miércoles, 30 de abril de 2025

§ 3.798. Un ángel pasó por Brooklyn (Ladislao Vajda, 1957)

 

La tengo por un clásico del cine español. Es la película anterior a El cebo (1958), una verdadera obra maestra. 
Ésta también tiene hechuras de gran obra. Unos pocos elementos realistas, con otros sobrenaturales componen una historia tierna, sensible y con mucha moraleja. Parece un cuento de Samaniego o similar.
Aunque tiene tintes de comedia, lo más interesantes es el relato dramático que plantea. El manido papel del abogado abusador de sus conocimientos, inspirando miedo en la comunidad es una delicadeza. El trabajo de Peter Ustinov en esta línea es sensacional. Lo tiene todo. Delicadeza, sensibilidad, con matices de humanidad y, si se quiere, con matices absurdos y fantásticos. Y cuando cualquier cosa que le pasa o ocurre lo eran
El hecho de que sea el ataque a un niño el determinante de su conversión en "perro" tiene su gracia. Parece, en este sentido, un cuento de Kafka, de esos de animales tan característicos suyos.
Y se rodea de secundarios de altura del cine español. Pepe Isbert y Pablo Calvo, el eterno niño de Marcelino Pan y Vino.

§ 3.797. Chicas con gancho (Robert Aldrich, 1981)

 
Última película de un grande. De un grande de verdad. De un gigante. Pero, como bien saben quienes leen este blog (muy pocos usuarios) tengo una teoría sobre las últimas películas de los grandes directores de cine. No suelen ser buenas.  Los estudios creen en ellos, recuerdan éxitos pasados y esperan que puedan reverdecer los laureles amarilleados por el paso del tiempo.
El tema es difícil, duro, y muy alejado de las dinámicas tradicionales de Aldrich. No creo que tenga un don para la comedia. Me gusta más el Aldrich serio, con temáticas fuertes, dramas y cintas de acción. 
La problemática de un promotor de lucha libre femenina por salir de los circuitos marginales no parece el terreno abonado para una gran historia.
Es demasiado larga, tiene casi dos horas de metraje, algo desmesurado para un director ya en sus últimos trabajos. 
Un Detroit (o cualquier otra ciudad industrias del medio oeste americano) decaído, un clima frío, una estructura empresarial deprimente es el contexto de unas relaciones poco afectivas entre los protagonistas.
Me imagino que tuvo que ser un soberano fracaso en taquilla. No parece que llegue bien a la médula del asunto, no emociona, ni tiene pulso alguno. Creo que es la peor película que he visto de Aldrich.
Peter Falk es el promotor, y las dos chicas son: Vicki Frederick y Laurene Landon. Él funciona, porque es un gran actor. Y las dos chicas parecen bellezas de la época, actrices efímeras. Frederick sólo hizo 6 películas. Landon sí tuvo una carrera más larga: hizo 23 cintas, todas producciones menores y de directores menores. No he visto ninguna, pero las calificaciones, temáticas y estilo parecen malas de solemnidad.

§ 3.796. El pirata de Capri (Edgar G. Ulmer, 1949)

 
Capa y espada típica. Con clase. Con estilo. Con determinación. Con una (pretendida) voz propia que no se consigue del todo. Me gusta mucho Ulmer. Le tengo por un Director con mala suerte. Tiene cosas realmente interesantes, algunas maestras, pero siempre imprime carácter, es serio, fino y delicado. Pero esta cinta no me llega como otras suyas.
Aquí se embarca en una historia complicada, no sólo por la trama, ya de sí compleja, sino por el propio escenario, la época y lo que ello conlleva: ropas, barcos, espadas, utillaje, escenografía, etc., y el juego de intereses cruzados que se expone, no siempre de manera clara para el espectador.
El resultado es interesante, pero algo acartonado.
Se hace un esfuerzo por mostrarnos un doble juego de intereses y engaños, pero no es muy convincente y por momentos el resultado es confuso. Buena escenografía, buenos decorados, actores y diseño de producción, pero es una película algo plana, demasiado lineal y fácil de olvidar. La esperaba más impactante, más grandiosa, más impresionante. Al final queda como una producción menor, para dobles sesiones de los sábados, antes de la mejor de las que ofrecen ese día.
El reparto es el siguiente: Louis Hayward es el  Count Amalfi, y el Captain Sirocco; Binnie Barnes la Reina Carolina; Alan Curtis el Commodore Van Diel; Massimo Serato es Von Holstein; Mariella Lotti es la condesa Mercedes; Mikhail Rasumny es el pirata Pepino; Virginia Belmont es Annette; y Franca Marzi es Carla.

martes, 29 de abril de 2025

§ 3.795. Los mongoles (André De Toth y Leopoldo Savona, 1961)

Una de aventuras, una especie de "peplum" ambientado en otra época. Héroes, villanos, amores, batallas, etc. Todos los elementos típicos y tópicos que han hecho del cine de aventuras un género precioso. No es exactamente un "capa y espada", pero tiene esos mimbres. 
Exotismo, palacios, doncellas danzantes, misterios ocultos, tesoros, grandeza, gloria. Elementos conformadores de una épica bien trazada y bien narrada.
Jack Palance y Anita Ekberg son sus principales reclamos artísticos. Un actor muy peculiar y una actriz muy del gusto de la época, de las de belleza "rotunda", absoluta, diáfana, incuestionable. No sé qué pinta de "mongola", pero bueno, cosas del cine, de la taquilla y de la mercadotecnia. A él sí le pega el papel de jefe mongol.
Junto con De Toth firma la película un director italiano: Leopoldo Savona, del que no he visto nada. Le supongo un clásico del cine en el maremagnum del cine clásico italiano de los años sesenta y setenta, sus décadas de esplendor, sobre todo a nivel de taquilla, porque a nivel artístico cualquier época del cine italiano es excelente. Sin más.

