jueves, 29 de octubre de 2020

§ 2.061. El secreto de Paula (Rudolph Maté, 1952)

 
    Drama médico. Una mujer pierde un hijo en el parto y le comentan que no va a poder tener más hijos. Parece haberlo encajado bien, pero algo turbio parece sobrevolar la relación con su marido, con las otras personas que la rodean, con su propio yo. Había tenido un embarazo anterior que también acabó mal.
   Con su marido interpreta el papel de mujer que ha superado la pérdida, pero con su marido interpreta un papel: la de mujer que ha superado el fracaso. El médico le aconseja que exteriorice adecuadamente sus sentimientos, pero ella no parece estar de acuerdo con él, prefiere reprimir sus sentimientos cuando él está delante. Cuándo él no está presente siempre está llorando, deprimida e infeliz.
   Loretta Young es la madre angustiada, y Kent Smith el marido abnegado -Decano de una Facultad- que mantiene el tipo y parece seguir con su vida con normalidad.
    Alexander Knox es el médico de la familia, que ayuda a la mujer a colocarse como "dama de gris", mujer que ayudaban a las enfermeras con los niños, los pacientes, etc.
   Pero atropella a un niño de un orfanato en un conflicto con un camión y el niño queda sin posibilidad de hablar. Ella se vuelca con él.
   Al parecer Loretta Young tuvo un hijo con Clark Gable en 1935, pero ella comentó en su autobiografía que fue fruto de un abuso. De hecho el niño fue "adoptado" con la propia Loretta una vez dado en adopción. Todo Hollywood conocía la historia. Lógicamente la temática de esta película ahondaba en el daño que tenía. Fue ganadora de un Oscar por "Un destino de mujer" de H. C. Potter de 1947.
     El niño es Tommy Rettig, conocido por Rio sin Retorno, de Preminger.
  El director, para mi siempre será el de "Con las horas contadas" (1950), que fue una película que me gustó mucho.

miércoles, 28 de octubre de 2020

§ 2.060. Wicker Man (Neil Labute, 2006)

 

Una película a medio camino entre una de policías y una fantástica. Hombre de mimbre es el título traducido.

Un policía que ha presenciado un accidente de coche cuando estaba atendiendo a una mujer y su hija en la carretera queda traumatizado por la experiencia vivida. Tiempo después recibe un recado de su antigua novia en la que le pide ayuda porque su hija ha desaparecido. Ella vive en una isla privada en el centro de (lo que se supone) un gran lago del norte de EE.UU., probablemente entre USA y Canadá. Se encuentra en el Estado de Washington.

Una comunidad bastante peculiar, algo enloquecida y bastante fanática. Se ven más mujeres que hombres. Es evidente que se esconde un misterio serio, algo que oculta esa forma de vivir. Relaciones distantes, difíciles, más que frías hieráticas, nada naturales, sin ningún tipo de afecto.

La mezcla es particularmente agobiante, pero la película no consigue transmitir ese estado con toda su inquietud. Alucinaciones del protagonista, búsquedas infructuosas, y la tradicional pose de Nicolas Cage en la que cabe todo tipo de actuaciones, a cual menos sutil que la anterior. Supongo que para esta tipo de películas que rozan la Serie C es un actor de cierto gancho. Pero después de las dos que he visto hoy, la verdad, empeora mucho más.

Director desconocido para mi que, sobre todo, ha hecho películas para la televisión. Probablemente este sea un proyecto de esa tipo. Claramente un actor venido a menos. En algunos momentos tuvo su oportunidad, la de ser un actor de cine, no de películas de consumo. Ultimamente he visto varias de él, a cual peor. 

