a la altura. Me parece que el director no ha querido que esta sea una película de actores, sino de dirección. Bueno, no están a la altura, no es del todo correcto. No son grandes estrellas, que es distinto. Me parece que el Conde Orloc está perfectamente caracterizado y también la figura del abogado. Quizá su mujer no tanto, así como otros secundarios. La elección del casting de actores quizá pretendiera no disipar el efecto miedo y no tener que contar con las servidumbres de todo tipo que suelen imponer las estrellas.
Una perspectiva que no había visto sobre el vampiro y su mundo es la atracción sexual que puede provocar el ser mordido, o el morder. Tanto heterosecual como homosexual. Ser mordido, sin más. 
Me ha gustado. Pero no es la versión que más me ha gustado. Es impactante y muy visual, pero no es la versión que más me ha gustado. Quizá la de Herzog sea la que más me ha agradado.

§ 3.861. Investigación criminal (Juan Bosch Palau, 1970)

"Setentera" española cortita, de un director que tiene mejores cosas, casi todas.
Policíaca, con subtramas personajes y un trasfondo de delincuencia especializada en el tráfico de blancas que no le sale nada bien al director. Todos los tópicos del mundo en una época de comienzos del destape y el desarrollismo español al calor del turismo, la playa y todo el boom económico asociado.
No es buena. Por momentos es vulgar y zafia. Me ha decepcionado. mucho, además.

viernes, 30 de mayo de 2025

§ 3.860. Los ojos del diablo (Dario Argento, y George A. Romero, 1990)

Dos episodios diferentes, que bien podrían considerarse dos mediometrajes diferentes, aproximadamente de una hora cada uno, basados en dos relatos de Edgar Allan Poe. Dos de los sus cuentos más conocidos y famosos.
Aunque en los créditos de la película figura como director únicamente George A. Romero, en las plataformas figuran los dos, y en las carátulas del DVD figura solo Dario Argento.
No le he cogido bien el tono a Argento. He visto ya varias cosas suyas, pero no consigo coserle el hilo. Me parece obvio y plano. En general, poco imaginativo, a pesar de que parece lo contrario. Suele seguir la senda trillada de los relatos que adapta, que suelen ser de campanillas.
Tiene algo de clase, funciona bien y le supongo un mago de las taquillas, pero no es exactamente mi cine. Puedo verlo, pero aunque he disfrutado algunas cosas suyas, sigue sin ser, al menos para mi, un tipo de cine que me llene. A veces lo veo como un De Palma cutre, otras como un fantaterror con clase. Sigo sin situarlo. No es Folk Horror, no es Slasher, no es terror japonés, no es un miedo clásico. Tampoco le veo con un renovador del género. Es un director 'clásico' para el tipo de cine que hace. Ortodoxo, con buenas maneras, con historia bien trazadas, bien narradas, con guión, trama y personajes. Presentación, nudo y desenlace. 
Tiene cosas, pero no es mi cine. Además es un autor prolífico. 29 cintas a su nombre como director.

§ 3.859. Bahía Blanca (Jesús Franco, 1984)

Otra más de Franco. Buen color, buenos paisajes (¿Canarias, quizá?), una trama bien desarrollada, el uso del zoom tan típico de él y, como (casi) todas, un resultado por debajo de lo esperado.
De la peor época de Franco. Repetitivo, poco original, simplón y plano. Por momentos sin sentido ni gracia, y cuando quiere ser interesante, introspectivo o sencillamente interesante sólo lo consigue a medias y siempre desde la visión bienintencionada del espectador. 
Parecía, al comienzo, que con esta cinta volvía a las cintas de su inicio, que tiene algunas verdaderamente interesante, pero no. Es el mismo Franco de siempre, perdido en el rodar por rodar.
No aporta nada, ni siquiera aporta a la pequeña historia de la filmografía de Franco. Totalmente prescindible.

jueves, 29 de mayo de 2025

§ 3.858. El sabor de la venganza (Joaquin Luís Romero Marchent, 1963)

Un Spaguetti Western español de calidad. Es de lo mejor que he visto de Romero Marchent, junto con "Condenados a Vivir" que es de unos años posterior, de 1972. 
Camina por sendas trilladas, pero tiene algunos aspectos novedosos. La presencia de hijo que estudia leyes, que se enfrenta no sólo a sus hermanos que claman justicia por el asesinato de su padre, sino también contra la madre, que, de alguna manera, se posiciona al lado de los hermanos violentos.
Un pelón larga, le sobran quince minutos, en vez de casi cien, haberse quedado en ochenta y cinco. Pero esa es una idea que tengo casi de cualquier película actual.
Escenarios abiertos muy logrados que, por momentos recuerdan a los empleados en Horizontes de Grandeza (William Wyler, 1958), principalmente el desfiladero 
Obviamente no tiene nada que ver, pero también me recuerda ligeramente a "Los cuatro hijos de Katia Elder" (Henry Hathaway, 1965).

martes, 27 de mayo de 2025

§ 3.857. New York Confidential (Russell Rouse, 1955)

Cine negro de altos vuelos. Crimen, Sindicatos del crimen, asesinos a sueldo, mafia policial y política. Verdaderamente impresionante. 
Me ha encantado. Me parece que lo tiene todo. Guión, trama, quizá los diálogos fallen un poco, personajes, actores, desarrollo, desenlace, segundas lecturas, aspectos sociales, etc. 
Un muy buen reparto, con una de mis debilidades: Broderick Crawford en estado de gracia, al que le acompaña Richard Conte, tan frio y extraño como siempre, Marilyn Maxwell y Anne Bancroft con un pelo corto cortísimo que no le favorece nada y, a la vez, la hace muy atractiva. Un verdadero lujo de cinta que la tengo por escondida y poco reconocida.
Esta es el tipo de película que reventaba la taquilla en aquella época. La supongo un gran éxito.

lunes, 26 de mayo de 2025

§ 3.856. La casa de los números (Russell Rouse, 1957)

 
Una cinta como otras tantas. Carcelaria, negra, amorosa. No muy original, pero sí bien tratada y muy ingeniosa.