§ 3,794. La mano de un hombre muerto (Jesus Franco, 1962)

 

Este Franco sí. Claro que sí. Y el de Gritos en la noche (1962); Rififi en la ciudad (1963); El secreto del Dr. Orloff (1964); Residencia para espías (1966); Miss Muerte (1966); Cartas boca arriba (1966); y Necronomicon (1968), y Paroxismus (AKA Venus in Furs) (1969)... más o menos hasta Marqués de Sade: Justine (1969) la carrera de Franco era mu decente, prometedora y brillante.
Pero a partir de ahí empieza a rodar como loco, como un poseso y, a mi juicio, la calidad de su trabajo se resiente.
Aunque es una historia conocida, está bien rodada, tiene interés, se deja ver y forma parte de la obra apreciable de Franco, un director singular.
Un poco lo de siempre, pero la diferencia está en los detalles. El guión es decente, los actores funcionan desde la tranquilidad de saberse el guión, los escenarios están bien recogidos, los muebles, la ropa, los espacios abiertos (pocos) hacen que se deje ver. No es de las mejores de él, pero se deja ver. Y, sobre todo, se intuye un trabajo previo valoradle y una dedicación que falta en otras obras suyas. La música bien elegida, y un blanco y negro nítido hacen el resto. Un trabajo decente.

martes, 22 de abril de 2025

§ 3.793. Orgullo contra orgullo (Robert Parrish, 1955)

Un melodrama clásico, con raíces sureñas, amores difíciles, texanos brutos y señoritas sencillas y sensibles.
Drama de tintes sureños: ciudades que cambian con la llegada del petróleo, ciudadanos de miserables costumbres que se enriquecen de manera sobrevenida a velocidad de vértigo, racismo, machismo, todos los defectos del sur, de la época, de la sociedad, enfrentados a una nueva realidad. El escenario ideal para una reflexión sobre las relaciones humanas, la seducción, el poder de las personas sobre otras y la cualidad del dinero, de la riqueza, de las necesidades humanas, del amor. 
Un buen reparto: Jane Wyman; Charlton Heston; Claire Trevor; y Thelma Ritter.
Estrellas, especialmente las tres primeras, que por sí mismas podrían protagonizar una gran superproducción. Si no he visto mal los créditos, Wyman figuraba antes que Heston. 
Me ha gustado. Es interesante, tiene fondo, una lectura más allá de lo que a primera vista se apreciar, y grandes actuaciones. 
Podría haberla filmado cualquier grande que se dedicase a las novelas de Tennessee William. La novela es de Margaret Cousins, una autora muy reconocida en su época.

§ 3.792. El repartidor de hielo (John Frankenheimer, 1973)

Larga, larga, larga de verdad. Dos horas y veinte minutos. Una barbaridad. Sobre todo para los años setenta y con una temática que no da para mucho. No soy un experto, pero me parece que a esta película le tuvo que ir mal en taquilla. No sé hasta qué punto el público, la taquilla, estaba interesada en estar dentro del cine durante dos horas y media en una cinta que no es de aventuras, que no es mítica, que no es un peplum, que no es de mafiosos...
Es una obra de teatro filmada. Diálogos brillantes, qué duda cabe, actores capaces de llenar por sí mismos cualquier pantalla, cualquier película y un director de los más solvente. Pero oiga, esta constelación de estrellas no funciona como película. Y el elenco es salvaje: Lee Marvin; Fredric March; Robert Ryan y Jeff Bridges son los principales actores, entre otros varios secundario brillantes. 
Tiene que gustarte mucho el teatro para saber apreciar la obra. Al borde del sopor. 
La mirada introspectiva que pretende hacia el fracaso y la derrota es tan cruda, tan aberrante, tan marginal que necesariamente tiene que tomarse como algo poco común. Los mensajes de este tipo que calan suelen ser más sutiles. 
Está basada en una obra de teatro de Eugene O'Neill, premio Nobel de literatura en 1936. Caracterizado por un teatro realista, social, poco idealizado, crudo y salvaje.
No me ha gustado mucho. En realidad, no me ha gustado nada.

§ 3.791. Un hombre en la red (Michael Curtiz, 1959)

Interesante noir, típico y tópico, pero que funciona. Al menos desde mi punto de vista. Es cierto es que el género que más me gusta, junto con el Western, y eso favorece mi apreciación y mi juicio. Pero realmente funciona.
La historia tiene su gracia. Alan Ladd es un pintor  aficionado que protege a su mujer alcohólica (Carolyn Jones). La realidad es que Ladd tuvo serios problemas de alcoholismo en su vida real. De hecho murió joven (a los 50 años) por una sobredosis de alcohol y barbitúricos, en lo que se consideró un suicidio.
Su papel es un poco el de siempre. Hombre torturado que se sobrepone a las circunstancias del destino para tomar las riendas de su vida. Pero la frialdad que le caracteriza no encaja bien en el rol que necesita la cinta. No tiene cuerpo, ni fisicidad. No le encaja el rol. Mejor dicho, no es el actor que necesita ese rol. Un William Holden, por ejemplo, funcionaría mejor. 
Carolyn Jones de más juego en pantalla. Es dinámica, fresca, y con mucho empuje. Me gusta. 
La otra actriz es Diane Brewster, que guarda un parecido (lejano, pero razonable) con Grace Kelly, funciona bien. Muy guapa, alta, con estilo, con garbo, empacosa. Pero no tiene la fuerza necesaria para acompañar la sosería de Ladd.
No es una gran obra de Curtiz. Sus mejores cosas ya las había rodado. No está mal, pero carece de la identidad de otras obras del Director.