§ 2.059. Barreras de orgullo (Henry Hathaway, 1956)

 

   Una de Hathaway siempre es una película buena. Para mi es el gran desconocido en la cinematografía clásica americana. Un director sólido, vital, muy patriota, con todo tipo de películas: Western, terror (suave), suspense, de guerra. Todo un artesano. Seguramente un hombre aquietado al presupuesto, a la exigencia de producción, al tiempo asignado para la película. Seguramente poco tiquismiquis con actores o actrices, 
   Esta en concreto es un drama entre hermanos, un ranchero que ha prosperado por matrimonio y su hermano que ha salido de la cárcel.
   Van Johnson es el presidiario, Joseph Cotten el ranchero, y la guapísima Ruth Roman la esposa. En un día de tormenta la familia se queda aislada en su rancho de Arizona. Allí se presenta el hermano recién evadido de la cárcel. Varias familias de vecinos se han reunido y pretenden pasarse la tormenta que dura varios días bebiendo y haciendo una juerga. Por tres días va a ser imposible cruzar el río, son los que necesita el fugitivo para organizar el viaje a méxico.
   El hermano mayor avisa a su mujer y sus amigos que no puede beber alcohol. Seguramente tuvo problemas en el pasado, que le llevaron a prisión. Alguna relación se avizora en ese sentido. 
   Hay algo de morboso en el galanteo que mantiene el expresidiario con la mujer de su hermano. Es lo más interesante de la película.
   En una escena se muestra un Mercedes-Benz coupé alas de gaviota. En otras se oye Blue Moon. Qué guapísima es Ruth Roman.

§ 2.058. El Doctor Arrowsmith (John Ford, 1931)

 

   Una de Ford de 1931. Con toda su carga Fordiana, esa épica tan suya, el hombre frente al mundo, frente a la sociedad, frente  a todos, frente a sí mismo.
   No hay en el Doctor la más mínima muestra de clasismo o de elitismo. Con ideas propias, aunque no sean precisamente las imperantes en la sociedad. El fracaso al que se enfrenta le forja en el carácter
   La historia es sencilla, no tiene efectos dramatúrgicos tan en boga en el cine actual. Martin Arrowsmith (Ronald Colman) es un joven e idealista doctor que aunque pretende dedicarse a la investigación con un prestigioso doctor decide ejercer la medicina para poder casarse con la enfermedad de la que está enamorado, la señorita Leora Tozer (Helen Hayes). La novela es del premio novel Sinclair Lewis, y el guión de  Sidney Howard. El estudio es Samuel Goldwyn Company y la música de Alfred Newman.
  Se instala en el campo y ejerce de médico, aunque en su tiempo libre se dedica a la investigación, abordando la fórmula para solventar una peligrosa enfermedad que está afectando al ganado.
   El 'veneno' de la investigación le vuelve a infectar tras oro una conferencia de un médico famoso. Un canto a los soldados médicos, a los héroes de la medicina. Como siempre en Ford es el hombre corriente que, sometido a una presión extraordinaria, se convierte, de forma natural, no forzada, en un hombre providencial, al que se estaba esperando. Pero su transformación no es traumática o forzada. Es natural e incluso esperada. Pero el hombre no pretende que se le agradezca lo que hace, es su trabajo, es su ser, su forma de vivir, su natural ubicación en el mundo. Su forma de ser es esa: podría ser un médico normal y corriente, incluso vulgar, o un gran investigador científico, pero siempre, siempre, sometidos a la normalidad de la vida. El hombre extraordinario se encuentra en  el hombre corriente, y esa es su grandeza. Las mujeres de Ford son fuertes y abnegadas, con carácter pero dúctiles, que tienen claro sus objetivos y que no renuncia a ellos. A mi parecen son mujeres muy femeninas, del mundo en el que les ha tocado vivir. Juegan en la subordinación al marido, al hermano. Su proyecto propio es ser parte del engranaje en el que se incrustan, sin pretensiones propias pero viviendo las del grupo, las del marido, aquellos para los fueron creadas. Lógicamente es una visión que puede ser sometida a crítica, naturalmente, pero no tienen un rol vicario o secundario. Son protagonistas de la historia, en su rol específico.
   Obviamente te tiene que gustar este tipo de historias, aquellas que surgen de la normalidad de la vida.

martes, 27 de octubre de 2020

§ 2.057. Medalla al valor (Sidney J Furie, 1984)