Jack Palance es el actor principal (y el secundario, pues hace de dos hermanos), y Barbara Lang la actriz. A él le he visto en muchas películas, naturalmente, a ella sólo la recuerdo en Chicago, años 30 (Nicholas Ray, 1958). Sólo hizo estas dos películas y alguna serie de televisión.
Está bien, se deja ver y tiene un cierto ingenio y una cierta candidez, una cierta ternura de guión permite imaginar, más que creer, que la hipótesis del argumento puede tener la más mínima verosimilitud.
Quizá sea la más mediocre que he visto de Rouse, director la mar de interesante.

§ 3.855. La petición (Pilar Miró, 1976)

Debut cinematográfico de una directora que ya había rodado mucho en televisión, documentales y series. 
Aquel magnífico "Estudio 1" que fue una verdadera escuela de actores, directores, guionistas y demás profesiones relacionadas con el cine, la televisión y lo audiovisual.
Ésta es una historia de perfidia, engaño, ocultamiento, trampa y algo de lascivia y sexualidad reprimida. El morbo domina toda la obra, desde el principio y los juegos de niños no tan inocentes, hasta el propósito de la mente calenturienta de una mujer fatal de principio de siglo XX.
Algo lenta, morosa, con un propósito evidente de subrayar la sensualidad y perfidia de la protagonista, mala de libro, caprichosa, mundana y pueblerina a la vez, conocedora de sus encantos y de cómo utilizarlos y emplearlos para conseguir que los hombres hagan exactamente lo que ella quiere que hagan. Pero el juego termina cuando sus propósitos convierten su deseo en delito. Su capricho se ha convertido en delito.

domingo, 25 de mayo de 2025

§ 3.854. Reflexiones desde el sótano (Gary Walkow, 1997)

 
Aunque su presupuesto operativo es algo neurótico, tiene su gracia y su trasfondo. Mucha más miga de lo que parece...
Un hombre reflexiona, de manera bastante compleja y alambicada, sobre situaciones que ha vivido a lo largo de su vida y que, por unas razones u otras, le han provocado situaciones estresantes, difíciles o que recuerda con angustia y arrobo.
Evidentemente, tiene un sabor amargo, bastante poco afortunado y verdaderamente deprimente. Pero obliga al espectador a verse a sí mismo en idénticas situaciones, a tener esa empatía necesaria que puedes tener en una película de gente corriente. Porque en otras películas al protagonista le ves desde fuera, pero en esta puedes verte representado en él.
No en vano está basada en una novela de Fiódor Dostoyevski "Memorias desde el subsuelo". Con su complejidad existencial, su perspectiva deprimente de la vida y su desconfianza en el ser humano y su capacidad de hacer lo correcto. 
El personaje tiene algo de inadaptado por causa propia, de persona incapaz de ceder desde su personalidad a la realidad de la vida social que le circunda. Es una lucha entre querer que el mundo funcione como uno cree que debe funcionar y la realidad obstinada que, evidentemente, acaba imponiendo su criterio.
Aunque tiene algo de paródico y de comedia negra, es muy interesante y funciona, de alguna manera, como medida terapéutica. Si te sitúas en su posición, y evidentemente la película no funciona si no lo haces, llegas a analizar las cosas desde una perspectiva nueva, interesante, poco usual. Y comienzas a recordar la frase del principio, "tengo una enfermedad, pienso demasiado en las cosas".
Me ha gustado, me parece interesante.

§ 3.853. Los pianos mecánicos (Juan Antonio Bardem, 1965)

Pues es la primera película de Bardem que no es una obra de arte. Así, sin anestesia. Es una buena película, pero no una obra de arte. Está bien, pero no es magnifica, no es extraordinaria.
Un reparto de auténtico lujo: Melina Mercouri, James Mason y Hardy Krüger. Tres estrellas del momento, cada una en su espectro.
Ambientada en la Costra Brava, analiza el ambiente veraniego de un pueblo, Caldeya. Los personajes son escrutados con interés, representando diferentes prototipos humanos, cada uno diferente al otro. Por la pantalla van pasando fenotipos humanos, con sus miserias, con sus tristezas, con sus emociones, con sus alegrías. Una sensación de ligereza, de liviandad, de falta de consistencia y solemnidad. No sé dice de dónde vienen los personajes, ni a dónde van. Simplemente están. 
Creen en el amor. Quieren creer en el amor. Están vacíos emocionalmente, y llenan su vida de vivencias, bonitas pero vacías. 
Se aprovecha la trama para introducir algunos bailes flamencos, algunas piezas de jazz, mostrar cómo se divierte la gente y mostrar el paisaje y el mar, bello y sereno, azul y vital cómo sólo en la Costa Brava acontece.
Tiene algo parecido a la sensación que te queda cuando ves "Buenos días tristeza" (Otto Preminger, 1958).
La película proviene de la novela homónima de Henri-François Rey, un escritor francés afincado en Cadaqués, donde se rodó parte de la película. Bajo en volcán, la novela de Malcolm Lowry publicada en 1947 aparece al lado de la suicida. La película de John Hustón de 1984 nunca me llegó del todo.
Está muy bien, es una buena película. Por momentos muy buena. Pero no es la obra de arte que es Muerte de un ciclista o Venganza.

sábado, 24 de mayo de 2025

§ 3.852. El proceso de las brujas (Jesús Franco, 1970)

Un tio Jess pretendidamente histórico nos narra un suceso acaecido en Inglaterra a finales del siglo XV. Una persecución a las brujas, por motivos diversos, seguramente religiosos, pero también de otro tipo.
Franco cuenta, al parecer, que es de las películas que acometió más caras. No en vano cuenta con dos estrellas rutilantes de la gran pantalla: Christopher Lee y Maria Schell, actores, ambos, que por sí solos podrían sostener una película de gran presupuesto y montaje. Una de las rodadas por un director de los "grandes". 
No está mal. Se deja ver. Tiene ritmo, determinación y empuje. Es interesante lo que cuenta, y lo cuenta bien, tanto en la forma como en el fondo. Está bien ambientada, tiene un buen diseño de producción. tiene un metraje civilizado y tiene un buen color y sonido.
La tengo por una cinta que funcionó bien en taquilla, pero no tengo constancia de ello. Supongo que era el tipo de películas que en aquella época apuntaban en taquilla.
Me ha llamado la atención la música, verdaderamente interesante y bien engarzada en la película.
Un puntito histérico el señor Lee, un punto más allá de lo necesario, pero es que está muy en la línea de lo querido por el propio director.
El tercero en discordia, y que le tuvo que costar un buen dinero a los productores, es Leo Genn. Un británico de los considerados clásico.
También actúa Howard Vernon, que es uno de los actores fetiche del director.

