martes, 13 de diciembre de 2022

§ 2.867. El diablo de las aguas turbias (Samuel Fuller, 1954)

Ejemplo clarísimo de por qué hay que ver las películas varias veces a lo largo de la vida. Ahora que estoy repasando toda la obra de Fuller descubro esta joya escondida. Para empezar la recordaba interesante, pero en blanco y negro. Además la tenía por una película abiertamente de guerra, no tan 'política' y de trama de espías.
La propuesta es algo simple, un científico tiene que llegar un submarino al Ártico para descubrir si efectivamente los rusos han instalado allí armas nucleares. Una simpleza, pero que como película de aventuras funciona perfectamente.
El gran Richard Widmark, tan serio y formal como siempre. Bella Darvi es la chica. Una polaca de vida disoluta que se casó varias veces y se suicidó con 42 años tras unos años de desparreme, alcohol, y matrimonios y amantes sucesivos (era abiertamente bisexual y hacía ostentación de ello) a una velocidad de vértigo.
Victor Francen completa el panorama principal.

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