Más interesante de lo que en principio pudiera parecer. Choque de civilizaciones, principios contrapuestos, gustos, valores, formas, criterios... todos distintos, poco homogéneos y difícilmente reconducibles a un patrón común. Toda esa dicotomía se muestra muy claramente. La trama, sin embargo, queda algo más plana. No por su complejidad, que es notable, sino por su desarrollo, a veces errático, otras discontinuo.
Interesantísimo Robert Ryan, un titán de la actuación que siempre da la talla. Aunque esos zapatos marrones que lleva no le pegan en absoluto.
Muy interesante lo que manifiesta en el principio de la cinta: no somos gánster, no llevamos armas, somos educados en uno de los países más educados.
También está fabuloso Robert Stack. Más humano quizá, menos distante que Ryan, pero bien trabajado en su personaje. La chica es Shirley Yamaguchi, y también interviene Brad Dexter, que parece raro no verle en películas del oeste.
Muy bonita la historia de amor entre el policía y la chica japonesa. Y está bien tratado el desprecio que sufre ella por sus conciudadanos por ese hecho.
La película me ha encantado. La vi hace años. Tengo apuntado que fue en julio de 2014, y en el apunte digo que es la segunda vez que la veía.
Fuller es mucho Fuller. Es un directorazo con todas las letras, con una vida en sí misma de película. 20 cintas, todas ellas con su sello personal.
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