§ 3.790. Jill (Enrique Guevara, 1978)


Es.... espantosa...!!!


§ 3.789. Omar Khayyam (William Dieterle, 1957)

Película de aventuras a todo color. Lugares exóticos, cuentos de las mil y una noche, trajes de seda, música oriental, mujeres sofisticadas, hombres valerosos, fondo de lealtades traicionadas y guerreros poderosos.
Bien rodada, aunque un poco larga, muy de la época. Pero la imagino como un fracaso en taquilla. Tiene serios contrincantes, y algún que otro problema. El principal principal es la ausencia de una estrella femenina rutilante. Debra Paget no juega ese papel. Es una actriz verdaderamente interesante, pero no es esa mujer que llena la pantalla por sí misma. Las peripecias de Cornel Wilde, Michael Rennie, John Derek y el siempre soberbio Raymond Massey quedan un poco diluidas en la maraña de emociones, traiciones y enredos.
Tiene gracia, pero le falta algo de simplicidad en sus planteamientos y, a la vez (y sin que sea contradictorio) complejidad en la trama principal. El guión no me parece de lo más acertado. El colorido de la cinta, los jardines, los decorados y exteriores están bien ambientados, las ropas, los atrezos, etc., también. 
Lo que le falta es sustancia en la trama principal.

lunes, 21 de abril de 2025

§ 3.788. El primer gran asalto al tren (Michael Crichton, 1978)

Basado en el guión de su propia novela, se propone una historia de aventuras en versión robo a un tren blindado que llevaba oro a mediados del siglo XIX.
Un ladrón se hace pasar por un hombre de negocios para idear, planear y ejecutar un robo espectacular, y esa es la historia, la de un engaño.
Un reparto encabezado por Sean Connery, Donald Sutherland y Lesley-Anne Down (actriz que recuerdo en alguna cinta: Arco del Triunfo, alguna de Siegel, etc.) que se acompañan unos cuantos secundarios y muchísimo extras, sobre todo cuando las escenas se producen en la calle, en abierto.
Interesante, pero no brillante. Tiene su gracia y su garbo, pero le falta punch, garra, tino. Y en su filmografía se sitúa en un estadio menor. Tiene cosas mejores, tanto desde el punto de vista creativo, como desde la técnica de ejecución.

§ 3.787. Caza de brujas (El sello de Satán) (Pau Schrader, l1994)

No sé qué pretendía Schrader con esta película:  una parodia de la caza de brujas, una crítica a las películas de detectives privados, implementar una miraba mórbida a la sociedad americana, una burla de la magia y el ocultismo.... No tengo ni idea, pero ni el tono cómico, ni el ritmo pausado acompasan el discurso con lo fílmico. Una estática muy cuidada de los años cincuenta, unos diálogos trabajados, y una trama que podría haber funcionado, pero no sé qué ha hecho, en qué fracasa, o por qué naufraga... pero fracasa y naufraga.
Totalmente...
Insufrible.
La peor de su director, sin ninguna duda.

§ 3.786. 2046 (Wong Kar-Wai, 2004)

Una película muy vista, al parecer. Centenares de votaciones y críticas en las plataformas especializadas. 
No tenía la menor idea de ella. Ni de su director. No sólo no he visto nada suyo, sino que, además, no me suena de nada.
Una cinta delicada, bien trabajada, con una estética cuidada y formal. En una estructura poco ortodoxa, nos difumina las fronteras entre el pasado y el presente. Y como recurso estilístico, tiene su pase, su gracia y su razón de ser. Pero en esta película no se trata de implementar un recurso, sino que es el sentido propio de la trama. 
No sé si es suficiente para sostener 123 minutos de metraje. No es que sea una película lenta, es que no sabes a dónde va, ni cómo, ni de qué manera.
El olvido, el tiempo, el pasado. Una estructura que sobrepasa lo estético para introducirse en la trama. 
No es que me sorprenda, es  que no le encuentro el sentido.
Es la clásica película que puede concitar, a la vez: una admiración profunda y un odio visceral. No parece que pueda existir un término medio. Si repasas las calificaciones de las persona que redactan una crítica sobre ella ves que hay dos notas preponderantes: el 10 y el 1.
No creo que sea una obra maestra. Es hipnótica, exuberante, visualmente muy atrayente, pero le falta fondo argumental y propósito.
Tampoco es una película detestable. 
En cualquier caso, no es una cinta fácil de ver. Mucho metraje, trama difícil de seguir, argumentos complicados, diálogos extraños y toda una estática minimalista, nihilista y apegada a los detalles nimios.
Me ha sorprendido, pero no me ha gustado especialmente.

domingo, 20 de abril de 2025

§ 3.785. Un juego de muerte (Robert Wise, 1945)

Un extraordinario remake de una extraordinaria película: "El malvado Zaroff" (Irving Pichel,  y Ernest B. Schoedsack, 1932). Y aunque aquella es una obra de arte, ésta no le va a la zaga. 
Wise siempre es una garantía de cine de verdad, de cine con mayúsculas, de auténtico cine. 
Bien hecha, bien narrada, con ritmo, con tino, con sencillez pero con profundidad, con maestría, con cine.
Realmente aquella era mejor, porque los escenarios tenían más recorrido, al menos su iluminación así lo hacía parecer. Pero en ésta los diálogos son más intensos, parece que con más profundidad. Me ha gustado mucho, la verdad. Lo tiene todo para ser un clásico. Y probablemente lo sea, pero es que todo Wise lo es. No hay mala cinta suya.

