Una gran producción, cuidada y con un reparto espectacular: un Imanol Arias que borda la esquizofrenia en los detalles de la enfermedad; una Ornella Muti guapa a rabiar, elegante fina y con glamour, aunque no sé si muy dotada para la interpretación; la Loles León de siempre, con esa mezcla de vulgaridad y morbo que hace tiempo que dejó de encarrilar a nadie y Javier Bardem (aunque interviene muy poco) son sus principales actores.
Relato fílmico de la novela homónima de Juan Marsé.
Una crítica a la sociedad catalana, a la burguesía catalana, algo hipócrita y siempre interesada en su afirmación y especialmente al uso intensivo de la lengua catalana. Supongo que era la manera que tenía Marsé de cobrarse la cuenta con el nacionalismo catalán. Siempre escribió en español, siempre detestó al nacionalismo político, siempre se rió de ese nacionalismo al que pertenecía (por educación, no por nacimiento).
Conocida es su historia personal, y la del Faneca -su padre biológico-, al que desde una ironía excelsa retrata, supongo que indirectamente, en la novela.
La esquizofrenia del acordeonista es paralela al del españoles que viven y trabajan en Cataluña y no profesan el credo nacionalista.
No entiendo el desdoblamiento del personaje y la aparición del su alter ego como si fuese El Faneca, su verdadero padre. No entiende qué nos quiere decir y por qué.
Sí es muy evidente el guiño a El fantasma de la ópera, en una caracterización muy bien lograda.
He leído poco a Marsé, pero lo que he leído suyo me parece verdaderamente impresionante, notable y muy trabajado.
El cine de Aranda me interesa. Su primera etapa -en realidad, su primera película- se enmarca en la línea del cine 'Fantaterror', pero con más clase. Luego pasa con las adaptaciones literarias, luego por El Lute, y más tarde por la adaptación de novelas de Marsé. Tiene cosas verdaderamente interesantes.
No lo consideraría un grande del cine español, pero sí un director verdaderamente interesante.
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