Una cinta costumbrista, que sólo se entiende si eres español. Temática propia sobre el crecimiento de una ciudad, Madrid, que pasa a la modernidad a toda velocidad y sin que sea posible mantener las tradiciones de siempre ni la forma de vida. Para los madrileños que hayan vivido esa época puede ser muy entretenido recordar cómo eran las calles y plazas de Madrid. También es muy reconocible algunas calles de Alcalá de Henares.
Veo la cinta por ser de Neville, no por otra cosa. Un jovencísimo Fernando Fernán Gómez en una de sus 216 películas. Junto a él actúa la guapísima Conchita Montes, amante de Neville al que sobrevivió con una carrera larga y prolífica, con esa mirada enigmática y profunda.
No sé si puede leerse como una película ecologista. Quizá sea excesiva la apreciación, aunque sí es cierto que en clave de comedia realiza una crítica bastante fuerte hacia el mecanismo capitalista de oferta y demanda. También puede apreciarse una visión un tanto frívola del trabajo y de las obligaciones laborales.
Tiene momentos verdaderamente graciosos: la señora hablando en Alemán, el protagonista paseando por Madrid a caballo, la llegada a la plaza de toros con él, la cagada del caballo en la cochera de bomberos...
Es interesante, está muy bien rodada y como va 'cortito y al pie' se deja ver con curiosidad y alegría.
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