Supongo que en su momento debería ser una auténtica revolución ver imágenes en movimiento, fotografías móviles.
Y lo entiendo. Pero la gracia de las películas habladas es otras cosa.
La exageración en la exposición temática es el punto fuerte de esta película, de todas las mudas, en realidad. El chico guapo que enloquece a todas lasa mujeres es una gracia, y el bribón contrabandista otra. Buena mezcla de estereotipos, bien definidos que funcionan a la perfección.
Algún guiño Lubitsch sí puede apreciarse, al principio, cuando le preguntan: - ¿Dónde has estado? - En el cine.
Como cuándo el jefe de los militares está comiendo y entre un subordinado que le dice: - Los ladrones. Y él se esconde debajo de la mesa. Son actos o diálogos que guardan una contradicción grande entre sí y eso provoca ese efecto entre comido y melodramático.
Es interesante ver películas mudas. Son mucho más entretenidas de lo que parece. He visto verdaderas obras de arte, cintas maestras. Esta no me lo parece. Se deja ver, tiene garbo y chispa, pero no es una "gran" película muda.
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