§ 3.784. El amante bilingüe (Vicente Aranda, 1993)

Una gran producción, cuidada y con un reparto espectacular: un Imanol Arias que borda la esquizofrenia en los detalles de la enfermedad; una Ornella Muti guapa a rabiar, elegante fina y con glamour, aunque no sé si muy dotada para la interpretación; la Loles León de siempre, con esa mezcla de vulgaridad y morbo que hace tiempo que dejó de encarrilar a nadie y Javier Bardem (aunque interviene muy poco) son sus principales actores. 
Relato fílmico de la novela homónima de Juan Marsé.
Una crítica a la sociedad catalana, a la burguesía catalana, algo hipócrita y siempre interesada en su afirmación y especialmente al uso intensivo de la lengua catalana. Supongo que era la manera que tenía Marsé de cobrarse la cuenta con el nacionalismo catalán. Siempre escribió en español, siempre detestó al nacionalismo político, siempre se rió de ese nacionalismo al que pertenecía (por educación, no por nacimiento).
Conocida es su historia personal, y la del Faneca -su padre biológico-, al que desde una ironía excelsa retrata, supongo que indirectamente, en la novela.
La esquizofrenia del acordeonista es paralela al del españoles que viven y trabajan en Cataluña y no profesan el credo nacionalista. 
No entiendo el desdoblamiento del personaje y la aparición del su alter ego como si fuese El Faneca, su verdadero padre. No entiende qué nos quiere decir y por qué. 
Sí es muy evidente el guiño a El fantasma de la ópera, en una caracterización muy bien lograda.
He leído poco a Marsé, pero lo que he leído suyo me parece verdaderamente impresionante, notable y muy trabajado.
El cine de Aranda me interesa. Su primera etapa -en realidad, su primera película- se enmarca en la línea del cine 'Fantaterror', pero con más clase. Luego pasa con las adaptaciones literarias, luego por El Lute, y más tarde por la adaptación de novelas de Marsé. Tiene cosas verdaderamente interesantes.
No lo consideraría un grande del cine español, pero sí un director verdaderamente interesante. 

§ 3.783. Todos eran culpables (León Klimovsky, 1962)

Otro noir español, con temática española, tratamiento español y actores españoles. 
Un buen guión, al que no le veo las lagunas que le  achacan los comentarios que he leído sobre ella, y un desarrollo y ejecución de lo más interesante. Ortodoxa, con un cierto mensaje, un buen blanco y negro, una canción de fondo del mismo título que la película (a veces excesivamente reiterada) y unos actores muy de la época. Un metraje muy civilizado -83 minutos- y una moraleja muy de la época: el crimen no sale a cuenta, y la verdad resplandece siempre.
Klimovsky rodó decenas de cintas. De todos los géneros, de todas las facturas, de todas las calidades. Un muy bien artesano que supo hacer cine en una época muy difícil de la vida española, y por ello también del cine.
Me ha gustado. Podría haberla filmado Jesús Franco, o Nieves Conde, o Julio Coll, o incluso Jose Grau. No tanto Aranda, Cuerda, o Uribe, que son posteriores.

sábado, 19 de abril de 2025

§ 3.782. El hombre que mató a Liberty Valance (John Ford, 1962)

 


§ 3.781. El gladiador (Abel Ferrara, 1986)

Me gusta Ferrara. Tiene una manera de abordar la realidad diferente, particular, un poco sórdida y siempre destacando los aspectos más bizarros, pero peculiar. Ésta es una película para la televisión. Pero no se nota, yo al menos no lo noto. Es cierto que hay aspecto menos cuidados: los escenarios, los espacios abiertos, la transición entre planos.
Es una historia de las suyas. De venganzas bizarras, de resentimientos urbanos, de planos y composiciones singulares, urbanistas de extraradio, de marginales que elevan su moralidad a estándares de comportamiento social.
Me llama la atención que el chico juega al fútbol. Un deporte todavía no mayoritario en EE.UU. en el año en que se editó la película.

§ 3.780. Operación Mantis (Paul Naschy, 1984)

Qué delirio...!!!
No entiendo que Naschy se dedique a estas cosas. Lo suyo son los vampiros, los muertos vivientes, los cadáveres, las mujeres ligeras de ropa que son perseguidas por malsanos religiosos en una ambiente medieval.
Es un delirio, un absoluto delirio. Como bien dice un aficionado que ha hecho una reseña en Filmaffinity: Naschy no tiene la virtud de ser gracioso, ni la película está avanzada a su tiempo. Él la vio en el 2014, y dice que no le hizo ni pizca de gracias. Yo la veo en 2025 y no me ha hecho ni pizca de gracia tampoco.
Total y absolutamente prescindible. Ni es la temática Naschy, ni es el tono que debe tener una comedia, ni llega a las cotas de gracias que las obras paródicas suelen gastar, ni está bien producida, ni tiene un guión coherente. Me parece una película muy deficiente, muy mala.


§ 3.779. Rogue One: Una historia de Star Wars (Gareth Edwards, 2016)

Una superproducción de Hollywood en la franquicia Stars Wars. No soy mucho de esta saga, pero he de reconocer que luce espectacular. En el curso de la historia es la que va antes de la primera cinta. Es, por decirlo gráficamente, la última precuela.
He de reconocer que me ha gustado mucho. Tiene su gracia. Y por momento es verdaderamente espectacular.

viernes, 18 de abril de 2025

§ 3.778. Caravana de paz (John Ford, 1950)


Muchas veces vista. Una obra de arte.

