Ejercicio de melancolía, que le sale bien a medias. Ese tono entre fatalista y conmovedor lo domina Garci como nadie, pero no lo he visto en otros directores con igual maestría. Es una mezcla de melancolía y recuerdo, lo que pudo ser y no fue, lo que recordamos que fue sin haber sido.
Segunda película de Sacristán como director. Sólo hizo tres. No tuvo una carrera prolífica como director. Siendo un actor tan grande es difícil triunfar también en la dirección. Los únicos que considero que verdaderamente que eran excelente actores y directores son: Clint Eastwood y Robert Redford.
Es interesante, tiene buen tino, y refleja una época singular, peculiar, diferente. Y lo hace bien. La historia engancha y está bien rodada.
Me ha gustado, las relaciones familiares se muestra descarnadamente, y siempre desde el plano sentimental. No es pesada, y no abunda en los aspectos morbosos. Sí es cierto que la mujer del hermano perturba un tanto el desarrollo de la historia, sobre todo porque se hace difícil engarzar con las vivencia de niño del protagonista.
Vender la casa sería como traicionar al niño que fue, sus recuerdos, vivencias, su propio ser como hombre desde el niño que fue.
Bien manejado el material sentimental, y muy bien desarrolla la película.
Me ha gustado mucho.
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