No es ni siquiera de las 'mediobuenas' de Franco. Tiene sus elementos característicos: chicas guapas, siempre la música es de jazz, algo de modo y de desnudos, una pretendida sofisticación y una exponenciación de la liberación sexual de las mujeres, del deseo, de la libertad en ese ámbito. En vez de elementos vampíricos hay crímenes sin explicar cuya resolución policial se encarga a una chica enmascarada. Por momentos pretende subrayar los elementos grotescos, a veces en tono de comedia ligera casi cómica. No es su tono. El suyo es el 'fantaterror' clásico con elementos morbosos y sexuales. Cuando se aparta de ese escenario no da con la tecla.
Por supuesto esta película no pertenece al género infame de desnudos fantasmales de su musa Lina Romay que parecen hechos en serie y sin ninguna dedicación, complicidad o sentido. Esa época, la más numerosa de su filmografía, desde el 1975 al 2000, más o menos, reiteró una y otra vez la misma fórmula sin sentido. Más allá del 2000 es para los verdaderamente muy fan de él mismo, de su filmografía por su filmografía.
Me han gustado los decorados, la belleza de las chicas evidentemente y ese todo ligero que permite que la película puede verse sin demasiadas pretensiones.
No es exactamente para los muy fans, pero tienes que entender la filmografía de Franco para que te guste.
Si tengo claro que Franco era un gran cinéfilo. Sin ser exactamente una copias evidente que está incluida por "El fotógrafo del pánico" (Michael Powell, 1960).
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