Un thriller policíaco francés. No es un polar exactamente. Es parecido, o Neo-polar, si se prefiere la terminología. Una de policías de todas la vida, pero con hechuras nuevas, distintas, más al gusto de la época, del tiempo que les toca vivir.
Muy en la estela de "Harry, el sucio" (Don Siegel, 1971) al personaje de la historia le da vida un siempre magnífico Yves Montand, en ese papel de hombre mayor con experiencia que sabe de la vida y tiene una último amor de madurez con una chica veinte años más joven.
Se acompaña de la solvente y excelente Simone Signoret en un papel un poco raro para una dama del cine europeo, de François Périer, otro clásico del cine francés, y de la Stefania Sandrelli, que es la joven enamorada.
La cinta es una especie de enredo amoroso a tres pistas de varios policías con la misma chica... y los policías llevan un arma, una Python 357, que es uno de los revólveres más lujosos, caros y potentes del mundo. El mismo revolver que el inspector Harry Callahan.
Buena película, bien rodada, quizá un poco larga, que se deja ver y mantiene el interés.
Buen director. Ya me gustó la anterior suya que vi, "Serie negra", de 1979.
No hay comentarios:
Publicar un comentario