Una presentación muy avanzada. Dos médicos de similar status profesional discuten tras un día ajetreado en el hospital sobre quién pone la mesa y quién se ducha primero. Una mujer liberada, autosuficiente que no necesita un hombre para ser feliz.
El guión es eficiente -adaptación de un libro de Robin Cook- y la situación que provoca genera bastante angustia. Es lo que pretende. En realidad es una película de miedo.
Muy interesante es la actriz Geneviève Bujold, peculiar, muy vivaz e interesante. Se acompaña con Michael Douglas, estrella emergente, un Richard Widmark como siempre en estado de gracia, un Ed Harris que empezaba, y un Tom Selleck que estaba por allí.
Aunque es un poco larga mantiene muy bien la tensión, provoca un escenario de pánico. Una especie de thriller médico con implicaciones policiales en cuanto a la averiguación de los problemas que ocurren en el hospital. Lo interesante del tema es que las explicaciones médicas van calando en el espectador, haciéndole partícipe de lo que ocurre.
La tengo por un gran éxito comercial, que tuvo incluso un remake en forma de mini serie años después.
Me ha gustado mucho la película, la verdad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario