domingo, 21 de abril de 2024

§ 3.372. El lago de las vírgenes (Jesús Franco, 1981)

 

Una especie de cuento onírico, que pretende reflejar el bien y el mal. El sexo y el no sexo. Con un guión pobre y una fotografía pésima. Tiene, como todas las de Franco, el erotismo como reclamo, el desnudo como gancho y el morbo como vehículo expresivo. Todavía no he visto una cinta suya que  verdaderamente me ha haya encantado. No he visto una cinta suya que diga: es una buena película. Se le ven las 'clacas', los desfases, problemas de continuidad, guión. Es rodar por rodar. 
En esta, realmente no sabes qué pasa. Viendo películas de Tinto Brass, por ejemplo, se aprecia que están mucho más cuidadas, con mejor tratamiento, decorados, guión, música y fotografía. 
Hay que verlas sabiendo qué ves, no esperando lo que no puedes esperar. Me gusta ver sus películas porque es como entrenarte pare ver otras cosas mejores. Sólo dos cintas suyas me han merecido la pena. Justine y Cartas de amor de una monja portuguesa. El resto me han parecido banales, zafias, totalmente prescindibles y en algunos casos, las de vampiros por ejemplo, totalmente prescindibles. Como esta. No se sabe si está viendo una especie de adaptación de la Isla del Tesoro, o de El lago azul, o sencillamente, un disparatado divertimento de un director prolífico donde los haya. No sé si algún alemán de esos que hacen películas para la televisión tendrá más películas, pero Franco tiene a su nombre más de 150 cintas. Una autentica barbaridad. Dicen que Ford tiene unas 115, algunas perdidas, pero muchas de esas son mudas y de una duración muy escasa. Las de Franco son a color, habladas, con guión, atrezo, personajes, etc. 

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§ 3.387. Sólo para sus ojos (John Glen, 1981)

  No la recordaba (algunas escenas sí, naturalmente). Aunque la he visto, no menos de tres veces.