Muy original, dentro del canon de este tipo de películas. Muy de los muestro vivientes, muy de los zombies, muy del terror patrio, pero funciona. El color es muy vivido, el sonido muy claro, la trama aunque es como las de siempre, tiene su gracia, y el metraje es civilizado.
En fin, es una historia muchas veces vista, pero que siempre apetece verla.
Me paree que el cine español no ha pagado la deuda que tiene contraída con Jacinto Molina. Un verdadero impulsor de un tipo de cine que no solo hizo caja durante años sino que patrocino un estilo propio del cine español, un cine algo cosificado, por supuesto, y con una calidad más que cuestionable, pero cine al fin y al cabo.
Un grande, un grande verdad. De los que montaban películas con cuatro duros, y metían a miles de personas en la gran pantalla.
La cinta es infame, infame de verdad. Mala, mala, mala...
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