viernes, 20 de febrero de 2015

SIODMAK, Robert. - El monstruo magnético (1953) [codirigida con: Herbert L. Strock].

Tipiquísima producción de serie B que aunque envejece mal desde el punto de vista técnico, logra mantener un halo de misterio, un cierto nivel. Me gustan este tipo de películas, son entretenidas, sólo quizá para verlas una vez, pero se guarda buen recuerdo ellas, por lo menos mejor que otras que pasan por ser una obra de arte y realmente son muy malas. Con este tipo de cinta sabes bien a qué atenerse: mentiras científicas y académicas, exageraciones, inverosímiles situaciones y un héroe que es capaz de sobreponerse a sí mismo y descubrir que dentro de él hay algo más que un triste hombre que cumple bien su papel social, personal y familiar.
Curt es hermano de Robert, y, al parecer, fue un buen guionista de la época dorada de Hollywood, y un notable escritor de librillos de serie B sobre monstruos, hombres lobo y demás terror light.
Habrá que seguirle

jueves, 19 de febrero de 2015

HILLCOAT, John. La carretera (2009).

Película oscura y dura donde las haya. Por dos veces he intentado verla anteriormente, y sólo a la tercera, y porque me he hecho el propósito lo he conseguido. No se sabe si es una alegoría del fin de la civilización, un viaje iniciatico, un aprendizaje de vida, una crítica al consumismo y al economicismo individualista, o qué.
Por momentos me ha parecido una cinta gore, sin más. Por momentos detecto destellos de un trasfondo más sofisticado, por momentos comprendo que me quieren decir algo pero no sé qué es, por momentos detecto que es una lucha entre el bien y el mal, entre el futuro de lo que debe ser (el niño) y lo que realmente es (el padre).
Desde luego no es George Cuckor, ni nada por el estilo, no es Luist, ni Mankiewick, nada parecido a algo sutil y delicado.
No es la condición humana puesta en entredicho, no es sin más una lucha por la supervivencia.
Es oscura, callada, con desolación, paisajes muertos, caníbales por todas partes, solitarios acechantes, vida que no es vida.
Hay un momento, al inicio de la cinta, cuando la mujer, después de dar a luz en casa y perder el hijo, probablemente en una gran depresión pero con una cierta lucidez, justo antes de marcharse, no se sabe muy bien a dónde, pero seguro que a morir, le dice: yo no quiero sólo sobrevivir. Esa es la clave en la que hay que ver la película. Qué es vivir: no morir?

miércoles, 18 de febrero de 2015

GUILLERMIN, John. Hasta el último aliento (1960)

Muy oscura, la copia se ve muy oscura, y eso dificulta su visualización. El asunto tratado es sencillo, el robo de un coche de un vendedor con una vida modesta desata su ira y una imperiosa necesidad de recuperarlo. Va dándose cuenta de dos cosas, que existe un mafia de coches robados a los que se les cambia el color, la matrícula y demás documentación para venderlos posteriormente, y que la policía lo conoce y sigue la pista, pero está esperando a coger a toda la organización de una sola vez, por lo que la recuperación de su vehículo se convierte en algo secundario. Lo importante es desenmascarar al cabecilla y desmantelar el tinglado.
Buena música, razonables interpretaciones y cuidada puesta en escena. Se deja ver.
Peter Sellers ha hecho tantos personajes de comedias que es difícil verle fuera de ahí. No lo hace mal, pero es el clásico actor decorado por sus personajes, aunque estos fueran posteriores.

viernes, 13 de febrero de 2015

HATHAWAY, Henry. Infierno en la tierra (1942)

Con película como esa no sé por qué tengo tan bien valorado a Hathaway... Me ha decepcionado, pero es la excepción con él. La cinta hay que entenderla en el contexto político en el que se rodó: 1942, producto de la guerra de propaganda, además de alguien que no rehuía precisamente de realizar este tipo de servicios.
Metraje típico de él, diálogos rápidos, si acaso una frase muy edulcorada que le dirige el protagonista a la chica que le persigue: "te adoro nena, porque eres un montón de huesos, mentiras y veneno, todo lo que una chica debe ser".
Es una historia conocida, el hombre que se sobrepone a sí mismo, y quizá a su destino, redimido por el amor incondicional de una mujer con algo más que besos y cinismo. Él mismo no sabe qué le ocurre, por qué está cambiando su sistema de prioridades, pero sin saberlo es capaz de tornar su propia desidia ante el mundo, su pasotismo y su dejadez, por un compromiso cierto y profundo por algo que hasta hace veinte minutos le importaba un pimiento, amarillo y frito.
Tópico tras tópico la película transcurre, con la única esperanza de ver caminar a Tierney con los zapatos del mismo color que el vestido, con ese magnetismo que sólo ella era capaz de imprimir a sus personajes, y quizá también a su vida.
Montgomery con el bigotito típico de la época, y McLaglen en su papel de siempre, aunque cada vez que le veo en vez de recordar sus papeles decentes, que lo tiene, me acuerdo del bodrio de películas que dirigía su hijo.

jueves, 12 de febrero de 2015

DMYTRYK, Edward. La patrulla del coronel Jackson (1945)


Una más de guerra, en esta caso en Filipinas, contando la historia de la liberación del pueblo filipino del jugo de los pérfidos japoneses. Sin mucho que destacar. Bien Wayne, razonablemente bien Quinn. Normalita.

miércoles, 11 de febrero de 2015

BURGE, Stuart. Asesinado de Julio Cesar (1970)

Buenos actores, grandes diálogos, bien presentada, de factura impoluta, gran cine..., en principio. El resultado es algo más normalizo, menos grandioso, pero se deja ver, se escucha bien y se simplifica lo suficiente la densidad del drama como para hacerlo agradable. Tengo muchas ganas de ver Julio Cesar de Mankiewicz, a ver qué tal... pero seguro que es mejor que esta, que sin estar mal, sin ser muy mal es bastante memorable. Para empezar la vestimenta y el decorado, deficitarios ambos, para continuar la coreografía, los movimientos de las personas alrededor, para continuar la carga dramática de los actores, salvados en parte por la pareja Jason Robards como Julio y Charlon Heston como Marco Antonio, pero por ejemplo, Bill Charberlaim sobre totalmente y también Robert Vaughn... pero bueno al fina es una película más...

lunes, 9 de febrero de 2015

FOSTER, Norman. La fugitiva (1950)

Entretenida película, de metraje moderado y buen guión, muy hábilmente trazado mezcla la persecución por un mafioso a un señor que mientras paseaba a su perro presencia un asesinato y la búsqueda por su mujer que en realidad es el reencuentro con su propio matrimonio, que parece hecho añicos.
Demasiado oscura en el color, se nota que ha envejecido mal el original, pero tiene ese algo que no se sabe muy bien qué es pero que gusta, que lo reconoces como clásico.

§ 3.384. El último héroe americano (Lamont Johnson, 1973)

  Tercera película que veo del director, después de Los que saben morir (1970) y El gran duelo (1970). No tiene muchas más cintas en pantall...