§ 3.851. Abre tu fosa amigo... llega Sabata (Juan Bosch Palau, 1971)

Otro spaghetti western de Bosch. Bien hecho, bien narrado, colorido, con sus dosis de tiros, sus venganzas, sus tabernas, sus malos, sus buenos...
Lo que pudiéramos denominar como "Oeste básico". Hay miles de películas como éstas. 
El tema es casi lo de menos: un asesinato, una búsqueda del culpable, una pareja de perseguidos, una venganza...
Una más, en realidad. No destaca por nada. Es algo plana, y poco original. Si tiene un buen escenario, y, por momentos, tiene algo de gracia y salero.
Pero no creo que sea el género de Bosch. Ha visto cosas muy interesantes suyas, pero ninguna es un Western, aunque sí hizo bastantes. De ese tipo de Western que tiene un punto de comedia, con escenas que pretenden ser graciosas, pero se convierten en paródicas. 

§ 3.850. El techo de cristal (Eloy De La Iglesia, 1971)

Excelente película de uno de los directores más importantes de la España del cambio, de la transición. No tiene película mala. Ninguna. 
La forma de montarla, la música, la presentación de los personajes, el desarrollo argumental, los diálogos. Lo tiene todo.
Una Carmen Sevilla, absolutamente sensacional, en un rol de mujer observada, expuesta y, a la vez, desempeñando un rol nuevo para la clásica mujer española de la época. Guapa a rabiar, serena y fuerte y, a la vez, vulnerable y frágil. Me ha encantado. Hay que darle una pensada muy seria a su carrera, verdaderamente estupenda. 
No se puede confirmar, desde luego, pero Woody Allen hizo algo parecido con Misterioso Asesinato en Manhattan. Él en versión comedia, De la Iglesia en versión drama. La americana en la ciudad, en la patria en una zona rural.
También tiene algo de Clouzot, o de el propio Hitchcock. Misterio, engaño, apariencias.
Excelente presentación, magnifica puesta en escena y una ejecución perfecta.
La imagino un éxito en taquilla. Sin ninguna duda. Aunque con estas cosas nunca se saben.

§ 3.849. La diligencia de los condenados (Juan Bosch Palau, 1970)


Una más. Realmente, una más. Sin más. Sin más, ni más. Absolutamente plana, poco edificante y nada original. Almeria "way", caballos, música de armónica y alguna que otra persecución. Lo demás camina entre lo previsible y lo aburrido.  
Tiene el interés en ver a Erika Blanc, una actriz pelirroja realmente guapísima que trabajó muchísimo en aquellos años, aunque con desigual fortuna, poca siempre.
Puede leerse como un antecedente de los Odiosos Ocho (Quentin Tarantino, 2015), en el sentido de la presencia de personajes del Oeste en un lugar cerrado, en donde hay malos que controlan la situación y buenos que se encuentran secuestrados. 

viernes, 23 de mayo de 2025

§ 3.848. La venganza (Juan Antonio Bardem, 1958)

 
Profunda, espesa, sesuda, intensa... tiene esa pátina de Bergman, de trascendente, que consigue con diálogos verdaderamente trabajados, actores excelentes (Carmen Sevilla, cuidadoso con ella: qué fuerza en la mirada, qué potencia. Raf Vallone cuando era una estrella internacional. Jorge Mistral, Manuel Alexandre, y José Prada, con Francisco Rabal de narrador) y una puesta en escena que acentúa el dramatismo existencial de los personajes y de la situación del pueblo español.
La trama refleja muy bien lo que es la España 'profunda': odios ancestrales, resentimiento social, obsesiones recurrentes sobre el honor, la virtud, la hombría, la familia y todos los clichés que uno pueda imaginar, puestos en escenas con realismo y crudeza.
El tema central parece claro. Narrar una venganza. En eso se parece a cualquier otra película, americana, española o sueca. Y hay brilla como nadie Carmen Sevilla, que es el fiel de la balanza de la emociones del grupo. Destila odio y resentimiento, y condiciona a su hermano y a todos los demás participantes de la cuadrilla de segadores.
Pero también cuenta la historia de cómo se segaba en España. Un oficio duro dónde los haya, con peculiaridades sociales más que interesante -quién siega, en qué condiciones, por qué salario, etc.- que se aprovecha para narrar la situación social de una España de 'sagrado y sacristía' que atufa a post guerra civil (pleno franquismo, pues) aunque cronológicamente se sitúe en los años treinta.
Me parece una obra verdaderamente excelente. Cumbre absoluta de su director, que en sus primeras obras hizo probablemente sus mejores cosas.
Brillantísima.

jueves, 22 de mayo de 2025

§ 3.847. El Coyote (Joaquin Luís Romero Marchent, 1955)

 
Basada en las novelas de José Mallorquí (que participó en el guión, junto con el tío Jess Franco, cuando sólo se llamaba Jesús), creo que ha debido conocer varias versiones. Ésta probablemente es una de las primeras. Es de nacionalidad mexicana, aún siendo un director español, lo cual dice mucho de los escenarios en donde se rodó, la ambientación, los extras, etc.
Pues está muy bien rodada, responde a lo que se espera de una película de este tipo, tiene un metraje de lo más civilizado (75 minutos) un blanco y negro que se ve muy bien, una trama muy bien desarrollada y un sonido perfecto. Una copia excelente.
Me ha parecido muy interesante, tanto en la forma como en el fondo. Tanto en la estética como en el trasfondo moral que subyace detrás de la máscara que se forma el personaje.
Primeros planos, caras sudorosas, no nos ahorra drama, sufrimiento ni dolor. Es una versión menos edulcorada del héroe. Fuerte y decidido se oculta en una máscara de burgués acomodado a la situación que por momentos le sirve al objetivo pretendido. Dobles lecturas de todo lo que hace. Interesante.

