Un tema militar, muy militar, para un director de comedias de situación y, sobre todo, de la soberbia Mesas separadas (1958)
Un muy buen trabajo de Rock Hudson, acompañado de un eficaz Rod Taylor, en un singular canto a la eficacia castrense en tiempos de paz. Siempre he creído que Hudson es un actor estupendo, versátil, muy varonil, sumamente funcional y probablemente un gran compañero y una buena persona, aunque eso es una intuición más que una fehaciencia. Un clásico entre los clásicos, un galán en toda regla.
Todo está milimetrado en la guerra contra el enemigo invisible. Todo. Y esta película quiere hacernos ver que es posible encontrar una organización perfecta que sea capaz de llevar a cabo ese plan con total perfección.
Las imágenes de vuelo son bonitas e interesantes a pesar de los años que han pasado, más de sesenta, que son muchos.
Un buen relato, para para el tiempo, que no va más allá de un entretenimiento.
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