Erotismo nazi, intensidad sexual desacostumbrada, transgresión sexual, porno light, deseo reprimido y luego exaltado, naderías en un entorno nada propicio a la libertad creativa, porque, aunque paree lo contrario, lo que se pretende es trangredir laa reglas establecidas para transmitir un mensaje cinematográfico algo confuso: las pasiones, el deseo, la sexualidad, la posesión.
Preciosa Debora Caprioglio, que es su única película. Nada comparable, con todo, a Teresa Ann Savoy en Salón Kitty, verdaderamente una grandísim a actriz.
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