domingo, 17 de marzo de 2024

§ 3.343. Diario de una ninfómana (Christian Molina, 2008)

 

Pues pensaba que tenía más fondo y más recorrido. Pero no. Es una soberana tontería. Podía haber sido una cinta con mayor desarrollo. Probablemente el éxito de la novela del mismo nombre y su escritora -Valérie Tasso- que se convirtió en una auténtica celebridad, aunque bien es cierto que fugaz e inconsistente.
La actriz protagonista es menuda, delicada, guapa sin estridencias, pero no da el papel de pérfida, de obsesionada con el sexo. Ha participado en muchas películas y, sobre todo, series para televisión. Sólo la he visto en Flores negras (David Carreras, 2009), y no la recuerdo.
La música acompaña, Leonardo Sbaraglia hace su papel, Geraldine Chaplin como estrella invitada tiene su relevancia, pero le falta andamiaje, estructura sustento argumental. Se convierte en una sucesión de escenas semipornográficas sin demasiado sentido. No tiene, ni siquiera, la gracias, de las películas de Jess Franco, y no digamos las de Tinto Brass, verdadero maestro en este género.
La supongo un éxito en taquilla, porque estas cosas funcionan, pero no es especialmente brillante. Una más.

sábado, 16 de marzo de 2024

§ 3.342. Su propia víctima (Paul Henreid, 1964)

 

Pocas películas dirigió Paul Henreid, algunos capítulos de televisión y una mejor y más prolífica carrera como actor.
Doble papel para Bette Davis (dos hermanas gemelas), Karl Malden y Peter Lawford.
Extraña y circular historia de recuerdos, enfrentamientos, maledicencias, rencores y morbosos sentimientos malsanos.
Cuesta en empezar y tienes que prestar atención, pero tiene recorrido y, como siempre que interviene la Diosa Davis es para bien y para sorprenderte. Muy avejentada en uno de sus papeles. No en vano nació en 1908, por lo que tenía 56 años cuando la rodó. Sus papeles de loba salvaje, de sureña temperamental y de fuerza de la naturaleza ya habían pasado. Ocupada un lugar en la cumbre, por supuesto, pero en un planteamiento cinematográfico más reflexivo. Papeles quizá con menos fuerza, menos entrega, pero más corales, más completos, menos anecdóticos. El juego con Malden es extraordinario. Fuerte, siempre fiable, poco dado a las complacencias y a las ñoñerías. Un secundario imprescindible elevado a la categoría de mito del cine.
Es una cinta compleja, sin la profundidad sicológica de otras obras de la época.

§ 3.341. Recuerda (Alfred Hitchcock, 1945)



viernes, 15 de marzo de 2024

§ 3.340. Creed. La leyenda de Rocky (Ryan Coogler, 2015)

 

Pues una buena continuación de la saga, seguramente una de las más exitosas de todos los tiempos, tanto de público como de crítica, aunque ésta última por momentos desprecie las películas de este género. 
El guión a veces no tapa bien los huecos lógicos en la continuidad de la serie, pero se deja ver, sobre todo si la enganchas con Rocky Balboa. Misma situación, mismos personajes que la última de la saga.
Avanza muy bien, progresa muy suavemente, está bien rodada, y el personaje de Rocky es muy tierno al comienzo, evolucionando hacia la dureza que se le supone a un entrenador de un boxeador. Funciona la historia, y funciona la película.

§ 3.339. Cometieron dos errores (Ted Post, 1968)

 


§ 3.338. Ilsa, la hiena del harén (Don Edmonds, 1976)

 

Pues una continuidad que parecía más prometedora de lo que al final ha sido. Pierde el interés de la primera parte, y aunque sigue teniendo el mismo gancho que la anterior -tetas, morbo y sadismo soft- no funciona igual. Para los muy fan. 
Misma chica (Dyanne Thorne) que resucita para esta segunda parte sin explicarnos cómo y por qué, porque es evidente que muere en la primera parte, al final, asesinada por un oficial Nazi que quiere borrar las huellas de los macabros experimentos que realizaba la loba.
Insinuaciones, sevicias sexuales, orgasmos epilépticos, realmente par los muy fan.

jueves, 14 de marzo de 2024

§ 3.337. Ilsa, la loba de la SS (Don Edmonds, 1974)

 
Epítome de la películas de nazis y sexo, una especie de subgénero casposo totalmente olvidado y que probablemente sólo tuvo su momento, hace años, como una derivación del cine de destape. 
Es totalmente infame. No tiene nada a lo que agarrarse, más allá del análisis del bestialismo, el sexo sádico y alguna chica guapa, como la protagonista, que se llama Dyanne Thorne, e hizo pocas películas, dos de esta saga, las dos primeras de cuatro.
Me sorprendió que se editase en Blue ray, además no a un precio barato (aunque realmente no caro). Probablemente sea una cinta de culto, tanto por la temática, como por el momento en que se rodó, evolución del cine desde los cánones más clásicos hacia cintas más transgresoras, provocadoras y procaces. 
Se deja ver. Es una especie de Jess Franco pero con más estilo. Aunque el guión es pavorosamente estúpido, las escenas crueles no tienen demasiado sentido (la violencia no lo tiene, de hecho) y las interpretaciones son poco edificantes.

§ 3.382. Mujer sin pasado (Ronald Neame, 1964)

Tiene un formato clásico, tanto en la forma como en el fondo, en una cinta muy británica. Tanto en el lugar de desarrollo de la historia com...