Cine experimental, distinto. Lento y pausado, contemplativo por momentos. Y social, cine social, no contestatario, ni bronco, ni siquiera reivindicativo. Simplemente cine social. Porque trata de asuntos personales, sociales, un enfoque constructivo sobre las personas y sus inquietudes y dificultades. Historias paralelas, en principio separadas entre sí, pero que confluirán. Dos universos muy distintos, casi antagónicos, pero que muestran intereses similares.
Me llama la atención, es muy evidente, el tratamiento de la pantalla que hace. difiriendo el plano en dos partes iguales que muestran dos escenarios la vez. Un plano fijo, como si fuera una cámara de Ozu, que no se mueve un milímetro grava lo que ocurre delante de ella.
No es mi tipo de cine, ni mucho menos.
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