§ 3.777. Nunca es demasiado tarde (Julio Coll Claramunt, 1956)

Otra policíaca de Coll. Cine negro patrio de calidad. Metraje muy contenido, personajes muy definidos, influencia claramente de las novelas del género y una estética muy bien organizada, argumentadla y caracterizada.
Los malos son malos, los buenos, no tanto, el crimen se paga, y se cumplen los cánones de la moralidad y de la decencia, que en aquellos años eran impuestos desde el poder político y militar.
Un blanco y negro precioso, que se ve perfectamente, con unos tonos muy nítidos y precisos.
El crimen no tiene redención, y no hay salida en su realización. Es más caro delinquir que vivir decentemente. Indudablemente es un cine con una cierta moral y una cierta ética y estética.

§ 3.776. Las protegidas (Francisco Lara Polop, 1975)


Una de las películas típicas de la transición. Metraje civilizado, asuntos tórridos, sordidez estructural, un guión más o menos estructurado, y un resultado previsible. Policías privados, asuntos semipúblicos.
No sé si un detective española al estilo de los americanos funciona bien en la taquilla. Le falta el gancho de la oportunidad, del estilo y el glamour, de los sofisticado. Tanto la forma como el fondo parecen conocidos, como sabiendo de qué van. Es algo singular, como sabes de qué va no te impresionan tanto, no te agrada, lo ves como de estar en casa. Todos los trucos, poses, ramalazos, estructuras y mecanismos que funcionan en una policíaca americana naufragan cuando son trasladados al estilo español. Los únicos que sí parecen haber conseguido una voz propia en este tipo de cintas son los franceses, con su "Polar", un estilo muy determinado, peculiar y característicos. 
En España el único que ha dado con la tecla, más allá de Julio Coll, Nieves Conde, Barden, y los clásicos de mediados de los años 50 y 60 es José Luis Garci.
El siempre eficaz Simón Andreu, acompañado por Ángela Molina, Manuel de Blas y Sandra Mozarowsky hacen un buen cuadro.
La película está bien planteada, pero a medida que avanza va consumiendo clichés y lugares comunes hasta hacerla más mediocre de lo que auguraba. Parecía tener un cierto sentido, pero no lo consigue plenamente. 
Es corta y se deja ver, pero no tiene fondo ni especial conclusión.

§ 3.775. Manos sucias (José Antonio De La Loma, 1957)

Debut cinematográfico como director de un cineasta que será recordado por las películas de cine "quinqui" que hizo en la transición.
Una película de camioneros, que me recuerda a la magnífica "Ruta infernal" (Cy Endfield, 1957) que es del mismo año. Aunque no son temática idénticas, se ambientan en el mismo escenario general: la carretera, los camioneros.
Amedeo Nazarri y Lidia Alfonsi son la pareja protagonista. Amedeo es un actor italiano, que hizo multitud de películas, se encontraba en la mitad de su carrera y responde a los cánones de italiano guapo, algo, aguerrido y sencillo pero con fondo complicado. Está en su sitio. Sin más.
Lidia es lo que se dice una mujer de bandera. Hizo pocas películas, solamente trece, y supongo que todas parecidas o iguales: mujer impresionante que enloquece a los hombres de su alrededor.
El triángulo se completa con Katia Loritz que debuta en esta película.
Un buen guión, del propio director, en el que participa Francisco Pérez-Dolz, el director de la magnifica película "A tiro limpio" (1963). Buen desarrollo y ejecución, y un retrato de una España provinciana y subdesarrollada que le gustaban las películas de cine negro.
No tiene la fuerza y el vigor de otras cintas de autores contemporáneos a él: Nieves Conde, Julio Coll, etc., pero está verdaderamente bien hecha.
Tiene un recuerdo, ligero que pertinaz, con la primera versión de El cartero siempre llama dos veces, de Visconti, con la película Obsesión de 1943.
Me ha gustado, me parece interesante, está bien hecha y aunque es previsible, tiene su verdadera maestría.

jueves, 17 de abril de 2025

§ 3.774. Misión de audaces (John Ford, 1959)

 


§ 3.773. Carne (Jphn Ford, 1932)

Una película muy bien estructurada, con una organización compleja, un guión aceptable, y una realización muy estructurada. Me ha gustado, parece una cinta muy madura. 
Dos curiosidades de las cinta. Tiene un guión en el que participó William Faulkner, y John Ford no figura en los créditos de la cinta. 
No es "esquemática", los movimientos son muy naturales, no se aprecia esa dificultad para encuadrar y dar continuidad a las imágenes tan característico del cine mudo. Aunque no es una obra Mayor de Ford, sí tiene cosas, se deja ver y tiene garbo y emoción.

miércoles, 16 de abril de 2025

§ 3.772. Una ciudad llamada Bastarda (Robert Parrish, y Irving Lerner, 1971)

He visto cosas de Parrish mejores, casi todas. Pero la película está bien trazada, tiene un guión interesante y una realización notable. Hay trabajo de director, hay actores, guionista y trama. Está bien hecha, pero no me llegó del todo.
Un buen reparto muy setentero: Robert Shaw (frío y salvaje); Telly Savalas (tan sobreactuado como siempre); Stella Stevens; Martin Landau (en un papel que claramente no es para él, acostumbrado a verle en roles de espía con ladinas intenciones, moral dudosa, y cartera presta a engrandecerse); Fernando Rey (con ese empaque y determinación tan característicos suyos) y Al Lettieri (inolvidable en su papel de El Padrino, aquí no tan firme cómo en aquella).
Aunque no es especialmente brillante, sí debe reconocerse que está bien hecha, bien narrada, bien estructurada, bien organizada. Una película para ver en pantalla grande y a todo color. Un Western maduro, temático y llego de matices. No me ha llegado del todo, mejor dicho: me hubiera gustado que me llegara más, pero está perfectamente hecha.

