Clásico 'ochentero' -es de 1990- del hermano menor de Ridley, el que 'no sabía hacer cine'. Un director que vivió a la sombra de su hermano, pero que tiene un buen montón de películas. No es de las que más me gustan, pero son interesantes y dejan ese regusto de las cosas sencillas, de las que van al grano, simples pero agradables. Un cine para entretener.
Tiene escenas super icónicas, como la de construcción del coche, o la del arresto en la carretera, la del accidente, la carrera en silla de ruedas...
Si hay algo que me gusta de su cine son dos cosas. En primer lugar que desde el principio va al grano, directamente, sin concesiones, a lo bruto si se quiere. Las sutilidades no son para él. Y en segundo lugar que en todo momento está pensando en la diversión, en el espectador, en divertir, en que el que vea la película se divierta, lo pase bien, se entretenga.
La cinta se deja ver. No tiene las cosas que la convierten en mítica o en esas que se consideran de gran calidad, pero es indudable que entretiene.
El trío de actores principales está en uno de sus mejores momentos. Tom Cruise despegando a toda máquina, Nicole Kidman en sus comienzos, y ese Robert Duvall que sirve para todo, para ser vaquero y para señor de la mafia, para hombre de familia y para abogado. El mejor actor de los tres.
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