miércoles, 24 de abril de 2024

§ 3.375. Un lugar llamado milagro (Robert Redford, 1988)

Segunda película dirigida por Redford, después de la absolutamente maravillosa "Gente Corriente" (1980) que verdaderamente es una grandísima obra. He visto todas las suyas como director, y, en líneas generales, me parece un gran director, que no se ha prodigado tanto como debiera.
Esta cinta no es de las mejores. Es buena, más que interesante. Se puede ver y no desmerece su filmografía. Pero no me ha llegado como otras. 
El agua y sus problemas en un pueblo que pretende su proyección en la industria del ocio. Todo parece mejorar cuando se pretende construir una urbanización cerca del pueblo. Pero un paisano decide regar con agua que no le pertenece los campos que pertenecían a su padre. Eso supone prosperidad y un futuro para él y para todos.
Expone con cierta pericia los entresijos del poder y las reacciones ante el ejercicio del poder. 
Es un tema difícil de tratar. No lo aborda desde la sensiblería, ni desde el heroísmo, sino desde la normalidad, desde la naturalidad.
Algunas imágenes son potentes, muy potentes. La guión es bueno, se ve con ganas y tiene una extraña ternura. No de añoranza por lo que fue, ni siquiera por lo que podría haber sido. Si no añoranza por lo que debía haber sido. La forma de viene determinada por las relaciones con la tierra y entre los lugareños. Es un axioma. Forzar una cosa u otra sólo genera discordancias con uno mismo.
Es bonita, se puede ver, pero no es de lo mejor de Redfort.

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§ 3.387. Sólo para sus ojos (John Glen, 1981)

  No la recordaba (algunas escenas sí, naturalmente). Aunque la he visto, no menos de tres veces.