domingo, 28 de febrero de 2021

§ 2.323. El Doctor y los diablos (Freddie Francis, 1985)

Historia conocida, muy trillada por las películas de 'miedo', de esas que denomino de "aprendizaje" de Robert Wise, de Mark Robson, de Richard Fleischer, incluso de Jacques Tournier. Todas con un presupuesto bajo, poco metraje e inspiración claramente de Serie B. Hechas para rellenar cartel, entretener y no perder dinero. Se aprovechaba la infraestructura del estudio, los materiales y los actores que tenían a cuenta en el estudio.
En este caso la pretensión es algo distinta. Darle vuelo a una historia, ambientarla correctamente en su momento histórico y conseguir una película de calidad. Y algunas cosas sí consigue este director, más de televisión que de cine, desconocido para mi, del que no he visto otra cosa.
Un gran actor, varias secundarios bien desarrollados y una historia bien tramada con un guión decente y unos diálogos trabajados.
Aun así no es una gran película. Tiene mérito y en calidad supera a las de Serie B, pero en el resultado final me cuesta decir que esta es mejor que aquellas, realmente estupendas. Muy bien ambientadas las calles, el escenario, las aulas del doctor, los carros y mulas, las ropas, etc. 
Además de un debate legal plantea un debate moral. Experimentar con cadáveres estaba prohibido en Inglaterra. Sólo se podían utilizar cadáveres de ahorcados por la justicia. Ciertamente cuanto más se experimente mejores cirujanos serán, pero de expresar su desazón por no poder trabajar con más material a comprar cadáveres robados para sus experimentos hay un trecho que al protagonista no parece importarle.
Además el protagonista se ha casado con una mujer peculiar, que se dedica a pintar dibujos de desnudos, pero con espíritu científico solamente.
Las rencillas de los compañeros de profesión es otro tema a analizar. Le montan una encerrona en la Facultad, porque no se podía experimentar en el S XIX con cadáveres de ciudadanos fallecidos por causas naturales.
Dalton tiene una carrera peculiar. Esta película la hizo antes de Alta tensión (1987) y Licencia para matar (1989), ambas de John Glent de 007. Luego no siguió la serie, no sé si porque no funcionaba en taquilla o porque se aburrió del papel. No es el mejor 007. Es casi el peor. A mi es el que menos me gusta, sin duda. Antes de esta hizo algunas cosas, pero después de 007 su carrera derivó hacia la nada: mucha Televisión, alguna película poco reconocida de cineastas menores. Una carrera seguramente bien organizada desde el punto de vista crematístico, pero poco edificante si apreciamos sus contribuciones actorales al cine. Y no tiene ni mala cara ni malas maneras. Pero supongo que cada arte tiene su código y el suyo no parece que fuese el camino de cine con mayúsculas. Aun así es una figura conocida y respetada y trabaja con habitualidad en producciones interesantes. Probablemente la vida le haya pesado no seguir con la serie 007 con quien tenía contrato para hacer otras dos películas de la saga.

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