domingo, 15 de diciembre de 2024

§ 3.613. La zona muerta (David Cronenberg, 1983)

 

Una película basada en un relato de Stephen King necesariamente tiene que ser entretenida, por mala que sea la adaptación. Si el director es solvente, como es el caso, el éxito está más o menos asegurado. Y tengo a esta cinta como un gran éxito de público y crítica. La tengo yo. Es una creencia, no es una certidumbre, porque no he leído nada al respecto. Simplemente me acuerdo de los años en que estaba en boga -se proyectaba en el cine, se alquilaba en videoclub, se hablaba de ella- y la recuerdo como una película célebre.
Esta bien narrada, la música juega un papel importante, trascendente, casi protagonista. 
Un relato sobre presupuestos inverosímiles, como todas las fantásticas y de misterio, que se ejecuta con naturalidad en el discurso cinematográfico. 
La sucesión de acontecimientos es rápida, acontecen cosas sin solución de continuidad. La transformación del protagonista es interesante. Parece más bueno al principio para ir acartonándose y encambronándose con el paso del metraje. Asume el protagonismo de las tragedias de los demás como si fueran propias.
Siempre he creído que Christopher Walken no es un buen actor. Tiene su gracia y ha funcionado en muchas películas. Quizá sea una excelente persona, por supuesto, pero siempre que le veo no consigo apreciar que dé la talla definitivamente.
Tom Skerritt (de policía, cómo no), Martin Sheen, y Herbert Lom en sus papeles. Ortodoxos, bien plantados, sinceros, correctos, en sus roles, sin comerse el personajes ni ser comidos por ellos, en un equilibrio razonable, especialmente Lom como médico. 
La chica es Brooke Adams, una cara que se llevaba en os ochenta y noventa. Y también participa Anthony Zerbe, que siempre hace policía.
El juego de los poderes adivinatorios siempre es sugestivo. Y funciona, tanto en el papel como en el cinematógrafo. Pero debes saber cómo hacerlo. Y aunque no está del todo mal la película, no termina de estar bien resuelta la trama. Hay atajos de guión, cosas que no sean explicado, y, sobre todo, no se sabe muy bien por qué tiene las visiones retrospectivas. Si es la fuerza o la energía de las cosas, una especie de  intuición cartesiana, una singular visión religiosa. No se sabe qué es, y aunque tiene su aquel saberlo y el juego está en saberlo, lo cierto es que no está del todo bien resuelto.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

§ 3.653. Roma criminal (Stefano Sollima, 2008)

Serie muy célebre, muy valorada y tremendamente citada y apoyada en las redes sociales. Muy en la línea de Milán Calibre 9 (Fernando Di Leo,...