   Directo del que he visto tres películas, las tres bastante mediocres: Ipcress (1965), Los chicos de la compañía C (1978) y Los cuatro jinetes del Apocalipsis (2008), las dos últimas de guerra, la primera de espías.
   Amor en los tiempos de la guerra del Vietnam. Un médico soldado lucha para sobrevivir a sus demonios interiores en la guerra y, sobre todo, a la burocracia que le impide desarrollar correctamente su labor. Se enamora de una enfermera y pretende volver a la vida civil. Ken Wahl (Distrito apache: El Bronx, Daniel Petrie [1981], y Los Doce del Patíbulo: La próxima misión, de Andrew V. McLaglen [1985]) es el médico, y Cheryl Ladd la enfermera. Al actor le conozco muy poco, la actriz es una de las protagonistas de Los Ángeles de Charlie.
   La cinta no es especialmente brillante. Se puede ver, pero no más de una vez. Está bien ambientada y tiene todo el atrezo necesario para ubicarla en el tiempo correctamente. Además era la época en que todo Vietnam se consumía con profusión, una época en la que todo buen director tenía su propia visión sobre el conflicto bélico. Era como un canon que tenían que pagar para tener su independencia y su capacidad creativa.
   Es innegable que esta cinta se enmarca en la tradición creada por M.A.S.H. (Robert Altman, 1970), que tuvo una serie famosísima de 1972. 
  Para pasar el rato y el tiempo, ahora confinado con la convalecencia. Este tipo de películas tienen además un defecto: duran demasiado. Para contar lo que tiene que decir no hace falta hacerlo tan largo. 116 minutos es una exageración para contar lo que tiene que decir.

§ 2.056. La novia era él (Howard Hawks, 1949)

Una comedia ambientada en la postguerra, con un Cary Grant imponente y una Ann Sheridan absolutamente extraordinaria.

No es razonable que Grant no tuviera on Oscar. Es demencial, sobre todo porque la cantidad de películas extraordinarias en las que ha participado es superlativo.

Una misión común entre un oficial francés y una oficial americana por tres días es la excusa para continuar con una breve relación que había ocasionado algunos 'inconvenientes', típicas situaciones de comedia amorosa.

lunes, 26 de octubre de 2020

§ 2.055. Una fiesta sin fin (Harry Horner, 1956)

   Una película como otras cualquiera. Un exjugador de futbol americano venido a menos tiene problemas de dinero. Una vida arruinada por sus fiestas y su forma de vivir. Anthony Quinn como estrella rutilante y centro de atención de toda la cinta. 
   Unos personajes marginales que no son capaces de ordenar su vida, siempre pendientes de dinero y de la necesidad de buscarlo. No pretende ser un retrato de una forma de vivir, sino un análisis del comportamiento humano ante la situación de estres que genera el secuestro de un militar y su novia. La pretensión de pedir un secuestro no sale como esperaban. Cada personaje se comporta de manera diferente. Ese es el propósito de la obra
   Gran banda sonora de jazz en toda la película. La música es de Buddy Bregman, músico para mi desconocido pero que fue un gran productor de discos de jazz, desde Ben Webster hasta Anita O`Day, pasando por Bing Crosby.
    El director es Harry Horner, austríaco de origen judío emigrado a EE.UU. en la década de los treinta. Al parecer fue el escenógrafo galardonado con dos Oscar: La heredera y El buscavidas en la categoría de "Dirección artística en blanco y negro". La textura del blanco y negro ha quedado muy anticuada, no ha envejecido bien, quizá se nota que se emplearon medio no excesivamente lujosos. Penuria de medios que hacen que ahora la cinta sea irrecuperable para hacer copias de gran calidad.
  Tiene formato de gran obra, podría haber sido rodada por Garfield o por cualquier otro actor típico del cine negro americano.
   No es una gran película, pero sí es entretenida y se deja ver. Tiene algo de obra teatral, tanto por los diálogos como por los escenarios, siempre cerrados, ninguno al aire libre. 
   Es una película propicia para hacer un remake. Pero que sepa no la tiene. Al menos no figura como tal en Filmaffinity.

§ 3.805. Lo desconocido (Leslie Norman, y Joseph Losey, 1956)

Una cinta horror de Serie B británica. Con participación en la dirección, al parecer, de Joseph Losey, un director que me gusta mucho. Cómo ...