Aventuras, guión, trama, desarrollo, estructura, historia... Nada que pretender, nada que esperar. Ponte delante de la televisión, estira las piernas, ten una una y diez minutos y aprende a gozar.
Había un momento en el cine clásico de Hollywood en el que se primaba la emocionalidad, la sensación por encima de la razón. No es un cine intelectual, pero se necesita un poco de 'fortura', o 'suerte', o que las cosas 'vengan rodadas'.... en caso contrario sólo se ve una película de aventuras, y, a mi, la verdad, la pasión del recién liberado se convierte en aventura magnífica.
Bien por Glenn Ford, bien por Ann Sheridan, pero no sé qué pinta Zachary Scott en esta cinta.
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