Borau es un director poco prolífico. No tiene muchas películas, pero las que tiene son muy comprometidas políticamente. Le tengo por se un hombre de izquierdas. Culto, escritor, y profesor de cine fueron sus principales ocupaciones.
Ésta es una de sus películas más célebres, una especie de 'road movie' que va evolucionando hacia una temática más clásica de venganza y reyertas en un clima político conflictivo y de huelga desmadejada.
Un sujeto principal, de quien no se sabe qué le pasó en el pasado pero se intuye algo criminal y oscuro, es un tipo fuerte, seguro de sí mismo que abraza el capitalismo con la fe del neófito. Todo le sale mal, claro. Extranjero en país extraño, sudamericano, combativo, violento y farfullero. Todo un prototipo de funcionamiento.
El principal es Darren McGavin. Stéphane Audran (El discreto encanto de la Burguesía de Buñuel, El carnicero y algunas otras de Chabrol) es una chica de esas fáciles... De pena ver a Patricia Neal como mujer metida en casa, pobre y deshilachada, desmadejada en su vida y sin ningún tipo de glamour. También participa Burgess Meredith.
No ha envejecido bien. No me ha agradado demasiado.
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