§ 3.846. La hora radiante (Frank Borzage, 1938)

 
Un drama muy típico de la época, en torno al amor y sus consecuencias. Como casi todas las comedias dramáticas de la época. 
Enamoradiza mujer que juega con sus propias contradicciones para sobrevivir de sí misma y sus sueños e ideas.
Triángulo amoroso a su pesar.
Un reparto magnífico. Joan Crawford, tan guapa como siempre. No era una mujer espectacular, no del estilo de las supernovas americanas e italianas de unos años más adelante, pero tenía su gracia, su garbo, su porte y su tesón. Sonriente, sincera y pérfida a la vez. Podía ser buena y, a la vez, ser mala, un minuto después de haber sido buena. Una cara peculiar, un cuerpo gracioso y seguramente un talento descomunal que exprimió hasta la extenuación. Era guapa a su manera, nadie era guapa como ella. 
Un buen joven Robert Young con esa cara entre niño y adulto, también peculiar y propia. 
Margaret Sullavan es otra de las actrices de siempre, no en el estrellato de Joan, pero con su forma peculiar de ver las cosas. Me gusta. Siempre me ha gustado.
El que está siempre imperial es  Melvyn Douglas, qué cosa, qué grande. Es su presencia, es su forma de ser, su manera removerse, como si verdaderamente fuera el millonario aburrido d los papeles que representa. 

§ 3.845. Maniquí (Frank Borzage, 1937)

Parece mentira la actualidad de esta película. El cine no trata de actualidad, o de angiüegdad, sino de emociones vitales, de ayer, de hoy, de siempre. Y las de esta cinta son primarias, de las que brotan a flor de piel. Progreso, salir de la calle, progresar, amar, crecer, creer en uno mismo, ser capaz de resistir, sobreponerse, luchar por los sueños de cada uno.
Un melodrama de toda regla, con una Joan Crawford en estado de gracia. Delicada y fuerte a la vez. Junto con un Spencer Tracy muy joven que a su lado parece más pequeño, menor. Es un gran actor, pero en las escenas que están juntos es ella quien brilla. No hay muchas actrices capaces de opacarle. 
El tercero en discordia es Alan Curtis. Un paniaguado que juega a mafioso pero no es tan duro como para forjar su propio carácter y determinación en la vida. Juega a serlo, sin serlo.
Un melodrama en toda regla. Amores cruzados, sueños, realidades y problemas cotidianos. Tiene algo imperecedero, intemporal, que siempre ocurre, que siempre ocurrirá. 
Hay un proverbio japonés: cuando más tarde te bajes del tren equivocado, más kilómetros tendrás que recorrer para volver a empezar.

martes, 20 de mayo de 2025

§ 3.844. Assassin Club (Camile Delamarre, 2023)

Un thriller de asesinos del todo convencional. De un director del que no había visto nada, aunque solo tiene cinco películas rodadas y una sexta en cartera a punto de estrenarse.
Todo se fía a la acción, cuyo tratamiento es interesante pero plano. Pretendidamente complejo pero sencillo. No me ha parecido gran cosa.
El estudio de los personajes es de lo más vulgar, estándar y desafecto. No tienen demasiada vida, ni matizan sus expresiones, emociones o intereses. Actores poco conocidos, al menos para mi, que se dejan llevar sin más. 
Los escenarios al aires libre son muy bonitos -París, Roma, Luibliana, etc.- y tienen su gracia. La copia se ve estupendamente, con un color magnífico y un sonido espléndido. 
Pero no consigue emocionar. En absoluto. 
Me parece que es la última película de Sam Neill, en un papel secundario pero importante, que luce estupendo, a pesar de esta enterísimo de cáncer cuando la rodó, según dicen.
El problema de la película no es de guión, sino de personajes y credibilidad de los actores principales.
Es realmente espantoso el protagonista principal, que es Henry Golding, que sólo he visto en "Los señores de la mafia" (Guy Ritchie, 2019) que me gustó bastante, pero no recuerdo al actor en su personaje.
Daniela Melchor es la otra protagonista, y también lo hace fatal. No encuentra el tono, ni dramático ni melodramático, sin sustancia, sin interés, sin énfasis, sin nada...
La idea podría haber funcionado si el tratamiento hubiera sido otro. Realmente es horroroso. Parece una mala copia de las películas de Tom Cruise y su Misión imposible, en sus varias versiones. Tecnología al servicio de encargos criminales, una lucha entre asesinos y una especie de juego mortal organizado no se sabe muy bien por quién ni para qué, ni por qué.
Como a todas las de la ahora, le sobran veinte minutos.

lunes, 19 de mayo de 2025

§ 3.843. Querelle (Rainer W. Fassbinder, 1982)

