Grandiosa, Homérica, gigantesca, monumental, Sakesperiana. Más drama que Western, o un drama ambientado en el Oeste. El bien, el mal, las pequeñas infamias, las mentiras llevadas al extremo, la incapacidad para perdonar, y la violencia como forma de resolución de los problemas. La ha visto varias veces, probablemente ya será la cuarta o quina vez, y sigo sintiendo que nos encontramos ante una obra maestra. El ritmo, la cadencia, el guión, las miradas de los actores, sus gestos y poses, sus movimientos. Es una obra muy de actores, aunque no lo parece.
Me ha gustado muchísimo Gregory Peck, hace un papel muy sereno, un rol que encarna la ciudad y la razón frente a lo abrupto del Country. Me ha encantado Jean Simmons, de la que se enamora perdidamente Gregory, y que hace que abandone a su novia, con todo lo que eso conlleva. Pero sobre todo me ha encantado Burl Ives, que hace un papel canónico. Quiero decir: un vaquero resentido y amargado con un pasado lúgubre y ningún futuro se tiene que comportar así, como él lo hace.
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