§ 3.771. Pagó cara su muerte (León Klimovsky, 1969)

Otro Spaguetti Western, en este caso en una versión española. Tiene un metraje algo excesivo: 97 minutos. Una barbaridad para lo que tiene que decir. Es mediocre, cae en tópicos de todo tipo, su guión no es firme y sus actuaciones dejan mucho que desear. Una mediocridad. Me encanta. Y no es una contradicción lo que digo. 
El problema es que después de un inicio prometedor, camina por las sendas de lo usual, y ahí se pierde, porque la realización no es del todo brillante. Klimovsky sabía lo que hacía, indudablemente, pero la historia no daba para más.
Me encantan las malas películas. Entre otras razones, porque no puedes estar viendo siempre películas excelentes. Es como leer, o escuchar jazz. Tiene que tener una dieta que te permita hacer digestiones fáciles, que no se atragante lo que ingieres, y que, sencillamente, te alimente.
Una más, en definitiva, tan olvidable desde el momento en que termina como otras tantas similares.

martes, 15 de abril de 2025

§ 3.770. Sed de poder (Stuart Rosenberg, 1984)

Una de los 80, con todos su s méritos y todos sus defectos. Rápida, de guión ágil, vibrante, por momentos correcta, pero algo vacía, sin fondo y con una previsibilidad irritante.
Con un reparto de los ochenta: Mickey Rourke, Eric Roberts, Daryl Hannah, Geraldine Page, Kenneth McMillan, y Burt Young entre otros.
Tiene un algo conocido que gusta, pero le falta esa otra parte desconocida que es lo que la película sea verdaderamente interesante. Música intimista y apropiada (casi toda canciones de Frank Sinatra, enredos en la trama, progresión en el desarrollo del clímax, y todo lo que se pide a una cinta de entretenimiento. Sin más.
Esperaba algo más. Es la clásica cinta de enredo, con el protagonista egocéntrico y maleducado que vive en el filo de la delincuencia y el subempleo y que, como muchos otros, pretende tener un golpe (ilegal) de suerte que solucione todos sus (muchos) problemas otra vez.

§ 3.769. Despertar en el infierno (Ted Kotcheff, 1971)

Si quieres saber qué es Australia, puedes ver esta película para hacerte una idea bastante cercana de la soledad, la distncia, y el individualismo que forma parte de la idiosincrasia de aquel país (digo, Continente).
Nunca pensé, nunca pude calcular que el director de Acorralado, una película de acción con su tino y su mensaje pero de acción al fin y al cabo, pudiera haber realizado una obra tan endemoniada y maquiavélica como ésta. Es, verdaderamente, una película perturbadora. 
Aislamiento, pesadumbre, hostilidad, marginalidad, sociedad corrompida por el ambiente y las circunstancias vitales, sociales, climáticas y culturales.
Hay algo infantil en los juegos de la gente del pueblo, en cómo se comportan, en la forma de estar y beber en el bar, en cómo se come, en que no haya mujeres en la película.
Me ha sorprendido. Y me ha gustado. Es diferente. Inteligente y tubadora. Me recuerda ligeramente a Bajo el volcán (John Huston, 1984). Una especie de locura ambiental, producida por la soledad, el aislamiento, la incomunicación, lo absurdo de las relaciones personales y afectivas y el vacío, en fin, de la vida sin un sentido cierto que organice y diseccione lo que uno hace, y lo que es, que es básicamente lo mismo.

domingo, 13 de abril de 2025

§ 3.768. Patrulla submarina (John Ford, 1938)

 
Cerrando todas las de Ford. Ésta pertenece a esas cintas "patrióticas", quizá no de encargo, pero sí posicionadas claramente en misiones de propaganda. Y aunque no lo parezca me ha recordado a Top Guy, por el espíritu belicista y reivindicativo del ejército, en este caso la marina, y su papel en la guerra y en la vida en general.
Hay algo Ford en la historia, indudablemente. Un desastre previo (que no conoces) que determina el comportamiento del encargado del buque, un hombre vulgar dedicado a la vida mundana que encuentra en la armada su camino a la identidad personal, un medio hostil que no permite ninguna posibilidad de conseguir el objetivo, y una fe inquebrantable en el destino de los hombres y su superación mediante la realización correcta de lo que tiene que hacer. 
Hay algo "conservador" y, a la vez "progresista" en el discurso de Ford. En ese de que el hombre corriente, sometido a circunstancias extraordinarias, es capaz de dar lo mejor de sí mimo y conseguir que se haga lo que se tiene que hacer.
La cinta va virando, desde un planteamiento de comedia de situación hacía una película de guerra. Desde lo frívolo hacia lo trascendente. Y es en ese camino en el que los personajes encuentran su camino en la vida, su razón de ser y su afirmación como hombres de su tiempo. 
Me ha gustado. Mucho. A veces los medios para rodar encontraban escaseces y dificultades -hay escenas de cartón piedra- pero en general se deja ver y tiene su característico tono de trascendencia de los momentos pequeños. Me gusta Ford, no puedo remediarlo.
El guión está escrito, junto con otras personas, por William Faulkner, en esos años de consumo alcohólico excesivo y búsqueda de mujeres de manera constante y reiterada.
Ya había gente de su "troupe" en la cinta: Ward Bond, por ejemplo, pero también John Carradine  o Lon Chaney Jr.

sábado, 12 de abril de 2025

§ 3.767. Rescate infernal (Stuart Rosenberg, 1986)