Última película de un director que tengo por difícil, oscuro y algo abstruso. Lo que he visto de él no me parece tan complicado, la verdad. Sí es cierto que tiene una estética algo peculiar, y que como otros directores emplean una estética singular. No pretende reproducir una historia de la vida real, sabes que es cine, tiene aspectos y tramas alejadas de la realidad. No es ciencia ficción, narra episcopal y circunstancias de la vida real pero de una forma, de una manera, que no se produciría en la realidad. Todo es impostado, la estética, la trama, el guión, los diálogos -en este caso parecen en algunos momentos sacados de una obra de teatro de la Siglo de Oro español-, y lo que sucede, siempre inverosímil.
La estética de los personajes es peculiar. Por un lado marineros con casco de trabajo y chupa de cuero en los bares, y, por otro, marineros vestidos de blanco y con gorra sobre cuerpos esculpidos en los gimnasios y caras afeitadas barbilampiñas. 
Es evidente que la cinta es todo un alegato al orgullo gay. De hecho está dedicada a una pareja suya, El Hedi ben Salem, que rodó con él algunas películas y vivió una relación tormentosa y conflictiva: peleas, disgustos, broncas, delitos, huidas al extranjero, cárcel, etc. Al parecer apuñaló a varias personas y huyó a Francia y murió en una de sus cárceles, manteniendo en silencio de este punto al director, que por años le consideraba vivo. Sólo en los últimos años de vida del director se le comentó la verdad.
La estética Jean Paul Gaultier con esos marinero andróginos que anuncian perfume para hombre y mujer prácticamente con la misma estética, el anuncio, en realidad, es de un perfume con dos versiones, hombre y mujer, que se llama igual y mantiene la misma o parecida estética.
Te tiene que gustar. A mi no me ha parecido una mala película, pero no me ha gustado demasiado. Es innovadora, perturbadora, muy valiente para su momento -un marino, símbolo de la virilidad, siendo sonorizado, no es la imagen más edificante de la masculinidad tradicional- pero poco edificante, al menos para mi.
Es irreverente hasta decir basta, las imágenes del calvario de un marinero, probablemente homosexual, acompañada por la Madame del burdel y el capitán heterosexual pero que se culpa de su condición verdadera es realmente  potente.
El papel de Franco Nero se entiende, es la ocultación de la homosexualidad en una vida heterosexual, y no lo hace mal, pero parece algo rígido y muy inflexible. Nada que ver con el otro actor principal, Brad Davis, que verdaderamente borda el papel, lleno de matices, culpa, redención y orgullo. Tiene su aquel, desde luego.

§ 3.842. El juego del adulterio (Joaquin Luís Romero Marchent, 1973)

Una película de Romero Marchent que no es del Oeste. Y me ha sorprendido. Es un buen cineasta, es una buena película. Le falta un poso de pulso, tiene algunos déficit de guión y por momentos se pierde la tensión y se ven las costuras, pero entretiene. Algo fantasmagórica y un poco dispersa, pero se deja ver. 
El gran Vicente Parra, junto con Juan Luis Galiardo, a los que se le suman Agata Lys y la guapísima Erika Blanc.
Dicen que está inspirada en Las Diabolicas, de Clouzot, pero el parecido no se lo veo por ningún aparte. Pero por ninguna parte. Aquí hay un secuestro, no un asesinato, y el plan de esta película es ejecutado sólo por una persona, no por dos, aunque es cierto que el plan que muestra no es exactamente el que ocurre. Y aunque los dos delitos salen mal, es por diferentes razones. Aquí hay, en realidad, dos planes diferentes, que se entrecruzan.
Verdaderamente el parecido no hay por dónde conjerlo, pero bueno.
Me falla la música, que pretende ser un acompañante pero no lo consigue. Es algo tediosa y monocorde y no emulsiona en los momentos de climax argumental.

domingo, 18 de mayo de 2025

§ 3.841. The beast (Lee Jung-Ho, 2019)

Película de policias coreana. De Corea del Sur, naturalmente. 
Responde a los cánones de cinta policial norteamericana. Los dos tipos de policía, un crimen que investigan ambos, una lucha interna entre ellos que descubre odios y trifulcas anteriores y un escenario de ascensos, meritocracia y politiqueo en el que los enfrentamientos entre ellos nada bueno augura.
Es algo plana, camina por sendas trilladas, y no innova en demasía. No hay nada que aporte a cualquier película occidental del género. Es convencional como pocas. Vida interior del policía, familias afectadas por la presión, ataques de pánico, medicación, neurosis policial, etc. 
No me ha parecido gran cosa.
Si es cierto que las escenas son altamente realistas, incluso crudas. Pero es lo único que aporta. Poca cosa. Además es sumamente larga, 130 minutos. Un metraje más allá de los cien hay que saber gestionarlo. Y no parece que este director en esta cinta hay sido capaz. Es la segunda película de un directo del que no he visto la primera.

§ 3.840. Antes llega la muerte (Joaquin Luís Romero Marchent, 1964)

Un Western melodramático trufado de una doble historia de amor en un triángulo de lo más común y corriente.
Pero la historia de amor entre los protagonistas no es propia del oeste. Parece una relación clásica, con diálogos que podría firmar cualquier autor del Siglo de Oro español. Es, por decirlo así, una historia de amor con estética Western.
Bien rodada, se ve muy bien la copia y se escucha muy bien. 
Tiene su gracia. Me ha gustado. Desde luego Marchent es un clásico en este género. Tiene muchas cintas en esta temática.

§ 3.839. Monella (Tinto Brass, 1998)


Lo que se esperaba. Una comedia de situación subida de tono. Sin interés, sin malicia, sin sustancia. Los personajes responden a prototipos de la época, de lo que se pretende narrar. La chica ligera de cascos, el cincuenton pícaro, la madre dominante, el joven enamorado e inexperto, etc.
Años cincuenta, Italia, alguna región cerrada probablemente del sur, ambiente opresivo pero ya tendente a la apertura de mira y de ideas.
El plano Brass se aprecia desde el primer minuto: ese plano simétrico a derecha e izquierda que enfoca una ventana, o el cabecero de una cama provocando una sensación de orden artificial, de alineamiento de los objetos, y con ello de las ideas y pensamientos.
La tónica de sus películas siempre es la misma. Mujer despampanante por la que suspiran varios hombres, en este caso su novio y el amante de su madre, y que es capaz de volverlos locos a todos mostrando sus encantos.
La protagonista es Anna Ammirati, una mujer muy guapa, qué duda cabe, que debuta en esta película. Luego tuvo una carrera discreta, como ocurre por otra parte con otras actrices de Brass.
Una película muy prescindible, que se sustenta en la exhibición.
De Brass ya he visto casi todo. Al menos lo que considero interesante. Me faltan por ver sus primeras películas, que se alejan de al temática por la que luego fue conocido.

