Buena película, producida por James Mason, muy a la medida de su personalidad, y su capacidad interpretativa, probablemente uno de los actores más versátiles y con carreras más prolífica de la historia del cine.
Un hombre de clase media, pluriempleo en dos trabajos, como profesor y como controlador de taxis sufre una rara enfermedad. La mitigación del dolor sólo se consigue con pastillas de cortisona, tratamiento experimental que le provoca una alteración de la personalidad con fuertes alteraciones, desde cambios de carácter brusco y euforia desmedida, hasta delirios de grandeza y megalomanía. Comportamientos desmedidos que sufren tanto su familia, mujer e único hijo, como los compañeros de trabajo y niños de la escuela.
Análisis serio y profundo de lo que es un cambio de personalidad producto de una adicción, muy bien interpretado por un magnífico actor.
Un hombre de clase media, pluriempleo en dos trabajos, como profesor y como controlador de taxis sufre una rara enfermedad. La mitigación del dolor sólo se consigue con pastillas de cortisona, tratamiento experimental que le provoca una alteración de la personalidad con fuertes alteraciones, desde cambios de carácter brusco y euforia desmedida, hasta delirios de grandeza y megalomanía. Comportamientos desmedidos que sufren tanto su familia, mujer e único hijo, como los compañeros de trabajo y niños de la escuela.
Análisis serio y profundo de lo que es un cambio de personalidad producto de una adicción, muy bien interpretado por un magnífico actor.