Curiosa cinta. La rodó Rosenberg, pero no quedó muy convencido de ella y no quiso figurar en los créditos de la misma, por lo que se atribuyó a Alan Smithee, que es el seudónimo empleado por el sindicatos de directores que se emplea para cuando los directores tienen diferencia con la producción y no quieren figurar en los créditos de la cinta. Se ha utilizado, al parecer, varias veces por varios directores y se dejó de utilizar en el año 2000 porque no se empleaba.
El guión es, al parecer, de Samuel Fuller, uno de mis directores favoritos. Aunque es algo inverosímil, más dedicado a la testiculina juvenil que a otra cosa. Mala de solemnidad. No me extraña que el Director no quisiese figurar en los créditos. Y no parece tener mal reparto, aunque es engañoso, muy engañoso. 
Aparecen, porque es eso lo que hacen, aparecer: Ben Johnson, Mark Harmon, Gary Busey y Robert Duvall, actores interesantes y consagrados, especialmente del último. Pero, en realidad, su intervención es limitadísima, porque el peso lo llevan otros actores, mucho menos interesantes: Michael Schoeffling, Thomas F. Wilson, y Rick Rossovich, que hacen de amigos de un secuestrado en Centroamérica por la guerrilla y pretenden rescatarlos por su cuenta porque la administración americana no hace nada al respecto. 
Mensaje reaccionario, muy cercano a las tesis más duras del irracionalismo político de la derecha casposa.
La película es mala. No es vomitiva, pero es mala. No reconozco al director por ninguna parte. Y lo de Fuller, me me quedado de piedra. También, aunque menos, lo de Robert Duval. ¿Qué pinta Duval en este bodrio?

§ 3.766. Los crímenes del Dr. Mabuse (Fritz Lang, 1960)

Segunda vez que la veo. La primera la vi hace más de diez años, en 2014, al comienzo de este blog.
Es una buena forma de terminar su carrera. Con dos películas de aventuras: El tigre de Esnapur, y La tumba india, que eran proyectos que quería hacer en su primera época con su mujer Thea Von Barbou, y con esta cinta, que recupera una de sus creaciones más peculiares, el Dr. Mabuse. 
Además lo rueda en blanco y negro, como una declaración de intenciones 'retro'.
Es interesante, se deja ver y no ha perdido la chispa creativa que caracteriza todas sus películas. Una buena despedida, a diferencia de otros grandes directores, cuya última cinta fue discreta (por no decir mala).

§ 3.765. Los contrabandistas de Moonfleet (Fritz Lang, 1955)

Nunca la he tenido en tan estima. Me parece algo forzada. Y , además, no creo que sea el tono de Lang, ni el género. Él es más de cine negro. En realidad, las del Oeste tampoco son las mejores de Lang (La venganza de Frank James, Espíritu de conquista y Encubridora). Sin embargo, las de cine negro sí son su género. Y las periodísticas: Gardenia Azul, Más allá de la duda, y Mientras Nueva York duerme.
Las suyas son las negras: M, el verdugo de Duseldorf; Sólo se vive una vez; La casa del rio; Los sobornados; y Deseos Humanos.
Me gusta esta "capa y espada". No es la belleza de los tres mosqueteros ni esas obras de estudio con medios, extras a tutiplén y enrevesados amores entre el pillín y la princesa, pero está bien. Es sobria, muy bien rodada, y emotiva. 
Además, Stewart Granger está como nunca, realmente espléndido. George Sanders en ese papel de cínico que tanto práctico a lo largo de su vida, casi como un sello de garantía y calidad.

viernes, 11 de abril de 2025

§ 3.764. Gardenia azul (Fritz Lang, 1953)

De la trilogía sobre el periodismo (Esta, Mientras Nueva York duerme, y Más allá de la duda) es la que menos veces he visto.
Y tiene su gracia. La tengo por un Lang menor, y no es así. No es un Lang mayor, pero es buena, se deja ver, tiene su aquel y, cómo no, está perfectamente rodada.
Emotiva y con una historia verdaderamente interesante.
Con un reparto encabezado por la pareja formada por Anne Baxter y Richard Conte, a la que se suman: Ann Sothern y Raymond Burr.
El guión se edifica sobre una historia de Vera Caspary, una escritora muy de la época que escribía guiones, obras de teatro, cuentos y novelas. Ella fue la escritora de Laura, y de Carta a tres esposas, entre otros guiones mjy célebres.

jueves, 10 de abril de 2025

§ 3.763. La casa del rio (Fritz Lang, 1950)

Pues aunque es cine negro, negro de verdad, también podría pasar por ser una cinta melodramática de Tennesse Williams, de esas historias del "sur" desgarradoras y perturbadoras que desentrañan pasiones y ocultan sobreentendidos.
Es la segunda vez que la veo y me ha gustado más que la vez anterior. Intensa, sobrecogedora por momentos, muy impactante. 
La tenía por un Lang menor, pero de eso nada. Es un Lang, Lang. Quiero decir, un gran Lang.

§ 3.762. Guerrillero en filipinas (Fritz Lang, 1950)

Creo que es sólo la segunda vez que la veo. Lang y película de guerra no parecen congeniar. Pero bueno. Parece de encargo, aunque la fecha no parece corroborar esa impresión.

miércoles, 9 de abril de 2025

§ 3.761. Clandestino y caballero (Fritz Lang, 1946)


Quinta o sexta vez que la veo. Una de mis favoritas de Lang.