sábado, 17 de mayo de 2025

§ 3.838. Brimstone. La hija del predicador (Martin Koolhoven, 2016)

 
Un Western muy "europeo", que no "Spaguetti Western" o "Paella western" o similar. Podría ser consideraba una película de época, incluso un Western Australiano. Los trajes, las casas, el atroz, los carruajes, peinados, etc. evocan a emigrantes europeos emigrados al territorio americano. Daneses, Alemanes, Suecos, gente del norte de Europa, protestantes en todo caso, en alguna de sus derivaciones dogmáticas: Hugonotes, puritanos, etc.
Los actores principales son Guy Pearce como el reverendo malévolo y demoníaco que pretende erigirse en castigador de conciencias ajenas y guardián de la vida y la muerte en la tierra. Es malo, sádico, está enfermo -es evidente- y es muy peligroso. Una especie de castigador inclemente de condiciones y vidas ajenas.
Dakota Fanning es frágil, delicada, dócil, sedosa y algo enfermiza, pero fuerte y robusta cuando las circunstancias así lo requieren. No recuerdo haberla visto en otras cintas. Recuerdo haberla visto, pero no el cuáles. A Pearce sí le recuerdo en muchas más.
El papel de él es interesante, tiene algo del reverendo del Jinete Pálido, pero la delicadeza de ella supera las expectativas que me había formado sobre su actuación. Tiene mucho recorrido, fondo y forma. Una muy buen actuación, sobre todo a medida que se van complicando las cosas, el ambiente se endurece y el diablo obra su actos.
Muy buen color, buen sonido y un ambiente enrarecido y morboso, macabro y malsano rodea toda la cinta. 
El mal existe, a veces más cerca de lo que creemos.
Me ha parecido interesante, aunque algo larga, cometidas las 'modernas'. Se necesitan demasiados minutos para contar cosas que podrían contarse en menos tiempo. Le sobran treinta minutos. Pero es que soy muy de leguaje condensado, también en lo cinematográfico.

§ 3.837. La reina del Tabarín (Jesus Franco, 1960)

 
Irreconocible Franco. Una película  musical "madrileña", con chotis, ofertas y cabaret.
Es su segunda o tercera película, y encadena canciones y números de baile en cada momento, prácticamente los diálogos son musicados. 
No es su estilo, naturalmente, pero supongo que en aquellos momentos del inicio de sus carrera rodaba lo que podía.
Para mi es insufrible, porque ni es el tipo de cine que me gusta -detesto los musicales- ni tiene una historia detrás que me agrade (como puede ser West Story o Sonrisas y lágrimas, por ejemplo).
Mi espíritu de totalizar directores me lleva a veces a ver cosas que directamente no me gustan. No es que me gusten poco, es que no me gustan nada.

viernes, 16 de mayo de 2025

§ 3.836. Terror en Amityville (Stuart Rosenberg, 1979)

 
Seguramente fue una película de muchísimo éxito. Y probablemente, como ocurre en general con este tipo de películas de terror, fue criticada por los bienpensantes que analizan las películas no desde el plano emocional, sino desde la técnica cinematográfica. 
No ha envejecido mal, pero no es una de esas películas que han crecido con los años. No es "La profecía" (Richard Donner, 1976), ni mucho menos "Al final de la escalera" (Peter Medak, 1980), ambas perfectas obras maestras del cine, sin discriminación por el género. No son sólo estupendas películas de terror, son, sin más, estupendas películas. Tampoco es, por supuesto, "El exorcista" (William Friedkin, 1873).
La cinta es interesante, algo plana y dedicada más a la impresión instantánea que a crear un clima de terror o angustia en el espectador. Juega con la circunstancialidad, pero no te introduce en el miedo como las tres citadas.
James Brolin está bien, como siempre, como lo que siempre ha sido, un galán de los setenta. Margot Kidder es una actriz del momento, de aquellas época. Lo de Rod Steiger es como de otro mundo. Da miedo verlo. Provoca una sensación de desasosiego tremenda. Le supongo un obsesivo de los papeles que representaba, dedicado a analizar la situación, el contexto, a fijarse cómo se movían los personajes, etc. Un estudioso de los temas. Un estudioso profundo.
Se me ha hecho un pco larga. Noventa minutos hubieran sido suficientes. Pasa por momentos algo dispares que hacen que el espectador se disperse un poco. 
No tiene la intensidad de las tres citadas, que sí son, verdaderamente, cintas de miedo auténtico, miedo de verdad. Ésta es como más narrativa, menos epidérmica, menos de miedo.
De lo que he leído en Wikipedia puede deducirse que más allá de los homicidios en la casa, que sí son verdaderos, el resto de la historia es una combinación de novela, fraude, interés económico y engrandecimiento del mito. Pero han sido hasta 27 películas las que forman parte de la saga o pueden considerarse del grupo de "Amityville". Eso son muchas películas.

§ 3.835. La bandera negra (Amando De Ossorio, 1956)

Pues, pues, pues... una película de lo más interesante. 
Una película de un solo actor: José María Seoane.
Evidentemente, es difícil de ver, de apreciar. Y los 72 minutos no se hacen cortos. A veces, incluso, se hace larga. 
Primera película de De Ossorio.
Es la historia de la conciencia de un hombre que o ha cometido un crimen o lo ha presenciado y alcoholizado una noche rememora él sólo, en un soliloquio algo desquiciado, qué ocurrió, cómo pasaron las cosas, y por qué alguien ha sido condenado a morir, al parecer su hijo. 
Pero lo hace hablando él sólo, con un perro, por la calle, etc. Difícil de ver, parece una obra de teatro.
Evidentemente, es un alegato contra la pena de muerte, en una época en que sí existía, aunque de hecho no era usual su utilización. No sé cómo lidió con la censura esta película, quizá 
Pero también puede leerse entre líneas una crítica al oscurantismo del régimen, que estaba en su apogeo más duro: ya asentado y dominando todos los resquicios del poder, la propaganda, la justicia, los medios de comunicación y, por supuesto, el cine como entretenimiento de masas.
La copia no se ve del todo bien. Supongo que ha hay restauración alguna, y que se aprecia en su única versión. 
No tengo datos, pero creo que tiene que ser una de esas películas que forman parte de la leyenda negra del cine patrio, un malditismo que comparten otras obras, generalmente mayores que ésta, que no deja de ser una especie de ensayo fílmico, un experimento de algo más del mediometraje.
Aunque quizá sea algo desproporcionado afirmarlo, pero creo que algunos elementos del cine de Ossorio están presentes: lo telúrico, la oscuridad, las dobles vidas, los crímenes, lo morboso, etc.
Desde luego es un película muy valiente y abiertamente experimental.
Me ha gustado, y me parece más creativa que otras obras suyas posteriores, aunque siempre tendrá el mérito de la cuatrilogía de los templarios que reviven de la muerte.

