miércoles, 9 de octubre de 2019

§ 1.713. Medalla roja al valor (John Huston, 1951)

Huston siempre tiene algo. En su período de esplendor absoluto se dedica a hacer una película sobre un libro clásico de la literatura norteamericana, un libro que habla de horror, guerra, madurez y crecimiento de un muchacho en su guerra civil a través, precisamente, de su enfrentamiento contra el miedo, contra su propio yo. La evolución personal a través de su participación en una batalla.
Parece que sigue fielmente al libro, porque al principio la voz en off te cuenta que algunos pasajes de la obra son recitados en la película. Y se nota cuándo es así por el dramatismo con que rodea el momento el director.
Tiene algo de documental, de realismo expresionista, no tanto en las escenas bélicas en sí, sino, sobre todo, en los momentos de racionalidad emocional cuando reflexiona sobre sí mismo en esa guerra y su perspectiva sobre la misma. Este mismo año hizo La reina de África, que, se muera como sea mire es una película "mayor".
No juzga, no parodia, no pretende decir quiénes son los menos y quienes los malos, simplemente pretende ser fiel al espíritu del libro, un clásico de Stephen Crane vendidísimo y probablemente propio de su sistema escolar. El riesgo era evidente, las posibilidades de fracaso grandes, y sin embargo la hizo. No es su mejor cinta, pero se deja ver, cuenta lo que quieras contar y consigue mostrar bien el miedo y la angustia de la conversión de un muchacho apocado y ciertamente cobarde en un hombre arrojado y valiente. Pero no es por la exaltación de la guerra, no hay épica en ello, hay pura supervivencia personal, necesidad de sobrevivir. Siendo cobarde moriría, siendo valiente tiene una posibilidad de seguir con vida. En todo caso esa transformación tiene como presupuesto básico el arrepentimiento y la segunda oportunidad que le da la vida tras abandonar el campo de batalla y darse cuenta de que huir no sirve de nada.
Interpretada, como quizá no podía ser de otra forma, por Audie León Murphy, un militar condecorado por muchas acciones de guerra en la IIGM. De hecho es el militar americano más condecorado de la historia, luego reconvertido en actor del sistema tanto en películas bélicas como, sobre todo, del Oeste.
El resto de actores no me son conocidos.

§ 1.712. La pradera sin ley (King Vidor, 1955)

Convencional Westher sustentado en un magnífico Kirk Douglas que está espléndido, como siempre. En el papel de  mujer dura y fuerte está interpretada por Jeanne Crain, una clásica de toda la vida, de muchas películas, que no pega mal, aunque no es Barbara Barbara Stanwyck, ni mucho menos... que tiene papeles similares, 40 Pistolas de Fuller y, sobre todo, Las furias, de Mann.
Como secundario de lujo está Richard Boone, auténtico hombre de todo género para todo tipo de películas, muchas del Oeste.
Muy transitado guion, tantas veces visto. Mujer propietaria de una finca, de un rancho que cuenta con diez mil cabezas de ganado. Sus vecinos no llegan a mil, y pretenden imponer la regla de determinación de los campos mediante alambre de espinos que divida las propiedades, lo que supondría una gran pérdida para la explotación grande. El título original es muy expresivo: "Man Without a Star", que expresa bien lo que pretende narrar.
Un descastado que fuerza su suerte con la propietaria dura que pretende hacerse rica no permitiendo que se alembren los campos. La dramaticidad de la lucha se muestra co toda su crudeza. Es una guerra por la supervivencia, por la propiedad privada, por el mantenimiento de las explotaciones grandes. La película que mejor narra esta situación es Open Range de Kevin Costner (2003), magnífica película, muy lograda en todos los sentidos.

martes, 8 de octubre de 2019

§ 1.711. Enemigos del Rey (Phil Karlson, 1952)


