Probablemente, junto con la Torre de los siete jorobados, la película más célebre de Neville, un auténtico genio en una España poco fecunda para el arte libre.
Madrid costumbrista, enredo policial, y una crítica feroz al periodismo patrio. Teniendo como excusa a los personajes del crimen, víctima y posibles asesinos, expone cómo se vivía en Madrid a finales del siglo XIX, patrocinando un fresco sobre aquella época.
Llama la atención el tiempo que dedica a canciones flamencas. Al parecer era un verdadero entendido en ese arte. Me parece un personaje muy sugestivo. Un vividor, con amantes, amigos, que hacía el cine que quería en un régimen político difícil (por decirlo muy suavemente) en el que todo estaba en contra de los artistas. El protagonista de esta película tiene algo de la propia personalidad del director. Un vividor que consigue enamorar a una mujer mayor muy adinerada.
Me ha gustado. No tanto como otras de Neville.
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