§ 3.834. Babylon (Damien Chazelle, 2022)

 
Una auténtica desmesura, un fasto, un dislate, un desparrame. De todo. De metraje, de escenario, de planteamiento, estético, moral, axiológico, ético, y de todo orden y condición...
Un excelente diseño de producción al servicio de una historia que, la verdad, no da para más. Desde la perspectiva del director puede parecer coherente, e incluso tener cierta gracia. Pero la visión del espectador no tiene por qué coincidir con la del director. Y en este caso lo que al director le podía parecer interesante y gracioso, para el espectador se vuelve excesivo e incluso vulgar. 
La crudeza del consumo de drogas me sigue llamando la atención. Es cierto que es el disparador de la decadencia de los personajes, de la sociedad que muestra la película. Pero sigue existiendo un culto al ocio con drogas.
Me ha gustado, pero me parece excesivamente excesiva. Puedes narrar la decadencia de las estrellas del cine silente al sonoro de muchas formas. Éste es una, El crepúsculo de los dioses, otra. Evidente me gusta más la clásica.
Esta no está mal, pero no deja de ser un exceso. Estás esperando el siguiente desparrame, la última ocurrencia (elefantes...) que va aparecer en pantalla.
No es mi cine.

jueves, 15 de mayo de 2025

§ 3.833. Intruso (Vicente Aranda, 1993)

 
Aranda tiene mucho fondo. Le cuento 26 películas, y una media de lo más interesante. Una evolución de lo más prometedor. Desde una especie de "fantaterror" de calidad, pasando por las bromas semieróticas, para llegar a la adaptación de novelas de Juan Marsé, que es, quizá, donde más brilla.
Esta cinta es una especie de drama familiar postmoderno de reconciliación de amores de juventud y re escritura de la propia vida, de encontrarse de sopetón con que la justificación que has ido construyendo de la toma de decisiones de tu existencia. 
Victoria Abril brilla con luz propia, lo cual no es ninguna novedad, porque es una actriz verdaderamente extraordinaria. También brilla Imanol Arias, naturalmente. Más frío y desangelado se ve a Antonio Valero, con menos capacidad y en un rol que no le pega, que no es capaz de desarrollar. Además no es nada creíble.

§ 3.832. Adiós pequeña (Imanol Uribe, 1986)

Uribe. Bueno, se deja ver. Siempre problemáticas, reales, duras. Drogas, tráfico de estupefacientes, violencia soterrada, pasiones humanas...
Bien hecha, con un toque de telefilm, de película para televisión. Escenarios limitados, personajes muy estudiados y bien tratados. 
Ana Belén, Fabio Testi, Juan Antonio Bardem, y Juan Echanove son los actores principales.
Pero no deja de ser un entretenimiento sin demasiada sustancia, pero se deja ver y cumple su objetivo. Me gusta. Todo lo que he viso de él está cortado por el mismo rasero, pero tiene siempre un estándar de calidad y una ejecución notable.
Un estilismo carcelario bien trabajado en contraposición de un mundo pijo vasco que él bien conoce es el caldo en el que se cuece esta salsa. Tiene interés y se deja ver. Sin más.

§ 3.831. Vida en sombras (Llorenc Llobet-Gracia, 1949)

 
Una película maldita, de un director también maldito. Proscrita por la censua, perdida y luego encontrada y restaurada. No alcanzo a comprender, más allá de alguna conversación muy evidente, ni cuál es la razón por la que la censura no consideró que tuviese capacidad de superar el corte ideológico, ni, lo que me preocupa más, por qué se la tiene en tan alta estima. Es muy evidente cuando se critica al alzamiento en la radio y se hace apologista de la huelga y la protesta social.
Si es por las circunstancias asociadas a su propia existencia, pues vale. Pero decir que esto es una obra de arte, pues, en fin. No acabo de comprenderlo.
Mi juicio crítico no es el de un profesional, sino el de un mero aficionado al cine. Y como tal me expreso y me comporto. 
Se la valora, al parecer, por dos cosas. Por su sus innovaciones técnicas, planos y composición, y por su expresividad únicamente con imágenes, como una declaración de amor al cine mudo.  Los planos en sombras, los diálogos siempre cinematográficos, las tareas que siempre hace el protagonista con las manos: recortar celuloide, hacer grabaciones, fotografías, girar la linterna mágica. 
Y por el tema de fondo, relacionado con el mundo del cine. Es una película del cine dentro del cine. Está llena de guiños al cine y a otras películas clásicas en el momento en que se rodó. Además se aprecian carteles de películas de la época y cine en los que entran los protagonistas a ver, precisamente, películas de cine.
Pero no le veo la maestría por ninguna parte. Más allá de ser una cinta "contracorriente" si verdaderamente hubiera sido exhibida en su momento no hubiera tenido la prensa y el crédito  que actualmente tiene. El malditismo funciona.
Brillantísimo Fernando Fernán Gómez, nunca bien valorado. O mejor dicho, nunca valorado en toda su maestría. Es impresionante... Uno de los mejores actores de todos los tiempos. Sí, sí, de todos los tiempos, incluyendo todos los americanos y europeos.
He leído que el director se arruinó al hacerla, que la cinta tuvo muy mala suerte, etc. Supongo que eso ayuda a encumbrar la película. 
Es, indudablemente, emotiva, sentimental, está muy bien rodada y el guión, y sobre todo la composición y montaje, tuvo que ser un auténtico encaje de bolillos.
Me ha gustado, me parece una buena película, pero no creo que sea una obra de arte. Es una muy buena película, que tiene que ser vista y que enseña a ver cine, pero de ahí a considerarse una obra de arte, hay un trecho. Es, sin dudarlo, una obra imprescindible para nuestro cine. Que debe ocupar un lugar de honor. Pero no creo que ocupe el Olimpo de otras de artistas de la época, desde Bardem a Nieves Conde, pasando por Julio Coll, Jorge Grau, y otros muchos. 
Pero, insisto, es una obra que debe verse, que tiene que verse y que enseña mucho cine.