De capa y espada. Este es el género. Raro en el Rey de la Serie B, pero razonable dado el tipo de películas que hacía. Enrevesada historia en donde se mezclan países, España no existe, pero sí Portugal y Marruecos, aunque claramente se desarrolla en territorio español.
90 minutos, una historia de ambición, amor, venganza... Con un actor como Anthony Quinn, que realmente no sé qué hace aquí. Traiciones, dobles de reyes, falsos amigos, mucho color, bailes (y cante flamenco) y desarrollo lineal de una historia realmente inverosimil pero divertida, para pasar el rato. De lo peorcito que he visto de Karlson.

lunes, 7 de octubre de 2019

§ 1.710. La sombre del zar amarillo (Thompson, J. Lee. 1969)


Después de leer las críticas en Filmaffinity me quedé un poco sorprendido. Era demoledoras, y situaban a la cinta en muy mal lugar. Pero no me ha parecido tan mala, ni mucho menos. Es una película de evasión, entretenimiento, con una mezcla de ciencia y tensión política, crimen y espionaje. De tensión inverosímil, obviamente, y un planteamiento cientificista de lo más pedestre. Pero esto es el cine. No otra cosa es. Me parece atrayente, e incluso bonita. Tiene algo que gusta. Me agrada mucho Gregory Peck, me parece un gran actor. Aquí ya en sus horas más bajas.
Metraje contenido y música razonablemente adecuada. No me ha parecido tan mala. Es lo que es, una película más, sin pretensiones.

§ 1.709. El Golpe (Roy Hill, George 19739

sábado, 5 de octubre de 2019

jueves, 3 de octubre de 2019

§ 1.707. La evasión (Jacques Becker, 1960)

Historia carcelaria. Más humana que de fugas. Una joya, una pequeña obra de arte, muy cuidada, con un apuesta esa escena como si fuera un teatro. Varias cámaras dentro de la celda proponen varios puntos de vista sobre una misma realidad. El nuevo recién llegado es el elemento discordante y, al mismo tiempo, el que une al grupo. Probablemente el más listo. Ninguna quiere quedarse, evidentemente. Todos quieren huir. 
Al parecer es una historia real, que responde fielmente a lo que sucedió. 
La puntillosidad con la que muestra cómo se hace el túnel la expresividad en mostrar cómo se caba el túnel, el sudor en la frente de los presos. Realmente parece más un documental que una película. La superposición de las cámaras, los planos cortos y rápidos, la sucesión de imágenes, el plano de la sierra cortando el barrote. Todo muy gráfico, muy sugestivo. Muy de ponerse en el papel de los presos. Pero no desde la emocionalidad, sino desde la razón. No dudas de que va a salir bien. El planteamiento es sereno, no emotivo, racional no pasional. Y a ello contribuye, a mi juicio, que no haya música, que sólo se oigan los ruidos propios de lo que hacen... el agua, cavar, caminar, respirar. Es cierto que para los acostumbrados a cintas mucho más intensas puede parecer sosa, pero su intensidad se basa en otros criterios no emocionales. 
Desde luego si la fuga se produjo como muestra la película, si se fugaron como dice la película realmente tuvieron que trabajar mucho y pensar mucho para sortear todos los obstáculos: el primer túnel, los barrotes, las ganzúas, el segundo túnel, la apertura hacia la canalización de agua. Todo narrado con una puntillosidad impresionante. Me ha parecido un punto de vista muy interesante.
Cine francés, lo mires por donde lo mires. No sé por qué, pero es cine francés. Nada más ver las primeras escenas. El granulado del blanco y negro, los planos, la música...
Es la primera cinta suya que veo y me ha sorprendido gratamente. Un cine muy "expresionista", muy real, con la idea de conseguir un efecto de autenticidad. El resultado es una de las mejores, si no la mejor película de fugas, una joya. La fuga de Alcatraz de Siegel es buena, muy buena espléndida, pero no es esto. Es más intensa, más actual, pero menos preciosista, menos puntillosa, menos gráfica, más emotiva, pero peor película. Y La Gran Evasión es Sturges es otra cosa, más película de guerra y de nazis que de fugas, aunque también.

§ 3.806. Rebeldes en Canadá (Amando De Ossorio, 1965)

Hay que ser valiente para meterse en este "berenjenal". Una película en el Canadá, con tramperos, soldados vestidos de rojo, fuert...