También conocida como "La muerta cansada", y como "Destino".
De una fuerza visual descomunal, desmesurada, majestuosa, moderna incluso.
En esta película sí veo yo ya las líneas directrices de la obra de Lang. Los personajes malvados, insanos, morbosos, con un pasado turbio y solitario. No es que hayan perdido la razón, es que funcionan con otro tipo de estructura mental, con otros razonamientos, tienen otros intereses y no se esconden en ocultarlo. No esconden que tienen otros intereses, aunque no dicen cuáles son éstos.
La muerte, tal y como está mostrada, el personaje de la muerte, ha tenido que influir necesariamente en El séptimo sello, de Bergman. No creo que también en La carrera fantasma, que es del mismo año, aunque vaya usted a saber. Desde luego, la idea de mostrar a la muerte viva, como un personaje más, es no sólo interesante, sino novedosa en estos albores del cine. De negro, con sombrero, capa y bastón. Muy reconocible actualmente. Aunque supongo que en su momento debió causar hasta miedo y pánico.
Hay un dominio perfecto en la unión del guión con las imágenes, como luego también lo habrá con el sonido. En las anteriores de Lang que he visto, los intertítulos parece que intentaban explicar cosas que no cuadraban con lo que estaban sucediendo en las imágenes. Ahora ya no. Ahora existe un acompañamiento entre imágenes e intertítulos.
Otra vez el protagonismo lo tiene una mujer aguerrida, dura y determinada en encontrar su propio destino.
No es que se pase "volando", pero no se ha hecho larga. Verla en pantalla grande, en su momento, tuvo que ser toda una experiencia. Planos inolvidables, sensaciones imperecederas. Es una película que recordaré con los años. Y que volveré a ver con seguridad. Si Dios me conserva los ojos, claro. Que espero que sí.
La idea de que la vida es una luz, que se va consumiendo con el tiempo hasta que se apaga, con la muertes, es todo una alegoría de la propia vida. Un símil muy utilizado, que no creo que fuese la primera vez. Probablemente venga de la literatura antigua y seguramente se recuperó con el romanticismo
El gusto de Lang por los lugares exóticos ya se muestra muy a las claras en esas primera cintas. La primera luz es en el ramadán, en un país de fe musulmana.
Me ha gustado mucho.
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