§ 3.760. Perversidad (Fritz Lang, 1945)

El noir por excelencia.Uno de los mejores de siempre. La primera vez que vi me hizo verdadero daño. Y eso es, precisamente, lo que pretende el director. 
El triángulo ya ensayado en La mujer del cuadro (1944): Edward G. Robinson, Joan Bennett y Dan Duryea, funcionando aquí con mayor esplendor. Ella es más mujer fatal, él más pardillo, y el mafioso más malo. El morbo de la relación funciona a la perfección. 
Es tan buena como Perdición (Billy Wilder, 1944), y Bennett es tan mala como Bárbara, solo que en morena, en vez de rubia.
Es un remake de La golfa (Jean Renoir, 1931), película que no me llenó y no me llegó. La recuerdo amanerada, artificial, poco expresiva, forzada y siempre a la sombra de ésta, que es mucho mejor película.
El engancho que pretende tiene algo de intemporal, de tragedia de siempre. Dejarse engañar por (migajas de) amor es un clásico en el ser humano. Pero también la película provoca otra reflexión diferente: la pérdida de afecto deteriora cualquier relación, y cuando un ser humano carece de ella intenta encontrarla en cualquier ser humano.
Es una de las mejores películas de cine negro de la historia. Y la enésima obra maestra de Lang.

martes, 8 de abril de 2025

§ 3.759. El ministerio del miedo (Fritz Lang, 1944)

Otra de las películas que siempre me han encantado. La he visto varias veces, cuatro o incluso cinco. Y no me cansa. Me parece una cinta estupenda. Lo tiene todo. Intriga, misterio, algo de thriller, mucho de policíaca. Todo ello envuelto en esa bruma y en esa sombra que sólo un maestro es capaz de imprimir. 
Lang es capaz de hacer cualquier cosa. Y esta es una buena muestra de ello.


§ 3.758. La mujer del cuadro (Fritz Lang, 1944)

Seguimos con Lang, y continuamos con las obras excepcionales. Ésta es, sin lugar a dudas, una de las mejores películas de cine negro de la historia del cine norteamericano.
Un reparto corto, pero potentísimo: Edward G. Robinson, que borda el papel. Llama la atención que un actor como éste no tuviese mayor reconocimiento en todos los sentidos. 
Joan Bennett como mujer fatal es insuperable. Rompe con el canon de mujer rubia cánones de medidas estratosféricas y curvas peligrosas.
Raymond Massey es siempre una garantía de calidad. Sobrio, sereno, serio, incluso marcial, y dedicado a la escena como si fuese lo más importante de su vida.
Dan Duryea impone el tono frívolo que suele darle a todas sus actuaciones. 
La recordaba bastante bien. En lo esencial, en su integridad. Tiene ese tono pesaroso desde el principio, que inunda toda la trama. Pesaroso y desesperanzado. Es imposible que pueda salir bien. Tiene que salir mal, necesariamente.
Lo peculiar del caso es que no explica cómo un hombre cabal, sereno, formado, no tiene el reflejo de llamar a la policía en el primer momento. Es impensable que no reaccionase de la única manera que le hubiera evitado problemas y complicaciones. Y precisamente por que al protagonista se le hurta la posibilidad de actuación más racional es por lo que la cuestión se vuelve más vidriosa, con más capas, más perversa, menos clara y limpia. 
Siempre la he tenido presente a lo largo de los años, y siempre como lo que es, una obra imprescindible del noir norteamericano.

§ 3.757. Los verdugos también mueren (Fritz Lang, 1943)

Creo que será la cuarta vez que veo la película. Y todas las veces me ha producido una gran impresión. Me parece muy valiente, muy comprometida y sumamente emotiva.
Hace falta ser muy arrojado para hacer una película como esta.

lunes, 7 de abril de 2025

§ 3.756. El hombre atrapado (Fritz Lang, 1941)

Después de sus Western viene su etapa antinazi. Con ésta, con Los verdugos también mueren, y con El ministerio del miedo. Parece que las hacía de tres en tres. Luego las negras, que las volveros a ver todas por su orden si Dios quiere.
La primera vez que la vi me gustó mucho. Y, la verdad, esa segunda vez también me ha gustado mucho.
Una trama ciertamente inverosímil, que proviene de una novela de Geoffrey Household, que tuvo otra versión, no sé si realmente un remake o algo menos evidente, años más tarde, en 1977, a cargo de Rogue Male que se llamó: "Lejos de la manada"
El reparto es estupendo: Walter Pidgeon, en un papel que le va mucho; Joan Bennett, que luego será su musa, como antes Sylvia Sidney, George Sanders, tan imperial como siempre, John Carradine, que parece un fijo en sus películas.
Un reparto de lujo, de auténtico lujo.

§ 3.755. ESpíritu de conquista (Fritz Lang, 1941)

Otra del Oeste de Lang, la segunda en su filmografía. No sé si era un intento de entrar en el mercado de EE.UU. o si verdaderamente tenía interés en rodar cosas del oeste.
Lo cierto es que lo hace con un verdadero especialista en el género: Randolph Scott, que es vaquero por excelencia, el prototipo, el canon. No sé si será el que más películas del Oeste rodó, porque eso siempre es difícil de cuantificar, y porque en el cine mudo hay centenares de cintas de este género, pero, desde luego, hizo muchas, muy importantes, y al servicio de directores verdaderamente dótales en el género.
Qué planta, qué andares, qué forma de moverse. Supongo que así se conducían los vaqueros. Quizá no, pero el canon ha quedado de esta manera, como el de los mafiosos y la película de Coppola. 
Se acompaña de Robert Young, otro actor mítico de la historia del cine, además de Dean Jager, y Virginia Gilmore, guapa y blanca blanquísima.
Esta bien, se deja ver, pero carece de la profundidad de otras del Oeste de los grandes maestros: Ford, Hathaway, Hawks, Tournier, Mann, Boetricher, Arnold, King, etc. 
Una vez vi una enciclopedia del Western que no compré. Un diccionario de los Western más célebres de todos los tiempos. Debí comprarlo. No lo hice y me arrepiento. En cuanto lo vuelva a ver, lo compraré.

§ 3.879. Resultado final (Juan Antonio Bardem, 1997)

Última cinta del indiscutible gran Director que fue Bardem. Y ya sabes lo que leen este blog la idea que tengo sobre la última película de l...