miércoles, 14 de mayo de 2025

§ 3.830. Condenados a vivir (Joaquin Romero Marchent, 1972)

 
Otro autor español de esos de siempre en un Western de nieve, que son los que más me gustan. Éstos y los de desierto. Los que menos me agradan son los relacionados con la Guerra de Secesión.  Para mi son los más lejanos, los que menos me llegan.
Esta es una buena película. Perfectamente narrada, muy bien estructurada, con personajes, espacios abiertos, caballos, carretas y todos los clichés esperados en una cinta de este tipo.
Segunda cosa que veo de Marchent, La anterior me pareció bastante mediocre: "Aventura del Oeste" (1965). No me gustó especialmente.
Ésta es otra cosa. Con Claudio Undari, Robert Hundar y Emma Cohen en sus papeles principales, tiene algo de "Doce del patíbulo" (Robert Aldrich, 1967) y algo de "El día de los forajidos" (André de Toth, 1959).
Supervivencia extrema entre varios presidiarios que van conducidos a una mina y el guardia y su hija que los conducen. 
Interesante, bien rodada y entretenida. Hay que visitar más a Marchent.
La lucha por la supervivencia está bien trazada, tiene emotividad y, sobre todo, paisajes abiertos verdaderamente brillantes. Se rodó en el Pirineo Oscense. Las relaciones entre los presos y la chica no tanto. Pero, insisto, sobre todo es el paisaje tan agreste el que destaca por encima de cualquier otra consideración.

§ 3.829. Outrage 3 (Takeshi Kitano, 2017)

 
Tercera y última parte de una saga distinta, peculiar, interesante pero algo repetitiva. Ya no da para más. Supongo que es difícil deshacerte de la fórmula que te ha dado fama y dinero, taquilla y crítica.
Y él estaba en Corea, tan tranquilito... y vinieron a tocarle los cojones... Y responde como suelen ser éstas cosas. A golpes. A golpes japoneses...
Es que no da para mucho mas la cosa. 
Me gusta el ceremonial, los ritos, la tranquilidad con la que suceden las cosas, incluso las más violentas. 
Misma estética, similar argumento, idéntica 'diversión'. Insiste en los mismos estereotipos y tópicos. 
Me llama la atención la pausa que pone para asumir circunstancias violentas.  Es su valor. 
Me ha gustado, pero la saga no da para más. No sé si dentro de varios años podría plantearse una cierta parte.

§ 3.828. Outrage 2 (Takeshi Kitano, 2012)

 
Continua con la fórmula. Tiene el mérito de que los personajes no se comportan como los mafiosos de las películas americanas.
Es colorida, interesante, aunque no sorprende tanto como la primera parte.
El leit motiv de esta segunda parte es el de todas las cintas de mafiosos modernas. Convertir los negocios ilegales en legales, abrirse a nuevas formas de ganar dinero, expandir el poder y hacerlo menos visible y ostentoso. 
Tiene gracia, me gusta. Hay que ver cosas diferentes, nuevas, distintas.
Me ha gustado.

§ 3.827. Outrage (Takeshi Kitano, 2010)

Segunda vez que la veo. Y me ha gustado más. Tiene más recorrido y fondo del que le vi hace tiempo. La vi  el 14 de junio de 2018.
Me ha sorprendido para bien. No es una obra de arte, ni una película mayor, pero tiene muchísimas cosas apreciables. 
Tiene gracia, tiene guión, tiene estructura, y la violencia es espectacular. Tiene una cierta estructura policial, pero también puede vese como un Western de venganza. Es muy luminosa y empuja desde el comienzo. Muy entretenida, salvaje y por momento demencial, alocada y brutal.

martes, 13 de mayo de 2025

§ 3.826. Un dólar para Sartana (León Klimovsky, 1971)

Un Spaguetti Western patrio con pretensiones, pocos medios y un resultado menos brillante de lo esperado.
Klimovsky lo rodaba todo. Todo es todo, Supongo que era algo así como un director de estudio, un hombre para poner en marcha una película. Puede compararse con Jesús Franco, pero con dos diferencias. Las mejores películas de ambos son las de Franco, las primeras singularmente, pero la tónica media de Klimovsky es mejor, más alta. Los bodrios infames del tío Jess en el final de sus filmografía no los tenía Klimovsky, que era más regular.
Esto es una del Oeste barata y sin demasiado fundamento. 84 minutos, y a otra cosa. No hay de dónde agarrar.
Es mediocre y llena de tópicos. La música estridente, el pistolero venido de fuera, el dinero, el Ranger, pero se ve bien, el color es muy decente, está bien rodada y en cierto modo funciona. Si eres muy fan de los Western Spaguetti gustará. Si te gusta más el Oeste clásico lo encontrarás mediocre y amanerado.
El protagonista es Peter Lee Lawrence, un actor muy vinculado con el género, que aunque falleció pronto y tuvo una carrera corta, es muy reconocido en este género. 

§ 3.916. Beltenebros (Pilar Miró, 1991)

La vi hace muchísimos años, en Cabueñes, en Asturias, en un campamento juvenil que organizaba el Injuve (el Instituto Nacional de la Juventu...