Un buen "noir". Corto, directo, seco, al gano. Un poco como "Detour" (Edgar G. Ulmer, 1945) o como "Autostop al infierno" (Felix E. Feist, 1947). Películas muy directas, con tintes de Serie B., bien rodada y con todo el material Hollywood a su servicio.
El resultado es bien conocido. Excelentes películas que puedes ver una y otra vez porque siempre tienen nuevos matices, nuevos tonos, nuevos sabores.
Ésta es muy buena, sin ser excelente, sin ser las citadas.
Con un Raimond Burr que da verdadero miedo, una Natalie Wood guapísima y dos de mis actores favoritos: Brian Donlevy y Edmond O´Brien.
Tiene tintes del héroe fundacional del nuevo tipo de policía, ese forma de tomarse las cosas a las bravas, como si fuese algo personal -aunque, en este caso, efectivamente sí lo es- y esas maneras brutales, a veces efectivas a veces no, de abordar la resolución de los asuntos. Un poco el tipo de policía de siempre, pero adaptado a los nuevos tiempos.
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